LOS CABALLEROS NO TIENEN MEMORIA
Señor mío, me han dicho unas personas muy cercanas que usted dice haberme conocido. Que tuvo amores conmigo, que más de una vez salimos a comer, a pasear y mil veces vimos juntos la luna y las estrellas.
No solo creo, sino que además estoy absolutamente convencida que de usted no ha salido una sola palabra, y no porque no pueda, si no porque usted es un caballero y los caballeros no tienen memoria.
Muchas veces hablamos sobre ese tema ¿Recuerda? cuantas veces quedamos de acuerdo, cuando una relación termina, hay que poner punto final y dar vuelta a la hoja, si lo nuestro ya no funcionó
¿Para que quedar como enemigos? Se lo dije más de una vez, parece que se le ha olvidado y poco importa todo lo hermoso que vivimos, recuerdo todas las veces que salimos, para mi usted es una persona que es digna de tener todo mi respeto, porque yo así lo conocí, un hombre guapo, hermoso por dentro y por fuera por algo me enamore de usted, tan tierno y educado, si veíamos la luna y las estrellas, subíamos ahí en ese lugar entre el cielo y la tierra, era mágico, hermoso, indescriptible, veíamos juntos no solo las estrellas si no que además podíamos sentirlas, tocarlas con nuestras manos en esos mágicos encuentros indecibles e irrepetibles…
Fuimos tan felices, pero en este rompimiento los dos fuimos culpables lo reconozco, ambos quisimos tener la razón, los dos nos sentimos dueños de la verdad.
Ahora señor ¿Como le hará usted para reparar ese daño? Y no a mi, si no a usted mismo, se me esta cayendo del altar en donde lo había colocado, El hablar de mi no lo hará a usted ser mas hombre ni a mi menos mujer, sin embargo aun puede cerrar la boca y ser como debe ser un hombre en toda la extensión de la palabra.
Le aseguro que de mi parte no saldrá ni una sola palabra, he decidido enviarle esta carta y dejar las cosas en claro, de usted espero discreción y le agradecería mucho que usted diga cuando expresamente le pregunten, que a mi ni siquiera me conoce, por esos momentos tan hermosos que usted y yo vivimos y que vale la pena guardar como lo que fuimos, una hermosa historia.
Le prometo a cambio de, atesorar en lo mas profundo de mi ser todos esos recuerdos y bellos momentos que ambos disfrutamos y quien sabe un día, en nuestras soledades un día el amor se vuelva a dar y el destino nos quiera volver a juntar…
Recuerde señor mío, porque los caballeros no tienen memoria y las damas no tenemos pasado.
Rouss Romero
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