Tormentos entre las sombras

Hay a veces que nuestra mente nos juega una mala racha, la mente es como una daga de doble filo y nos podría lastimar, nuestros recuerdos son sucesos que hicimos o vimos en el pasado, pero no todos los recuerdos son felices hay recuerdos que la mente los mantiene alejados, recuerdos que no deberíamos recordar o cosas que nos trauma, como que persona recuerda exactamente su infancia hay recuerdos que nuestra mente borra o encierra en algún lugar para no verlos, cosas que uno mismo no quiere recordar.

Qué pasaría si recordaras una parte tu pasado como los monstruos que tenían de niños, las sombras que te atormentaban en la oscuridad te acechaban y quería que fueras con ellos, aquellos que iban a por ti cuando tus padres no estaban despiertos y tú ahora solo piensas que eran parte de tu imaginación, qué harías si ellos en verdad son reales y volvieron a ti trece años después para llevarte a su mundo, que volvieran a atormentarte y los empezaras a ver en todos lados.

Qué harías si uno de ellos uno en particular te buscará uno que ya conocías pero no recuerdas, te dijera que eres especial solo por poder verlos que tienes un don, pero a la vez una maldición, y estas en peligro que varias personas trataran de quitártelos ya que es un don especial que rara la vez se ve o quizás existiera, pero tú eres especial no tienes un don cualquiera, que tu don consiste en poder ver a los oscuros, las sombras, las personas muriendo aquella sombra que te empieza a seguir cuando están a punto de la muerte, pero hay un mito contado entre los reyes y habitantes de las sombras que dice que habrá un humano que tendrá ese don pero él/ella será especial porque podrá a ver al dios de la muerte y el rey de los oscuros unos seres que no deberían ser vistos por el ojo mundano y ella es parte de ese mito eres especial, es el mito contado, nació para ser de uno de ellos.

Cómo te sentirías si empezaras a vivir todos los días con sombras y almas a tu alrededor vigilándote que no digas nada de ellos alguien más y cuidándote que no te dañen, por órdenes mayores, y que los seres más temidos por todos y al mismo tiempo venerados, empezarán a buscarte para hacerte su reina y obtener tus dones.