Hay personas…
que todo el tiempo se quejan de lo que no tienen, de lo que no saben, de lo que no disfrutan: una pareja, un teléfono, un cuerpo delgado o esbelto.
Pero ignora lo que si tienen, lo que si saben y lo que si disfrutan: familia, educación, un techo y mantas en días gélidos, comida y agua en tiempos de hambruna, amor y comprensión de amigos, salud o el hecho de no tener alguna limitación sobre su desarrollo físico y personal.
Pero sobre todo, ignora que debe cultivar el amor propio.
Siempre poniendo por encima las cosas materiales, las relaciones superficiales, la imagen perfeccionista de lo que consideran para si mismos un mejor «yo».
Tu que piensas que si el mundo es un juez absoluto, que si a la sociedad le gusta; es correcto, es bello, es aceptable. ¿Qué sabe el mundo de ti? ¿Qué sabes tú del mundo?
Muchos ignoran que lo tienen todo con tan sólo tener los cinco sentidos, facultades mentales, o incluso libertad.
Mientras que aquellos que todo lo sufren, que todo les falta, que todo lo ignoran… Son más felices con sólo un poco de bienestar, un empleo estable, comida que llevar a la boca, y la calidez de un sitio al cual llamar hogar.
Lo que es verdad, es que todos quieren ser mejores versiones de si mismos, la mayoría sin esforzarse, sin errar en el camino, sin tomar el camino largo.
Encerrados en su burbuja de egocentrismo y; cuando no lo logran se refugian en la lástima.
Preguntándose porque no tienen fama o fortuna, porqué no consiguen lo que quieren tan rápido como lo hace la gente exitosa, porqué cuesta tanto cumplir una meta.
Así pues, se moldean a la forma e imagen de un estereotipo, un imitador que aprende a ser alguien más en vez de uno mismo.
Por dicha razón hoy hay más gente infeliz que afirma ser un modelo a seguir, vacíos, con arrepentimientos, persiguiendo sueños ajenos,
Siempre envidiando a la gente que encuentra en su trabajo, en sus heridas y en su esfuerzo, la felicidad propia, y así también hay gente que, viéndose un par de peldaños arriba del resto, menosprecia a quienes en su momento fueron su apoyo, y aplastan a la gente que con trabajos desea crecer.
Pero siguen vacíos, siguen sustituyéndose por modelos de papel y cera.
Si tu me estás leyendo ahora, probablemente estés en algún lado de la moneda, o quizás siendo sólo un espectador, a ti te dedico estás palabras:
Somos lo que somos, tenemos lo que tenemos, nos tenemos a nosotros mismos, y siempre podemos ser mejores,
Saber valorar los pequeños detalles, y apreciar incluso el camino lleno de piedras o jardines llenos de flores con con espinas.
Si aprendes a sobrellevar el dolor, y ser consciente de las riquezas inmateriales, con certeza sabrás que tu felicidad no dependerá más de lo que te imponga el mundo.
Dependerá de ti, sólo de ti,
Sólo éso, basta y sobra… para quien se ve a si mismo como un ser único y así se ama.
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