Despedazame a la orilla de tu rio,
allí donde me entremezclo con el oro que desangras en mi boca,
donde me pierdo de mi imagen,
donde me aniquilo,
aquel lugar en que me hinco para lavar mis pensamientos
con tu espuma
tibia.
Despiertame de mis sueños milenarios,
juega con mi genética
haz que de mi boca griten otras bocas a causa del orgasmo que se ahoga en la palma de tu mano,
Cuanta vida en un suspiro sobrecogido
Un violín llora en alguna habitación,
mientras que acá se divide un átomo,
con tus manos,
con tu peso ligero que me arrastra al sentido de existir,
y una bomba atómica revienta en tu lengua
me empequeñezco, me hago diminuto y soy eterno cuando me comes
de una sola mordida.
Como una gatita te apagas en mi hombro,
se prende un universo ajeno al mio
y me es imposible comunicarme con el silencio tuyo
lejano,
y te amo, y te recorro y te beso de una manera total.
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