Es curioso porque ahora cuando te miro a los ojos comprendo porqué ella se enamoro de ti.
Es tan fresca como una brisa maňanera tu sonrisa. Tan curiosas las casualidades del existir que me han dispuesto a estar ahora frente a ti, y después de todo, no hago más que morir en tu mirada sonriente y nace en mi una emoción loca y extraña porque no quiero irme.
Mis palabras son casi corrientes, he querido disimular pero tu y yo sabemos que con los ojos no se miente.
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