EL MILAGRO DE LA VIRGEN DE LA PEÑA EN BRIHUEGA
I
La princesa Elima, morena y risueña,
de alma sensible y soñadora,
hija del rey toledano musulmán
y de una bella cautiva cristiana.
II
Desde su más tierna infancia,
su madre le inculcó la religión cristiana,
que en su corazón ha guardado
como su tesoro más preciado.
III
Noche estival, clara y sosegada,
la Princesa contemplaba
la belleza de la noche estrellada,
ante intenso resplandor quedó admirada.
IV
Al aparecérsele rodeada de una luz nacarada
la Virgen, que a su hijo en brazos sostenía,
ante su visión quedó maravillada,
dudaba, si era cierto lo que veía
o fruto del delirio de su mente adormecida.
V
Al contemplar la belleza y sonrisa
del rostro de María,
su duda al igual que la niebla
a la rapidez del viento se disiparía.
VI
Rodeada de un nimbo de luz resplandeciente,
a la velocidad del rayo se abismaba
entre el frondoso follaje,
y en la oquedad de la roca desaparecía.
VII
Como un rayo abandonó su estancia
a dar a sus siervos tan grata noticia,
apresurados, breñas y zarzales limpiaron,
donde una gruta en la peña descubrieron.
VIII
En su interior una talla de madera aparecía
de la Virgen que a su hijo en brazos sostenía,
al igual que la pólvora la noticia se extendía
entre la comunidad cristiana de la villa.
IX
Nueve siglos después,
con el mismo entusiasmo y fervor
siguen venerando a su Patrona de Brihuega,
donde levantaron en su honor
la parroquia de Santa María de la Peña.
X
Desde ese día,
la Virgen nos brinda protección
desde el reino del cielo,
para poder librarnos
de las tinieblas del infierno.
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Autor: Fidel Tello Costero
17-11-2018
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