Socorro

Ayer, fui al centro. Realmente no suelo hacerlo mucho, me queda lejos y no es tan necesario, teniendo ya en el oriente, los comercios que me ofrecen lo mismo, y mucho más cerca.

Pero me gusta batallar, ya sabes como soy.

Pase por Lonches Mundo, y se me antojo, así que entre al local, y pedí mi lonche, un mixto, y una coca.

Siempre hay mucha gente, me senté donde pude y me dedique a esperar.

Entonces recordé, a principio de los 90s,solia acompañar a mi madre, a la alianza. Y era de pasada la loncheria, yo quería uno, pero mi madre nunca accedió, el dinero iba contado según ella, y realmente nunca tuvo la intención.

Era demasiado avara…

Pasaron los años y te conocí a ti.

Tu vivías en el cerro, y era obligatorio pasar por ahí, y el día de mi primer lonche, fue a tu lado.

Cuantas sensaciones, me diste cariño.

Un dorado pan francés, untado con aderezos, las finas rebanadas de queso, la carne, y muy medido pero lo suficiente para el lonche, el sabroso aguacate, con todo…

Y una coca, y como lo principal, tú…

Tu siempre, con tu boquita, tus ojitos desconfiados y enojados, tu carita seria, y tu fino cuerpecito, de 1.50 mts.

Engullendo como un tiburón, el suculento lonche.

Nunca dejaste nada, te gusta mucho, como me gustabas mucho a mi.

Que mientras te veía, sufría de erecciones, que molestaban mi entrepierna.

De eso ya más de 10 años, toda una vida ya.

Ayer llegué, yo creo por nostalgia.

Pedí mi lonche y me senté solo, el método de preparación fue el mismo.

Pero ya no estabas tú, lentos mordiscos al manjar, sigue igual de bueno.

Pero ya es un lonche más, me di cuenta al terminar.

En realidad toda la magia, siempre fuiste tu…

Pague y me retire, en el centro hay muy buenos culos.

Pero de verdad es frustrante saber, que yo tuve al amor, y lo deje escapar, como un niño pierde un globo de helio.

Lo sueltas y se va, se va, hasta nunca…