Temo no tener la interpretación correcta,
porque interpreto la realidad
de acuerdo a mis estados de ánimo
y a mis circunstancias
y quiero que sean lo menos erróneas
posible…
¿En qué momento se hizo permanente
lo que era provisorio,
y lo precario en el tiempo
se perpetuó más de la cuenta?
Hasta casi darme en la cabeza,
porque ese malestar
se hizo costumbre,
y mi ser lo asimiló
como una situación natural.
Con que facilidad se naturaliza
tanto lo que hace bien,
como lo que hace mal.
Lo que no se asume,
lo que no se asume…
Quizás por sobre respeto a ti,
y poco respeto a mí,
pero ya me venía molestando,
ya no me venía satisfaciendo,
y era lastre en mi vida,
y alguna neurona hizo clic!
y dijo basta, hasta acá…
Es como ver todos los días
una imagen estática,
hasta que de pronto no la ves igual,
y ves todo lo que está mal
y hay que reparar…
Clic! y la habitación
se iluminó,
y ya no la vi de modo igual,
y empieza una nueva decoración
que reconforta mi alma
y alivia mi corazón,
algo se expandió
y quebró lo que me cegaba
y me dio nueva vista.
Solo sé que voy a proceder
de otra manera,
más contundente y certera.
Salgo caminando,
como si me deslizara
sobre el suelo
y una brisa de ficción
peinara mis cabellos al viento,
seguro de mismo,
reconciliado conmigo mismo,
Clic! ¡Estas liberado!
No entiendo por qué
daba vueltas en tomar una decisión,
una resolución definitiva,
a veces es necesario
ser drástico
y otras progresivo.
No sé si es doloroso
construir, pero si forzoso,
y lo que cuesta sostener
lo construido,
y lo fácil que es destruir,
en un chasquido
se te puede hundir todo,
sin dejarte reaccionar,
pero me prometí a mí mismo,
que no me agarraras otra vez
desprevenido,
y estaré armado,
y tratare de dar un paso,
delante de ti, iniquidad,
y no me derribaras,
aunque me creas derribado,
te esquivare, te saldré al paso,
y en lo posible te tecleare,
para seguir adelante.
No quiero vivir pensando
que algo sobrepasara mi atención,
pero estaré atento,
¡Estaré atento!,
¡Y no me agarraras desprevenido
otra vez!
No te asustes,
solo veras en mí,
que se acortara los lapsos,
entre lo que pienso
y declaro
y que sea un hecho consumado,
hasta que no se note
el traslado hacia la realidad
de mi proyecto mental.
Le temo a lo que viene
programado socialmente,
y se toma como natural y correcto,
y termina siendo
una regla injusta,
que excluye y beneficia
a algún pequeño o gran tirano,
y si solo te pronuncias
por instante en contra,
te estigmatizan
y te incineran en la hoguera social.
Te cuento un secreto o varios:
quiero que mis parpados
hagan un aleteo potente,
como el de una pesada ave
y que luego mi vista vuele,
liviano viendo desde un mejor ángulo.
A fin de cuentas
espero un fotón inicial,
que haga onda expansiva
y me dé una visión trascendental,
que sirva o favorezca a la humanidad,
espero ese clic!,
potente y potenciador,
un hecho transcendental,
que no mate y solo de vida.
OPINIONES Y COMENTARIOS