Disparo, sonido seco que se extiende en el tiempo y no hay quien lo detenga como una ola.

Avanza, destruye vidas y familias

Algunos disparos van al aire llegando muy alto, pero en picada nadie sabe donde caerá; lo más probable en la cabeza de alguien inocente. Llamadas por la multitud como: balas locas.

Francotiradores lo hacen a mucha distancia con una precisión de halcón cuando tiene a su presa en la mira, solo aprieta el gatillo y derrumba su objetivo sin escrúpulos ni miedo,

tampoco conciencia, su mejor frase es solo hago mi trabajo.

El comerciante que obligadamente tuvo que armarse para así poder defender su tienda de los asaltantes, piensa en ojalá nunca ocuparla ya que no es su método pero la vida se ha encargado de enseñárselo.

El cazador, que sale de noche con su linterna y su rifle esperando el momento justo para inmovilizar al animal y usar su arma para luego prender su fogata, calentar y disfrutar de el objetivo que pudo atrapar para poderse alimentar.

La policia las carga de un lado hacia otro, son parte de su uniforme y las toman con sus manos para persuadir solamente, no están autorizados a jalar el gatillo aunque muchas veces debieron de hacerlo para salvar a la persona que lo necesitaba.

Asesinos son los más expertos con ellas, las acarician y aman más que a cualquier ser humano. Salen con ellas y llegado el momento, hacen lo que quieren a contar de cumplir su misión, tal como lo harían en un juego, destruyendo todo a su paso.

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