Verdad escondida

Realidad y Falsedad

La lúgubre verdad se encuentra oculta detrás de la brillante mentira. La falsedad domina todo, cambia lo que se conoce por algo que nos llene de gozo, transformando la realidad a su antojo. La sociedad está conforme son esto, pero lamentablemente este engaño no puede ser para siempre, tarde o temprano todo se sabría, mostrando lo que se quería mantener oculto. La máscara que se había puesto, para impedir ver la realidad se desmorona lentamente, hasta no dejar rastros de esta. Lo pequeño pedazos que ahora se encuentran, son lo único que queda de lo conocido, ya es tarde de evitar un colapso. Aun así, la sociedad se niega a salir de su cueva prefiere ver cómo todo se derrumba, en lugar de aceptar que se equivocó.

No quiere aceptar, que por su ignorancia el mundo se encuentra destruido, lo que era conocido ya no existe, en su lugar se encuentra lo que estaba oculto. Pero existen unos valientes, que deciden aventarse al mundo que se había ignorado desde hace mucho tiempo, no cierran los ojos, al contrario, lo quieren mantener abiertos para darse cuenta de todo lo que se hizo a un lado.

Las cadenas que los mantenían sujetos a una realidad falsa, se rompen otorgándoles la libertad tan anhelada, una que nunca se tuvo que haber evitado, aprovechan esto para conocer lo desconocido. Mientras que los conformistas que se quedan en su cueva no quieren saber nada de las personas que quieren destruir lo que ellos con tanto esfuerzo crearon. Las plegarias de los conformistas no se escuchan, los valientes regresan para contar la verdad de las sombras que siempre habían visto, de los murmullos escuchados, de las cosas que sentían, pero no tenían conocimiento de su lugar de origen, su llegad marca un cambio en la vida de todas las personas que habitan en la caverna. No importa si conocen la verdad escondida, todos quieren seguir viviendo una mentira así que niegan ahora lo que se conoce y crean otra mentira, generando que el mundo gire en torno a las falacias.

No se culpar a la sociedad de no querer romper lo que es conocido para ellos, después de todo el miedo es el que los guía o es lo que creen, porque no están conscientes de que existe algo que los maneja a su antojo por no querer ver lo que tienen enfrente. Con esto se les puede culpar es de ser hipócritas, porque los engaños les generan un conflicto mental siendo ellos creadores de este mundo de mentiras, quieren la verdad para no sentirse traicionados, pero no desean llevarle la contra a su fiel amiga, una que los ha acompañado desde que nacieron, una con la que siempre van a contar, esta es la mentira disfrazada de comedia. Piden a gritos la verdad, pero se niegan a escucharla o verla, son tan contradictorios que solamente se hacen daño a ellos mismos.

No se puede hacer nada más, solamente reconocer que la verdad la queremos oculta, aunque sea la mejor, porque ya no se quiere más tragedias, solamente se quiere la felicidad que trae consigo la comedia de la mentira.

La Comedia

Que hermosa mentira se ha creado, lo mejor de todo es la manera en la que se esconde, la comedia es esa falsedad a la que todos odian, pero no hacen nada para combatirla, se prefiere vivir en la ignorancia simplemente porqué es más fácil eso, que ver la verdad. Se desea, se anhela el ya no tener pesares, se quiere, se busca el no tener que sufrir. Eso se resuelve simplemente en poner una máscara, que cubra todo ese dolor, algo que impida ver lo que ya no se quiere, en dejar a un lado el causante de todo mal, en este caso es la verdad. Poco a poco se quiere olvidar lo que se conocía, para empezar a vivir un mundo que cumpla nuestros deseos, uno en donde los sueños sean fáciles de alcanzar, sin tener que luchar. Uno donde la mente humana sea capaz de controlarlo todo, uno que impida que la verdad salga a la luz para que esta destruya lo que se ha tardado en construir, una verdad que rompería la comodidad a la que se ha acostumbrado.

Los humanos son tan pobres e ilusos, no se dan cuenta de que sí esto se esconde por más tiempo, todo caerá en un colapso, porqué después vamos a querer ocultar esta mentira, con otra comedia, hasta que llegue a tal punto del cual no sepamos cómo seguir escondiendo la falsedad que tanto cariño se le ha otorgado.

La tragedia

Lo escondido se quiere mantener así, no se quiere saber nada sobre esto. Nadie quiere que se exponga a la luz, no quieren salir de su zona de confort. Se quiere seguir viviendo en la ignorancia, lo que nadie sabe, de lo que nadie sospecha, es que la tragedia acecha, se acerca lentamente para acabar con lo conocido, para que se deje de vivir en una mentira. La comedia siempre gana, la sonrisa se mantiene, la mentira sólo se escucha, la tragedia se mantiene en la oscuridad, nadie se preocupa por la tristeza, la verdad se mantendrá oculta. El miedo es lo que impulsa para que las cosas se queden de esta manera. Pero tarde o temprano, la tragedia va a querer también ser escuchada, ya no quiere estar en el anonimato, pero nada de esto pasará porque la sociedad se niega a reconocer que existe otra alternativa que no sea la comedia.

Espejos

Todo está calmado no hay nada ni nadie que rompa con la comodidad en la que estamos. Pero a lo lejos se escucha como alguien corre, como si su vida dependiera de eso, las palabras de ayuda no se hacen esperar. La persona ya no puede más, eso todos lo sabemos, la muchedumbre se hace cada vez más y más grande, el joven de un paso más, pero es en ese momento donde sus fuerzas lo abandonan, cae al suelo, muchos tratan de ayudarlo, pero cuando lo intentan tocar no pueden, es como si el muchacho fuera intangible. Los murmullos incrementan a la par de los sollozos del cuerpo que se encuentra en el suelo.

Nadie entiende lo que está pasando, las palabras son escuchadas a lo lejos, ya nadie es consciente de lo que dice, el miedo es palpable en el aire, poco a poco cada ruido desaparece, los movimientos son más lentos e involuntarios. De repente se escucha en la lejanía cómo el vidrio de un espejo se rompe acompañado de un lastimero alarido. Logrando que la ansiedad se apodere de todos, algunos tratan de gritar, otros de moverse, pero es inútil, nada se puede hacer. Lentamente las personas se desploman contra el pavimento, dejan de respirar, sus ojos se cierran un ya nunca más se abren. Todo esto pasa mientras que los espejos se rompen, el sonido que se crea cuando los vidrios caen al suelo es ensordecedor.

Poco a poco todo lo que conocíamos como realidad se desmorona frente a nosotros, sin que podamos hacer algo. Ahora las piernas pueden moverse, corren sin mirar atrás, sin detenerse, quieren escapar de lo que nos mantiene rodeados. A lo lejos se divisa el último espejo, muchos se dirigen hacia el sin ser conscientes del porque lo hacen. Uno a uno lo van atravesando, unos pocos se quedan, no pueden pasar algo se los impide. Piden ayuda, pero nadie los escucha no importa lo alto que lo griten.

Cuando llego al espejo me detengo por un momento, siento que algo me impide el paso, veo a mis padres, mis hermanos y amigos cómo logran escapar de este mundo, de la realidad en la que vivíamos cómodamente. Mis ojos se aguadan, mi garganta ya no soporta los sollozos silenciosos, mi corazón siente que perdió algo, pero no sabe que es. Parece como si me hubieran arrebatado algo muy importante, algo de lo que yo no tenía noción. De repente siento cómo algo agarra mi brazo con fuerza, no queriéndome soltar, no queriéndome dejar varada en este lugar, la mano que me sostiene me jala hacia el otro lado del espejo. La cabeza duele y da vueltas, no puedo abrir los ojos, los oídos zumban por el eco que se escucha de fondo. Siento cómo mi cuerpo deja de sostenerme, para dejarme caer, pero algo me lo impide y es cuando recuerdo cuando tengo alguien que me sostiene.

