EL ULTIMO BLUES

EL ULTIMO BLUES

HERR KRÄHE

12/04/2019

Es curioso como suceden ciertos acontecimientos en la vida, sucesos casi tan imperceptibles, casi tan insignificantes para aquellos ojos no educados.

Yo me encontraba en una etapa de mi vida, en la que nada importante o bueno ocurría, tanto era que mi única distracción era vagar por las noches, caminar sin rumbo, hasta que una noche de invierno, las cosas tuvieron un giro extraño, salí a caminar como de costumbre y de manera inesperada el viento comenzo a hacerce mas fuerte y la temperatura cada ves mas baja, comenzo a hacer bastante frio, era claro que una tormenta se acercaba, por lo que era momento de tomar un taxi e irme a casa, tome el primer taxi que vi, un tipo muy agradable venia dentro de el, se detuvo para abrirme la puerta, era un tipo grande muy bien abrigado, solo resaltaban sus grandes ojos y sus dientes blancos como perlas, cada vez que se dirigía a mí me decía jefe, después de unos minutos me pregunto, ¿usted tiene esposa jefe?, conteste, llevo muchos años sin saber que es estar con una mujer, el sonrió y mientras lo hacía me mostraba una foto que traía frente al volante, ¡mire jefe!, ¿Acaso esta mujer no es una belleza?, la observe y claramente lo era, así que le conteste que era una mujer muy hermosa, claro que si jefe contesto, dijo casi al mismo tiempo que suspiraba, así es Rita, ¡mi Rita!, levanto esos grandes ojos del camino y miro por el retrovisor a la parte trasera del auto, sentí escalofrió por alguna razón, no sabía que era, así que decidí no prestar atención y seguí mirando hacia el camino, me miró fijamente, me dijo claramente se puede ver que usted es una persona que ha sufrido mucho jefe, ¿acaso la vida lo ha tratado muy mal?, creo que soy un caso de muchos comente, todos sufrimos por algo, algunos por mujeres, otros por la bebida o la droga, otros para pagar un alquiler o las cuentas, pero al final todo es para lo mismo, ¡carajo pareciera que a este mundo solo venimos a sufrir!, sonrió fuertemente, claro que si jefe, lo supe desde el momento en que lo vi caminando ahí solo en la calle, como un perro apaleado, créame he visto a muchos hacerse los fuerte y al final de cuentas ser más débiles que una hoja de papel en el agua, pero usted es alguien que no teme decir que ha caído y sin embargo aún le quedan fuerzas para caminar a solas en la noche, con una tormenta en camino, valla hombre.

Seguimos avanzando hasta llegar a unos muelles, aquellos muelles que siempre veía al pasar rumbo al trabajo, paro el auto y ahí estaba de nuevo sonriendo como si todo fuera perfecto, necesito que me ayude con algo jefe, me dijo como si no tuviera ninguna opción, pensé ¡lo que sea!, no pude evitar imaginarme gritando por ayuda, pensé claramente nadie me escucharía y mucho menos a estas horas de la noche, seguía pensando en muchos escenarios posibles en los que yo soy la victima, curiosa la forma de trabajar del cerebro, en ves de tomar una posición mas tranquila, imaginaba una y mil maneras de morir en un muelle, pareciera que mi intención era ponerme mas nervioso, bueno en fin con tal de que no sea mi cadáver el que terminemos arrojando a los muelles, sería el colmo, yo un sujeto a kilómetros de la tierra que lo vio nacer, arrojado a los muelles como una rata, como un pedazo de basura que nadie quizo.

El bajo del auto y yo seguí sus pasos, comenzó a silbar, después a tararear una canción, acto seguido abrió la cajuela del auto, en ella se encontraban varias bolsas negras, de basura al parecer, me miro y de manera amable me pidió ayudarle a bajarlas, para luego meterlas dentro de unos enormes contenedores que se encontraban justo enfrente de nosotros, me incitó ¡vamos jefe!, ¡seguro que ya quiere estar en casa, dentro de sus cobijas calientes!, arrojamos las bolsas y nos marchamos de ahí, por fin rumbo a mi casa.

Comenzó a llover, era una lluvia ligera apenas perceptible, me deje llevar en mis pensamientos, hasta que fui sacado de mi trance al escuchar nuevamente el nombre de Rita, este sujeto estaba enamorado a morir de ella, no dejaba de hablar sobre lo hermosa y amorosa que era su tan amada Rita, deje de escuchar lo que decía aquel tipo, de pronto su monologo fue interrumpido por aquel ruido proveniente de la radio, era estática al principio hasta que poco a poco ese molesto sonido se transformo en una canción, oh claro que si, ya había escuchado esa canción, cierto es la misma que no dejaba de silbar este sujeto, gritó el chico, ¡que suerte jefe! está es la canción de mi Rita, le molesta si le subo?!, no claro que no, le conteste.

A mitad de la canción el chico interrumpió, mirándome fijamente con esos ojos blancos a través del retrovisor, sabe jefe está canción es el blues de la chica lagarto, ¿hermosa no?!, pensé como rayos podría dar una opinión sobre una canción de una chica que prácticamente se vende al mejor postor y este chico dice ser la canción de su Rita, no lo entiendo a este sujeto, simplemente me limite a decir que era una canción interesante, el chico sonreía mientras volvía la mirada al frente, sus ojos clavados a la carretera, parecían perderse hasta llegar al final de cada curva.

Por fin llegamos al frente de mi casa, el hombre del taxi bajo sonriente y silbando esa canción de nuevo, me abrió la puerta y antes de irse me dijo, oiga jefe a ¿que no sabe quién soy?, me detuve a pensar ¿qué demonios?, conteste un ¡no!, casi inaudible, grito no se preocupe amigo, yo si se quién es usted y se marchó.

Al día siguiente, mi atención fue atraída por el ruido de patrullas y ambulancias que pasaron frente a mi casa, ¡joder ni siquiera recuerdo a ver dormido!, gracias a dios era la hora exacta en la que tomaba el taxi para ir al trabajo y para mi fortuna se encontraba uno frente a mi casa, subí en el rápidamente, pero ya estaba ocupado así que por cuestiones de tiempo, solicité compartirlo, cosa que al parecer a mi acompañante no le importo, avanzamos hasta llegar cerca de los muelles, todo era un caos, las calles cerradas por ambos lados, la gente comenzaba a bajar de sus autos, todo mundo se encontraba mirando hacia los muelles, los mire a lo lejos y ahí estaba de nuevo ese escalofrío en todo mi cuerpo, pero no pude ver absolutamente nada, así que no dude en bajarme del auto, camine hacia aquel lugar, valla sorpresa todo estaba rodeado por policías, patrullas y forenses, todo ello era toda una fiesta, la gente murmuraba, parecían abejas en un panal, me acerque a mirar, cuál fue mi sorpresa ahí estaba ese taxi, el mismo que tome la noche anterior, se había estrellado contra los contenedores, tenía que verlo con mis propios ojos, corrí al frente y efectivamente era el taxi que tome la noche anterior, el sujeto tenía el volante clavado al pecho, dios estaba irreconocible, mire hacia la parte trasera, los forenses se encontraban sacando pedazos de cuerpos, si claro que si ahí estaba Rita y lo que resta de algún pobre sujeto, pero ¿cual fue mi verdadera sorpresa?, al caminar hacia el asiento del copiloto, ¡pude ver que mi cuerpo, se encontraba saliendo por mitad!, ¡con la cabeza completamente hecha trizas!…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS