Mi papa volvió a fumar luego de años, le tienen prohibido fumar por su enfermedad, lo hizo a escondida y yo que también fume por varios años percibí el sutil olor del tabaco en su boca, rebelde y fugaz antes de invitarlo a pasar. Hoy encontré una bolsa llena de cartas antiguas de gente que ya no me importa aunque una de ellas era de mi papá, la carta me la escribió cuando yo tenia 14 años, ahí tenia escritas palabras como soledad, vacio, abrigo, puente, no sabia que significaban esas palabras pero las primeras dos ya las vivía intensamente, las leí y lloré y lo sentí lejano, a mil leguas a pesar de estar tomando once a su lado.
Fue un dia raro, estuve todo el dia en cama, me volvieron a echar de la pega, leía y no me concentraba, pensé en hacer un proyecto por mi parte pero no sabía de que escribir, me estaba sobreexigiendo y me quedaba sin ideas porque ninguna me gustaba demasiado. Me golpearon la puerta y sin energías fui a ver quien era, era la vecina con mi gato en brazos, habia estado peleando con unos perros en la calles, lo recibí y le di las gracias, apenas cerré la puerta lo rete, siempre era lo mismo con él, algún dia se lo comerían. Me volví a acostar y no encontraba alguna posición cómoda hasta que me llamó mi papá, queria venir a verme y que tomaramos once juntos, hace años que no sabía de él, desde que me aburrí de las reiteradas veces en que nos agarrabamos a combos. Le di mi dirección y en un par de horas llegó a mi casa, estaba flaco y canoso, pasamos y nos sentamos a tomar once, llevó un pie de limon y yo le ofrecí café, me contó que en su trabajo una niña de 15 años se suicidó, el era profesor, su profesor jefe, me decia que se sentia extraño, fue indiferente con lo que pasaba en su curso y cuando sucedió lo inevitable se acordó de mi y de mis años en terapia que el pagaba de malas ganas, nunca quiso acompañarme a las sesiones y jamás me preguntó porque la abandoné. Me pidió que por favor no me matara antes de que el muriera.
Era un pensamiento recurrente pero él eso no lo sabía.
Ya se había ido mi papa y yo me habia acostado, todavía no me acostumbraba a la pieza con la mitad de cosas que habia hace un tiempo atras, seguía pensando en ella y en porque se fue sin decirme nada, me acordaba de aquella vez que conversabamos en la playa sobre nuestras casas de pequeños, le había contado anécdotas con mi padre mientras veía su mirada atenta, las olas reflejadas en sus ojos brillosos, su pelo lacio al viento y como su manos jugaban con un palito en la arena, de vez en cuando nos reiamos al compás. De la nada estaba pensando en mi papa, cuando saltabamos las olas en aquellos años que vacacionabamos como familia.
Tuve que prender la luz para ir al baño a lavarme la cara, me cargaba sentir rabia y terminar llorando por la pena que estaba escondiendo.
Creo que ya no deberia vivir solo.
OPINIONES Y COMENTARIOS