Tú decides lo que quieres hacer con tu vida. Tú decides qué va a ser de tu vida. Tú decides qué hacer con ella. Tú decides.

En todos los aspectos de la vida, siempre hay una elección por delante. Algunas veces, encontramos en ellas, mucho valor y distinción; otras veces, ni siquiera las notamos, nos son indiferentes. A diario las personas tomamos millones de decisiones, a pesar de que ni las notemos. Éstas pueden ser tanto levantar un caramelo del suelo o decidir cuánta azúcar le pondremos al café, como elegir el nombre para un hijo, o decidir si realizar una operación riesgosa a un ser querido. Existe una gran amplitud de decisiones y, queramos o no, debemos tomarlas. No hay ser humano que jamás haya tomado una decisión.

Hay casos en los que ni notamos la importancia de lo que hacemos, decimos y elegimos. En todo siempre, se encuentra un debate, en el que debemos elegir entre opciones que, tal vez no las pensemos, pero existen, y eso da lugar a la posibilidad de realizarlas o no.

Varias veces no somos conscientes de las mismas, ya que nos es costumbre hacer tal cosa. Sin embargo, hay otras en las que nos encontramos en un debate interno en el que debemos decidir qué es lo que queremos, preferimos o nos conviene. Aunque hay casos en los que nos encontramos limitados a elegir, obligados, sin salida; puede que lo veamos así, a pesar de las consecuencias; no obstante, siempre hay otra manera. Pese a que nos obliguen a algo, podemos elegir hacerlo o no, está en cada uno, ya sea por algo con total importancia o algo que nos lleva a nada, totalmente insignificante.

La vida es el arte de elegir, la vida es una elección. Tú decides.

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