Una conversación pendiente

Hola, tendrás que leer esto, aquí no está la posibilidad de decir no quiero leer porque el texto es largo o te da flojera. Así que querido lector póngase cómodo y lea con atención.

Una conversación pendiente

Te escribo esta carta por una sola razón, me es imposible tener una conversación seria y fluida contigo, sé que dirás que no es así, pero si lo analizas bien… Es muy complejo tratar de exponerte mis ideas, mi molestia, algo que me ocurrió, etc. Sin que me interrumpas, porque generalmente no me dejas hablar, trato otra vez, y nuevamente no me dejas hablar, y así sucesivamente hasta que me frustras y evades el tema en totalidad y yo por mi parte decido no hablar nunca más del tema.

¿Ahora comprendes por qué te escribo esta carta?, créeme que me gustaría más, decirte lo que pienso y siento ahora mismo pero mirando tus ojos, pero ambos sabemos que nunca será así y sí ocurriera algo así, de alguna forma u otra vas evadir como de costumbre cualquier responsabilidad. Sinceramente tienes un don para no responder lo que en el fondo o te va a molestar o te duele porque sabes que te equivocaste y no quieres reconocer tú error ni menos tener cargo de conciencia y prefieres evadir, porque es más fácil, pero te engañas a ti mismo y a los demás.

Luego apareces con esas frases que realmente no sé, si son para quedar bien o usarlas para que yo me quede callada y sonría, asintiendo que todo está bien, insisto no sé de donde sacas esas frases, no sé… si son de P. Coelho (Leerlo es igual a decir erróneamente, “subir para arriba, bajar para abajo, etc.”) o sino usar esas frases creadas por algún personaje «x» que cree, que porque “suena bonito, realmente cumple una finalidad”, lamentablemente nunca será así , si quieres frases complejas, pero con una estructura sólida, con debate, y que al mismo tiempo son transcendentales, te aconsejo leer a: Platón, Aristóteles, Hannah Arendt ,Sócrates, Shopenhauer, Maquiavelo, Hume, etc. , te los recomiendo porque sinceramente tienen más que entregar que esas frases sacadas de Facebook o cualquier otra red social, suenan bonito pero en síntesis son pésimas.

Por otra parte, me aburrí…, SÍ, me aburrí ( lees bien) de ciertas cosas, como por ejemplo: como me tratas, como me hablas, cuando quieres hablar pero de lo que a ti te interesa, me molesta que nunca hay un “nosotros”, para ti soy cualquier cosa, menos un igual. (No te alarmes, te explicare en detalle, esto es una mera forma de generalizar las cosas).

Como bien sabes, viajo los viernes por la tarde a mi casa y el día domingo retorno a Santiago y dentro de la semana trato de coordinar mis tiempos con los tuyos, pero el otro día lunes , te llame para ponernos de acuerdo a que hora nos juntaríamos (fue algo así esta conversación)…

-Llegue, todo bien, a qué hora nos juntamos?

-Mmmm… como a las 13

-Entre las 13 y 15, mejor porque tengo que hacer un par de trámites y más tarde tengo hora al kinesiólogo .

-Bueno entonces a esa hora, en qué lugar?

-En el costanera, porque me queda más cerca

-Bueno, me avisas cualquier cosa…

Al pasar el tiempo, eran como las 12:30, te llame, seguías acostado, fuiste sutil en decirme que no querías venir, está bien pensé, bueno seguiré con mis cosas, almorcé sola y dentro de mí, comencé a meditar la situación. Él prefiero quedarse a dormir en vez de verme, sabiendo que nos vemos poco, sabe que no me molestare y que a larga entenderé, te confieso que me molesto bastante, por otra parte lo dije casi como broma, pero creo que a larga ambos sabemos que tengo razón , si te hubieran llamado para que fueras a arbitrar o un campeonato de fútbol, VAS, se te van todos los dolores, incluso se te quita el sueño, la flojera, te vistes rápido y vas, no dudas de ello. Y yo aquí, esperando… fue lo suficiente, es la gota que derramo el vaso.

Ahora partamos por todo aquello que me molesta o mejor dicho me desagrada profundamente.

En primer lugar, cuando te conocí, siempre te encontré indeciso al momento de estar conmigo, cuando te enfrente no tuviste alternativa y te acorrale (seguramente te sentías entre la espada y la pared), ya no me podías esquivar la pregunta, ni darme respuesta dudosas entre que sí quieres o no, basta de ambigüedades… Así que termine siendo tú NOVIA. Pero tú, ¿sinceramente, no querías, cierto?, yo sé la respuesta.

Desde aquel entonces cuando te conocí han pasado alrededor de 3 años, no sé si me equivoque pero creo que te daba o te sigo dando vergüenza, básicamente porque no soy ese prototipo de mujer que venden en las revistas, no mido 1,90 mts, ni tengo cintura de avispa, tampoco soy “la chica trofeo”, no me maquillo y no suelo arreglarme 24/7 y estar lista para toda ocasión.

A principio me criticabas bastante, ¿por qué no te arreglas? y la respuesta es simple: Soy fiel a mí, en primer lugar, por el respeto y amor que me tengo, hago con mi cuerpo ¡LO QUE SE ME VENGA EN GANA , SINO LE GUSTA A LOS DEMÁS QUE LE DEN POR EL CULO!, no necesito esconder mi cara ni mucho menos mi cuerpo, ni exhibirme como un cuadro pintoresco para el deleite visual de nadie, no me gusta ver algo que no soy , soy lo que vez , conmigo no hay doble lecturas, es más la mayoría de los hombres no se maquilla ni anda de punta en blanco todo el tiempo, entonces pensé, ¿ellos pueden y yo no, santa boludes, no? quiero sentirme a gusta conmigo mismo no darle a los demás en el gusto de ser algo ficticio, algo que nunca seré.

El estigma de la chica trofeo

Debe de carcomerte los sesos, el alma, la vida, tu vejez, saber que estoy lejos de ese estereotipo. Porque presentarme con tus amigos los de fútbol americano, te debió doler pero en lo más profundo de tú ser, no era lo suficiente, no era el prototipo digno, era más bien alguien desaliñada, sin gusto de lo estético.

Pues cariño malo te equivocas, la belleza es subjetiva, y a mi juicio cuando quieres cambiar a alguien, es porque no lo aceptas, ya no es un igual, ahora es un objeto, (un objeto por mucho amor que quieras darle nunca va a ser un amor recíproco).

Hasta este minuto me sigo preguntando, ¿para qué seguir juntos ? ¿Sino soy lo suficiente? Acaso ¿soy “algo importante”?… Dime que se siente, que el capitán del equipo te dijera preséntala, sino es por él nadie sabría de mí y hubiera pasado desapercibida. Supongo que no me crees, pero ese día miraste a tu alrededor habían varias novias ayudando a su pareja a vestirse en pleno campo de fútbol , en cambio a mí solo me dices ponte en la sombra mejor… Si recuerdas esto, lo dejare a tu criterio…porque yo la película la tengo clara, pero creo que aún no entendiste al concepto que quiero llegar y es simple, que no te vean conmigo.

Sino mal recuerdo fueron como 3 o 5 meses donde me sugeriste de varias formas, de la manera más sutil hasta de la manera más grotesca, cruzando la delgada línea de ofenderme sólo para decirme que estas gorda, incluso me insinuaste tantas veces que fuéramos juntos al gimnasio. Cariño malo, no aumente de peso porque se me ocurrió la brillante idea, ahora puedo decirte que tengo crisis de pánico y trastorno de la ansiedad( lo que hace que tenga atracones de comida, son desmedidos, no siento saciedad, solo paro cuando siento acidez o en su defecto tengo las ganas de vomitar, no soy bulimica, solo es la sensación), gracias a esto subí de peso muy rápido, en menos de un año subí 10 kilos de golpe, en ese entonces no sabía que es lo que me estaba ocurriendo.

Simplemente un día me colapsaste y te pare los carros en seco, fue lo suficiente para que hasta la fecha no me tocaras más el tema, te confieso que una gran parte de mí quiso ser más cruel y devolverte la mano con una verdadera bazofia, y haberte gritado a la cara (porque los dos sabemos que eso te duele, te baja el ego, incluso sé que es motivo suficiente para hacerte llorar desconsoladamente por horas) insisto, te gritaría con toda la fuerza de mi ser a los 4 vientos: ANTES DE QUE TE METAS AL GIMNASIO CONMIGO Y GASTES ESE DINERO GÁSTALO MEJOR EN UN BUEN DENTISTA. Dime algo, ¿no te hubiese dolido esto? Yo sé que sí, es tú punto débil, uno de tus dolores que te amarga el alma, aún recuerdo cuando me contaste, tú voz estaba bajita, tus ojos miraban el piso, sé que te costó hablar de ello, no me reí ni te dije nada ofensivo, solo te anime a buscar un buen dentista y que si querías te acompañaba. Ese crudo comentario quise decírtelo pero preferí guardármelo, sé que tengo una lengua con mucho filo y tengo claro que si ataco no iré por algo suave, iré directamente a cortarte la cabeza y no voy a tener piedad, seré como Iván el terrible.

Un detalle que se me había olvidado, ese día que me habías presentado con tus amigos en el asado, recuerdas el comentario del Aníbal: “la tenías bien guardada”, yo me pregunto además de esta gente, nadie más sabe de mi existencia, no sé si eso sea bueno o malo, pero para ti debe de ser bueno, menos tormento, así nadie te reprocha algo. A principio tu gran queja para decirme “somos” en vez de decir que éramos pareja o novios, era que preferías tu libertad, déjame decirte algo, respecto a ello: ¿hasta el momento te he impuesto alguna regla (en lo personal no me gusta)?, mira veelo de esta forma:

“Los pájaros, cuando se les coloca en una jaula, la mayoría muere, no por inanición o enfermedad sino porque comprenden que ya no tienen ese cielo inmenso para estirar las alas, tirarse de la montaña, caer en picada contra el agua y salir con un pez en las garras.”

Te deje ser libre, solo éramos «algo», incluso te dije sale, diviértete, aprovecha que eres joven, solo llámame o mándame un mensaje cuando llegues a tú casa, nunca te revise el celular, ni te controle, esto no debiese de llamarte la atención pero técnicamente es porque te veía como un igual, no alguien lejano a mí, te quiero y respeto por eso.

Siempre te anime a ir por más, ¿recuerdas cuanto entraste a estudiar Técnico en enfermería?, te dije no importa que no nos veamos, tú dedícate a los estudios, el amor va y viene pero los estudios son lo que dejan. Ahora estas en la recta final, espero que no te rindas aunque la gente te diga que eres de lo peor, recuerda que es algo momentáneo.

Yo estoy pasando por un pésimo momento y se llama Crisis de pánico y Ansiedad, a pesar de que fuiste conmigo a terapia, sigues sin entender, así que tendré que explicarte, otra vez:

No sé a qué hora llega, ni que día, o en que parte del día ocurra puede ser en la mañana o en la tarde o las 4 de la mañana , o 1,2,5, 6 veces en la semana, no sé… solo sé que puede ser en cualquier instante. Antes de que ocurra, me falta el aire y este a su vez se torna denso, da esa sensación que el aire esta totalmente dividido como el agua y el aceite, como que cada vez hay menos aire, la boca, se me pone seca, tomo agua, creo que está más seca que antes, tengo escalofríos por todo el cuerpo, mis manos tiemblan y sudan a la vez, sé que va a ocurrir algo… me desespero porque necesito buscar un “lugar seguro” un lugar donde si tengo la crisis nadie me hará daño, porque en estos momentos estoy vulnerable y me expongo a cualquier situación, no soy capaz de moverme, tampoco de protestar, ni hablar, estoy a la merced de los demás, no sé si pararme, sentarme, ponerme de costado, boca arriba, boca abajo, mis piernas comienzan a temblar, no lo puedo controlar, primero es una, luego la otra y después en conjunto , ahora me ahogo de verdad, no estoy respirando, comienzo mover mi torso hacia adelante y hacia atrás, entonces aquí aparece el llanto, con suerte digo A….aaaaa.gghhh..uu….a (agua) recién respiro, así me la llevo un buen rato, tampoco sé si durara 15 minutos, 2 horas o más.

Ahora trata de visualizarlo, me has visto, pero así se siente, gracias a los medicamentos que me receto el psiquiatra puedo decirte que las crisis han disminuido que son menos complicadas que antes, que duran menos, que me agobian menos.