Lentamente abro los ojos y enfoco mi mirada para ver sí reconozco algo, no puedo creer lo que veo, me encuentro en mi cuarto no comprendo lo que pasa, sé que es mi cuarto, pero siento que algo no está bien. Busco a la persona que me sostenía, pero no encuentro a nadie, quiero creer que estoy en un sueño, que mi mente me jugó una mala broma, no entiendo que es lo que pasa. Tengo miedo. Un sonido llama mi atención, es una cajita musical, me acerco con paso lento, cuando la tengo en mis manos, la puerta se abre, escucho una voz, me resulta familiar. Giro la cabeza para enfrentar a la persona con la voz conocida.

Mis ojos se abren a más no poder, mi mente intenta procesar todo lo que pasa. Mis latidos son más erráticos, la respiración es entrecortada, mi cuerpo se pone nuevamente débil.

La persona alza la mirada, su voz se abre y lo único que comprendo que dice es…

-Bienvenida, Elizabeth.

Esperanza

La muerte es una constante en nuestra vida, puede pasar en cualquier momento, todo puede cambiar en ese instante y nadie está preparado para esa pérdida. La lluvia golpea mi cuerpo lastimándolo, pero poco me importa ya no puedo sentir nada. Frente a mí se encuentran las tumbas de mis padres, las lágrimas ya no salen de mis ojos porque ahora se encuentra secos. Todo ya no tiene sentido, ya no importa lo que pase. A lo lejos escucho mi nombre, no necesito voltear para saber quién lo grita, no quiero ir con ellos sé que mi vida no será mejor lamentablemente no tengo opción, aun así, me niego a irme y dejar a mis padres. Las pisadas se escuchan cerca, infundiendo miedo en mi ser, pero no me muevo tengo que ser firme. Mi cabello es tomado con fuera logrando que suelte un lastimero jadeo, pero a él no le importa, solo se quiere deshacer de mí.

Me lleva a un coche y me avienta dentro de este, la puerta es cerrada con demasiada fuerza, rompiendo más mi corazón y la poca fe que me queda. La razón empieza a pelear con los sentimientos, creando un conflicto. Ya no puedo con esto quiero que se acabe este sufrimiento. Soy llevada a “Esperanza” un lugar que quiere ayudar a las personas a que vuelvan a creer, no quiero estar en ese lugar, sé que es malo, quieren que sea algo que ya no soy. Me reciben con una sonrisa extraña, siento un escalofrío recorriendo mi cuerpo, las ganas de llorar vuelven, quiero salir y nunca volver, pero eso no será posible no hay nadie que espere por mí.

Día tras día sólo sufro, siento un inmenso dolor, mi mente y cuerpo ya no pueden, he encontrado un escape de este martirio, sólo puedo ver el espejo que se encuentra en cuarto, no hay nada más que eso. Por medio de mi reflejo puedo aparentar que existe otra realidad, dónde soy feliz con mis padres, una donde tengo hermano y amigos. Pero, me doy cuenta de que nada de eso es real, mi mente sólo crea esa ilusión para tener un escape. La fe que me quieren inculcar no la acepto, no quiero creer en alguien superior que en teoría vela por nuestro bien, pero en cualquier momento nos abandona, no quiero pensar que ese ser nos deja varados en este mundo cruel y lleno de dolor para que aprendamos una lección. “Esperanza” no lo comprende, quiere obligarnos a creer en algo que no somos capaces de concebir. Mi vida está en juego sólo por no creer.

Poco a poco, me voy desvaneciendo, pero a lo lejos escucho un grito y pisadas apresuradas, me acerco a la puerta, pero el ruido no proviene de ese lugar, de repente observo el espejo. Este tiene unas gritas, tiembla, los alaridos son más fuertes, me acerco lentamente y por un instante veo que hay otra realidad, en esa se encuentra mi reflejo. Quiero alcanzarla, pero no puedo, mis brazos no me obedecen, algo me lo impide. Mi reflejo se ve asustada, no tiene escapatoria eso ella lo sabe, ella se rindió y perdió la fe. Veo en sus ojos dolor y desespero, en ese momento puedo estirar mi brazo y tomar el suyo. Logro sacarla de ese mundo que se destruía cada segundo. Al momento de hacerlo siento cómo salgo volando de la habitación, quedando ella sola. Me desoriento, no sé qué es lo que pasó, me levanto como puedo, el dolor en mi cuerpo se hace presente.

Abro la puerta con cuidado para no espantarla, sé que está asustada porque yo también lo siento. Ella se encuentra de espaldas, observando lo que se encuentra a su alrededor. Parece que ella lo conoce, pero tal vez no lo sabe.

-Bienvenida, Elizabeth- Es lo único que atino a decir.

Juntando Verdades

El mundo se detiene, la respiración se corta, la sangre ya no circula, no salen las palabras, sienten que es un sueño anhelan por que lo sea. Ambas realidades se juntan, las dos piensan que solo existía una, pero no es así y ahora lo comprueban, ellas siempre lo supieron, pero querían negarlo. La confusión las gobierna, quieren hablar, pero sienten un nudo en la garganta, no pueden moverse. Una quiere escapar mientras que la otra no quiere estar sola.

Una expone:

Día tras día, me voy hundiendo más en mi miseria, sin poder escapar de esta. Me gustaría que alguien me apoyara para salir de esta situación que carcome cualquier parte de bondad que alguna vez se encontró en mi interior.

Casi toda mi vida ha estado llena de decepciones y abandonos de las personas que fueron muy cercanas a mí. Por eso poco a poco yo dejé de confiar en las personas, pero llegaron un par de amigas que me cambiaron esa perspectiva, todo empezó a mejorar mis risas ya no eran falsa y mis ojos empezaban a brillar. Pero lamentablemente la tristeza siempre regresa arrebatando todo a su paso.

La depresión era cada vez más presente y la oscuridad era solo mi amiga, mi confidente ya que después de todas las amigas que conocí se fueron cuando supieron mi verdad, dejándome sola de nuevo y sin ningún rumbo a cuál ir.

Me fui sumiendo cada vez más en mis pensamientos ya que eran mi única compañía, estaba sola en un mar de gente, esperando que alguien llegara para poderme ayudar, sin embargo, nadie llegó; dejándome sola y cansada de luchar.

La otra dice: Las voces incoherentes se hacían cada vez más presentes, impidiendo un pensamiento con uso de razón. Cada día era más complicado acallar las voces que solo atormentaban. Mientras el tiempo pasaba, por mi mente se encontraba en un quiebre mental. Nadie sabía por lo que estaba pasando, ninguno nunca no se imaginaba por el tormento que tenía que sufrir día tras día. Una vez que llegó a mi límite, su mente no lo soportó más, derrumbó las últimas paredes de la razón para dar paso a la locura.

Poco a poco, la joven sonriente y amable, era remplazada por una fría y sin alma. Tanto sus amigos como su familia, no entendía cómo era posible que esa persona era su mejor amiga, su novia, su hermana, su hija. Siendo tan diferente a la que recordaban, ella había perdido su felicidad y bondad, las voces y personas que se encontraban estancadas en su mente, la habían destrozado hasta tal punto de que olvidara su nombre.

Sus verdades se juntaron, por fin no están solas. A pesar de que esto les rea un conflicto, saben que ahora estarán juntas. Ya no se preocupan por no creer en algo, de que su mundo se destruyó o de cualquier otra cosa, porque a final de cuentas ellas saben que esto no es real, alguien se los dijo y ellas le creen. Porque están conscientes de que existen realidades peores que las suyas, por eso ya no estás tristes, pero ya no pueden sentir. Solamente están en calma, no importa si se encuentran encerradas ellas se sienten libres.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS