Ella está en casa…

Ella está en casa…

Claudia

28/04/2019

El cielo tiembla con el ensordecedor rugido de un trueno, es completamente negro, solo roto por brillantes rayos de rayos. Ella lucha contra los vientos feroces, su vestido ondeando detrás de ella mientras se estabiliza a sí misma. Es hora de volver a casa. Ella corre, atesorando la hierba mojada y el viento empujando contra ella, y se detiene en el borde de un precipicio empinado que fomenta un árbol, nudoso y torcido por los vientos. Contempla las colinas ondulantes, resbaladizas por la lluvia, y el hermoso y tumultuoso cielo. Debajo de ella, las olas chocan y chocan, el agua negra está manchada con espuma de mar. El esqueleto de un barco descansa en el fondo, entre las rocas afiladas. Ella salta, su cabeza apunta hacia las olas, lista para tragarla. Su vestido ondula como una losa de luz de luna contra el violento y oscuro cielo. Justo antes de que las aguas puedan tragarla, ella se curva, vuela sobre las olas, la niebla le mancha la cara. Las yemas de sus dedos rozan el agua mientras vuela. Ella se detiene, y flota sobre las olas. De repente, las olas la envuelven a medida que se eleva hacia arriba y cae hacia atrás en sus frías profundidades. El agua nunca ha conocido ninguna luz, la oscuridad oculta las profundidades del agua. Ella gira en el agua y explota hacia arriba, el agua formando una magnífica espiral mientras asciende. Suspirando tristemente, llega al fin del mundo, el agua negra que se derrama en la nada. Tiempo de ir a casa. El cielo se expande para siempre aquí, reflejando el agua negra. Ella se eleva más y más alto y se une al cielo donde pertenece, encajando perfectamente como una llave en una cerradura. El cielo se ilumina, la oscuridad se rompe con su luz, mientras sonríe sobre las maravillas de ese mundo. Un rayo de luz de luna atraviesa las lejanas nubes de tormenta mientras ella brilla. Ella está en casa.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS