Malos Entendidos

“Lo que mal empieza, mal termina”

Había escuchaba mucho esa frase y no creí que fuera cierta, hasta que me llego el momento de sentir el dolor de tu partida definitiva. Han pasado alrededor de dos largos años de la última vez que nos vimos y no dejo de imaginar que sí al menos una cosa hubiera sido distinta quizá nosotros aún disfrutaríamos de nuestro tiempo juntos.

¿Recuerdas las largas conversaciones que ambos manteníamos de regreso a casa? ¿Recuerdas lo poco que comentamos en esa última caminata a mi hogar? Ya no había mucho de que hablar, aunque aún así las sonrisas sin razón seguían presentes. Solo con sentir que estabas cerca me invadía un extraño sentir de felicidad. Puede que, sabia que sería la última vez que te vería y prefería despedirte con una sonrisa.

En sí, para mí fue difícil despegarme de tu recuerdo. Creas o no me enamore profundamente de ti; por más que nuestra relación estuviera llena de malos entendidos, desacuerdos, discusiones, desilusiones y errores no hubo un solo día de arrepentimiento por amarte.

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