Y un día se me ocurrió escribir.

Por qué no? Me dije.

Si tengo capacidad y todo lo que escribo me sale del alma.

Siempre supe que tenia este don.

Algun dia tendría que sacar mis agallas para explotarlo.

Aunque lo exprese para mi,

o lo lean unos cuantos

No pido aprobación

Y tampoco este es mi escaparate.

Solo me gusta ponerle algo de gracia a lo que siento.

No hago daño a nadie.

Me desahogo en cada momento que lo necesito.

Y me cura por dentro.

Noto como me libero. Como me recreo en cada párrafo.

Es una experiencia magnífica y poderosa que ayuda hasta el corazon mas introvertido a descubrirse a si mismo.

A dejar que nuestro alrededor pueda entendernos y ayudarnos.

Aun cuando la palabra oral nos asuste y no nos deje ser como de verdad queremos ser.

La prosa libera nuestros miedos y nos sana.

Y todos deberiamos experimentar tal sensación de libertad.

Nos hace bien.

Nos une.

Nos desata

Y nos da fortaleza

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