Había pasado toda la mañana en la cama, de aquel lujoso hotel. Solo se incorporo para beber el desayuno y terminar su lectura pendiente. Luego, se puso la malla y paso casi toda la tarde en la pileta, que quedaba en la terraza. Le dijo:- ¿sabes que hoy es el día? Pero la otra persona nada respondió. Va nunca respondía pensó ella. Aun así, le gustaba formularle preguntas. Luego de secarse paso por una lujosa tienda de vestidos y compro uno negro en su talla. ¿te gusta? Para que te pregunto y rio. Subieron a la habitación, se sirvió un vaso de champagne y se probó el vestido nuevo, el cual le calzaba como un guante y aunque tenia unos kilos de mas le quedaba fantástico. Ella la mira desde cierta distancia y le hace señas de que la hora corre. Si ya lo se que queda poco tiempo, pero déjame disfrutar. Tenia una mesa reservada en el restaurant del hotel, donde trabajaba un chef con estrellas michelines y el menú constaba de nueve pasos. Se sentaron, y ella disfruto cada bocado. Antes de medianoche, volvieron al dormitorio. Ella lleno la bañera con agua caliente, se cercioro de que todo estuviera preparado. Se desnudo y se metió. Desde la punta de la bañera, sentada la observada expectante, la otra persona. “Ya te dije que hoy si lo voy a hacer”. Tomo la navaja, estiro un poco el brazo y la deslizo por sus delgadas muñecas, rebanado las venas azules. Inmediatamente, la sangre broto a raudales y ella metió las manos bajo el agua, para que las venas con el calor dilataran y la sangre saliera mas aprisa. La otra persona, se levantó, la miro y le dio un largo beso. A la mañana siguiente, cuando fueron a entregar el desayuno se encontraron con el cuadro y los gritos fueron espeluznantes. Sobre la mesa de la habitación la policía encontró una carta que decía: – ADIOS MUNDO CRUEL YA NUNCA TE VERE

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