Después de dicho acontecimiento, mi cuerpo esta tan fatigado y cansado que aquí aparece otro demonio: y son los atracones de comida, no tengo hambre, pero siento la necesidad de que tengo que comer, lo que sea, lo primero que encuentre, ojala algo grande o sustancioso, generalmente opto por la comida chatarra, porque es fácil y económica adquirirla, puede ser un combo en el mc Donald, llego a mi casa y encuentro el paquete de galletas, no ha pasado ni una hora desde que comí algo y vuelvo a comer lo que encuentre, galletas, chocolates, papa fritas, pan, etc. ¿Sabes que es triste? El saber que no paras de comer, teniendo un cierto grado de lucidez, no piensas en que vas a parar, al contrario sigues comiendo, hasta que mi cuerpo al fin manda la señal de que tengo acidez, estoy al límite entre que vomito o no, generalmente me tomo un ENO, y todo pasa. Así me la lleve más de un año, varias veces a las semanas, en cualquier horario, ahora repite conmigo: no importa si subo o no de peso tengo que seguir, no puedo parar, repite esta frase hasta que digas que se te quedo tatuada en la piel o digas desde lo más profundo de tú ser : no más, pues entonces hay me entenderás.

Desde que sabes a la fecha o incluso antes o tal vez nunca fui un igual para ti, ahora me miras como si tuviera lepra, o peor aún, hay una delgada línea entre lastimar y lástima, y tú a mí me vez con lástima. Detesto desde lo más profundo de mí ser que me vean con lástima, tengo crisis de pánico , nada más.

No sabes cómo hablarme o como acercarte y llevamos 3 años de relación , y crees que no me doy cuenta, crees que si me dices terminamos me lastimaras y caeré en una profunda depresión, pues no, sufriré un tiempo pero a la larga se me pasara, estoy joven, me quedan muchas cosas por hacer y tampoco eres el primero ni el último hombre que conoceré. Aun no pierdo la esperanza de salir de esto. Yo sé que a larga te es más fácil terminar, es una responsabilidad menos o un cacho menos, añoras tu libertad, siempre has sido libre, pero tú nunca comprenderás lo que es querer ni mucho menos amar, no es tan solo decirme o repetirlo hasta que te lo creas, si fuera así, yo me repetiría todo el día: “no tengo crisis de pánico tampoco ansiedad.”, pero fíjate en algo, es solo una humilde observación, yo solo te pido que me apoyes y me comprendas, no te pido que me resuelvas mi vida ni nada similar, porque técnicamente soy yo la que ha tomado todas las decisiones de mi vida, buena o malas, las tomo yo y no me arrepiento de ello, yo decidí comenzar la terapia para sanarme, yo decidí ir, ¡YO!, pero en cambio tú cariño, vamos a sesión y te molestas porque te llevo, te molesta que te reprochen aquellas actitudes que son dañinas para mí como la forma que tienes en comunicarte, y desde ese día a la fecha decidiste verme como una persona enferma, que es mejor no decirle nada, omitirme todo porque ahora le dará una crisis, no sabes cómo lidiar con ello o que decir para no incomodar pero si sé que entre menos me digas cosas, mejor será, por ahora me preocupo de mí y que ella arregle su problema, y ahí me llame.

Cariño, tengo algo triste que contarte, amar a alguien es más que callar, opinar, mirar, agachar la cabeza un día, esperar, y más, pero si te das cuenta que la otra parte está mal, no le cargues más la mano, trata de hacerle más fácil su diario vivir, no te pido grandes cosas, pero querer…, es más que callar, es saber cuándo y en qué momento, porque sabes que haces daño, yo me calle en el momento que comenzaste a incitarme de que estaba gorda, me calle y sabes ¿por qué? Porque te respeto y lo que menos quiero es hacerte daño, lamentablemente hoy tengo un problema, y como dijiste en sesión: “yo venía dispuesto a terminar”, entonces si lo analizo un poco más, estás conmigo por pena, no por amor, te quitare este gran tormento que llevas en los hombros, eres libre de irte ahora y de nunca más volver, puedes ir tranquilo, yo aquí me quedare, no creas que mañana iré a buscarte, porque no va hacer así, incluso puedes mañana mismo estar con alguien más, yo no haré nada, no tengo esa mala costumbre de pelear por un hombre, peliaría con uñas y dientes pero por un hijo, me quemaría a lo bonzo, incluso daría hasta mi vida, pero por un hombre, ¡Jamás!.

Eres libre, disfruta por ahora, porque cuando tengas otra pareja y ella tenga algún problema, espero que tengas esos mismos cojones que tuviste para verme como un animal enfermo tomando su último aliento, porque para afrontar dicha adversidad no sé si puedas… pero recuerda algo cariño, cierra la boca cuando te enojes, porque la vas a lastimar.

Me despido, te deseo lo mejor, sé que lograras las metas que te has propuesto.

Saluda atte.

Martina Stuart