Carta a mi hermana

Mi cigarro se esta consumiendo, como yo misma, mientras el tiempo pasa más siento que estoy perdida. El día esta nublado y el frío llega hasta los huesos, y acá estoy escribiendo sin saber que escribir. Los pensamientos se amontonan y no me dejan expresarme con claridad, pienso en mi vida hasta ahora y en como todo se va sin poder decirle adiós. Trato de sonreír, de mostrarme alegre, pero hoy la sonrisa no sale, no se dibuja en mi rostro. Hoy es un día emotivo, el día en que te perdí para siempre hace un año, sonreías y mostrabas estar bien, pero no era más que un engaño, yo suelo hacerlo así que te comprendo. Ahora me pregunto el por qué, sé que no llegare a ningún lado pero no puedo evitarlo.

Sí, eras muy parecida a mi, los mismos gustos, el mismo amor por la música y la escritura, y una experta en ocultar emociones, debería haberme dado cuenta en ese entonces que también nos parecíamos en eso. Te has ido y has dejado este vacío, esta duda eterna, este dolor… Sé que en algún momento quizás no sienta este dolor y empiece a recordar solo las cosas buenas que viví junto a vos, pero hoy cuesta más de lo que podes imaginar.

Extraño cada aspecto de vos, hasta esos gritos despertando a medio mundo en la madrugada solo para jodernos el sueño. Esa picardía con la que te metías en problemas y siempre salías bien parada, y con la que le hacíamos bromas al viejo, para vengarnos de sus bromas pesadas.

Hoy solo me queda recordar, es duro no poder hacer más recuerdos con vos, te extraño hermana mía, no sabes como te extraño. No pude decirte adiós, pero creo que más que un adiós, lo que quiero decirte es un nos vemos.