«Soy un humano hambriento por los deseos del universo mezclados con mi libre albedrío, desafiante y distante; los quiero ambos por igual, nunca me negaría un baile con el destino o la libertad que a veces suele abrazar. No me siento dominado por un Dios o alguna otra energía, prefiero la muerte a ser una masa sin forma persiguiendo todo aquello que el resto cree necesitar. Nunca supe ser obediente.
Todos somos dioses forjadores de nuestro presente; por ende, de nuestro pasado, ya tienes dos de tres. No considero a ningún humano insignificante, todos poseemos un universo en nuestro interior, y el tan sólo hecho de nacer es un privilegio. No existe empatía si entre unos a otros nos tratamos con egoísmo. No se busca amor en otro cuerpo cuando estas en desastre mental, el amor se disfruta en cada callejón y escalón, por lo general enamorarse cuando alguno de los dos tiene un bajón afectivo; no dura, y empieza el ciclo, el hechizado se convierte en hechizador. Quiere, mantén tu rumbo, saborea cada amor que se haga vigente, defiende tu ilusión, ama sin mirar el horizonte, sin tantear cuanto debe medir».
OPINIONES Y COMENTARIOS