persiguiendo el perdón

Te tuvieron que ejecutar para pedirte perdón, diez años desde que te conocí han pasado y no hace mucho me di cuenta que fui muy injusta contigo, no puedo justificarme con lo que pasaba mira… mi madre y yo peleábamos mucho, tenía dos trabajos para poder pagar mis cosas, lo último que necesitaba era un noviecito y muchas veces te insulté, te humillé, y allí seguías tan cariñoso…

Me enlisté en el ejército y creí que jamás sabría de ti otra vez, pero antes de irme tu prima me dijo que querías verme y yo engreída me dije» jamás iré a la cárcel» se lo merece por sus actos. Después recibí una llamada del penal, tú pedias hablar conmigo… y colgué. Cuando quise saber que había sido de tu vida con mucho reproche tu familia me dijo que te habían ejecutado, que estabas irreconocible, que te cercenaron la cabeza y la tiraron apartada de tu cuerpo, que tu señora madre ni siquiera tuvo las fuerzas para reconocer tu cuerpo…

Perdóname, no me cansaré de pedírtelo e iré a tu tumba las veces que necesite ir para sentirte cercas de mí, para hacerme ilusión que me escuchas y que respondes SI.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS