Revisé el reloj del pasillo, no se movía pero su incesante sonido tic,tac,tic,tac no paraba, las manecillas estaban fijas en la hora 2:30 Am, un suave soplido en mi cabello me puso los pelos de punta y un frió invadió mi cuerpo como las aguas de un rió sin caudal.
Un cuervo chocó contra la ventana destrozando el ventanal en finos fragmentos de vidrio, su sangre salpicó levemente mis zapatillas; quedé pasmado intentando asimilar lo que había sucedido, me acerque para acabar con su sufrimiento pero al estar a unos cuantos pasos de él su dolor termino, su cuerpo inerte perforado por los cristales.
A pesar del estruendo nadie acudió, me vi envuelto en una situación escalofriante me propuse a llamar la atención de madre para no sentir el vació y el temor de lo que había sucedido. Parpadee un segundo, y al mismo tiempo de cerrar mis ojos y tener rose mis pestañas no escuché más el reloj. Abrí mis ojos y la ventana se encontraba intacta, las manecillas se movían, nada había sucedido…
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