Mire tus hermosos ojos.

Tú me miraste con esa dulzura que te caracterizaba

Tan tuya, tan de nadie más.

Luego de contemplarte durante horas

Supe lo que era amar en ese sentido

De no esperar nada.

De no querer nada.

De no desear más que tu presencia junto a la mía.

Esa esencia de miradas mística

Trémulas calladas

Entonces me introduje en tus sueños

Y te deje desearme amarme,

Prendiéndome de tu cuerpo en este sortilegio

De esencia sutiles.

Te toque las piernas,

Deslizándome por tus caderas

Engrandeciéndome en tu abdomen,

Levantándome en tus pechos,

Lamiendo tus pezones, excitando cada

Parte de ti con esa sutileza tan peculiar.

Que se puede describir como el caer suave

De una pluma pequeña que viaja lentamente

Desde lo más alto de la torre de piza

Así mis manos fueron recorriendo tus hombros

Tus siluetas de múltiples dimensiones hasta

Volverme un químico volátil y explosiva mente delicioso como

tu candor, tu mirada y ese perfume que me consume, me eleva

me hace desearte por simple… simple instinto sensual.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS