Una de las causas del fracaso de muchas personas se debe a la indecisión. No supieron decidir a tiempo y perdieron muchas oportunidades a raíz de ello.

Nunca se está completamente seguro acerca del resultado de nuestras decisiones, pero ser consciente de que tomar una decisión puede cambiarlo todo nos otorga el valor para hacerlo. Si esperamos a estar completamente seguros de no fallar, jamás nos atreveremos a emprender una obra.

Creo que los grandes sueños de los grandes pensadores, son lo que son porque tuvieron el valor de tomar una decisión aun cuando no tuvieran seguridad de que su obra o sueño fuera un éxito. Bien dicen que un sueño no cambia nada, una decisión lo cambia todo.

Me ha sucedido que me cuesta demasiado tomar una decisión acerca de determinado tema, soy consciente de que debo tomar una decisión pero lo pospongo, y cuando al final logro decidirme me pregunto ¿cómo es que pospuse tanto tiempo esto? A veces hasta las cosas más pequeñas como que una aguja te pinche se vuelve terrible tan solo porque no terminas de decidir entre pincharte o no. Así cada cosa desde la más pequeña hasta la más grande se vuelve más complicada de lo que realidad son a causa de nuestra propia indecisión.

Pensar y repensar no hará que nuestras decisiones sean perfectas, siempre nuestras decisiones nos exigirán un costo que pagar. Independientemente de si son buenas o malas. En todo caso de ambas formas nos tocaría aprender la lección.

Estar en el desierto de la inacción a causa de la indecisión es tormentoso. Nos roba demasiado tiempo, oportunidades y nos agota e incluso nos aleja de nuestros sueños y deseos. El tiempo no se detiene mientras decidimos, continúa su curso aunque no nos sintamos listos o tengamos miedo de tomar una decisión.

Es sumamente importante aprender a tomar decisiones propias, aprender a tomar el timón de nuestra barca y redireccionarlo cada vez que sea necesario. Aprender a ser firmes en nuestras decisiones y asumir la responsabilidad de lo que ellas conllevan porque la vida es un abrir y cerrar de ojos que en cuestión de segundos puede dejarte sin nada y todo lo que tendrás es tu capacidad de decidir entre  seguir o rendirte. No hay mucho tiempo para malgastar en si comes o no de un pasto, hay tiempo para todo y las decisiones que debes tomar no deben seguir pausadas porque es precisamente la falta de ellas la que a menudo entorpece nuestro viaje.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS