Amigo querido.
Siempre has estado dentro mío sin pedirme permiso alguno, tomándote el atrevimiento de apoderarte de mi cuerpo. Haciéndome sentir un tanto inútil de a momentos. Cuando te siento cerca no se que hacer, para donde correr o como salvarme.
Con el paso de los años hemos aprendido a ir conviviendo juntos. Yo en vos. Vos en mí. Casi no recuerdo pulsaciones sin tu presencia. Desde pequeño vibraste en mi corazón. Y al parecer te gusto mucho, tanto que decidiste no marcharte. Quizás porque allí habría un lugar esperándote, o puede que simplemente así debía suceder.
En fin, ahí te alojaste y con tu compañía tuve que aprender a vivir de una forma muy particular, marcando con una onda delta mi diástole y sístole. De modo doloroso y fugaz. Lo que hoy me llevo a buscar en mi imaginación una medicina que calme mis latidos. Y así nacieron estas líneas. Bañadas por sangre, sudory taquicardias.
Al parecer te tranquilizan mis palabras, así que daré rienda suelta a mi confesión. Es momento de contarte que marcaste a fuego mi corta vida.
Compañero, motor averiado mío. Esta vez seamos realistas y sinceros. Con vos aprendí a disfrutar todo de un modo mas intenso, convirtiendo mi transcurrir en un constante sueño. Una triste ilusión que desea construir una realidad donde todo es muy diferente.
En muchos momentos quizás me asustaste un poco y como indefenso niño no supe comobatallarte. Pues siempre navegaste en mis pensamientos. Como un peligro. Como una amenaza latente.
Pero creo que llego el momento en el que hagamos los pases. Tan malo creo que no fui, siempre trate de que nos lleváramos bien. Ya que desde pequeño te abracé y demostré una gran fuerza de voluntad, esperanza y fe.
Quizás no te guste que haga deportes, pero debes dejar atrás el protagonismo reinante en mi pasos. Ya qué desde la ablación 2011, poco a poco emigraste desde corazón hacia mi sentir más profundo y es aquello lo que hoy tomo el coraje para girarlo al mundo. Ya no más convivir con tus fantasmas que me aterran
Pues ¡Quiero vivir, reír, amar!
Esperaré muy ansioso tu respuesta.
Ha pesar de todo, ayer hoy y tal vez mañana también: te quiero.
Un abrazo, Teo.
OPINIONES Y COMENTARIOS