A mi futuro compañero

Quiero, en primer lugar, darte la bienvenida a mi vida. Espero cuidarte y respetarte, serte leal. Debes saber que si estás leyendo esto, nos hemos escogido para construir un poco de historia en la ruta donde el amor pasó. Si estás leyendo esto, probablemente eres alguien valiente, paciente, luchador y consciente. Consciente de que en este mundo nos queda mucho por hacer, y de que encontrar la felicidad está en nuestras manos.

No serás la persona más importante de mi vida, ni yo de la tuya. No nacimos a medias. Es más, te habré elegido porque a mi parecer, estás totalmente completo. Me encantaría que sepas desde ya, que quiero que cumplas todos tus sueños, aún si en algún momento estos no me incluyen ahí, deseo que concentres todas tus fuerzas en crecer. Espero que crezcamos mucho, que el respeto siempre sea lo primero. Que al mirarnos sepamos contener esas palabras que hieren, que violentan, porque el amor es más fuerte.

Quiero contarte que tengo varios amigos y amigas, que me han acompañado por años, probablemente ya a estas alturas te he contado mucho sobre ellos. Me alegra saber que también tienes en tu corazón a aquellas personas entrañables, a quienes nunca quieres dejar ir. No lo hagas, yo tampoco lo haré. Son importantes, siempre lo van a ser, y debes saber que no dejaré de acudir cuando necesiten compartir una risa, un llanto, o un té. No te quiero todo el tiempo conmigo, a pesar de que me encanta cuando reímos juntos, deseo con toda el alma que nunca dejes de lado lo que te gusta. Nunca dejes de perseguir lo que te hace vibrar el alma. Quiero, además, que nuestro lenguaje sea el universal, el lenguaje de los besos. Pero que aún así sepamos, que un SI es eso, y NO, un no, y que no usaré contigo indirectas, porque aprendí que te mereces que sea clara siempre, así como yo merezco total sinceridad.

Espero que siempre mantengamos la chispa, aquello que hará que nuestros ojos se encuentren. Que la palabra «rutina» no exista entre los dos. Que nunca me canse de construir historias con nuestras opiniones, parecidas y a veces opuestas, espero me discutas siempre, porque las mejores conclusiones salen de una buena conversación. Sueño con aquellos días en que podamos luchar juntos, sé que, seas quien seas, estás en eso en este momento: peleando por un mundo justo, por una sociedad en donde prime la igualdad, y el amor por sobre todas las cosas.

Te escribo simplemente para pedirte que nunca dejes de ser quien eres. Por favor, no cambies, no lo hagas aún si te lo pidiera (por si acaso). Te pido que mantengas siempre tus convicciones claras, y que las defiendas. Que seamos capaces de estar despiertos, de estar claros, y que el amor nunca nos provoque ceguera, porque el día en que eso pase, habremos dejado de ser libres juntos.

Te escribo para prometer que nunca intentaré cambiarte, que siempre me mostraré así, tal como soy, por el resto de los días, hasta que el amor se acabe.