Un traspié mental se levanta ágil en medio de la madrugada, caí en el pensamiento más inútil de todos.
No recuerdo bien su rostro, pero su aroma está de lleno en mis recuerdos; evite por días y semanas tan siquiera pronunciar una sílaba de su común y extraordinario nombre,- pero no prepare al inconsciente para no hacerlo y me fallo.Cómo el suave sol que entra por la ventana en una tarde cualquiera de abril, así de la nada y con un tibio sentir me estaba preguntando ¿que será de él?, luego de eso reflexionó un par de minutos en los sucesos que me llevaron a querer simplemente dejarlo en un baúl olvidado.Son las 3 de la madrugada aún faltan 1 hora para iniciar el día, y no entiendo como se inmiscuye en mi descanso, hago resúmenes y pasó cuentas, es obvio que le debo explicaciones que nunca de daré y el a mi…. Definitivamente nunca le exigí nada, así que no me debe nada.El último libro aunque nada romántico seguramente logró traerlo al presente, la lucha entre mi pensamiento y mi deseo de dormir se hace evidente al ver el reloj y darme cuenta que he pasado 20 minutos en trivialidades y un montón de recuerdos que para nada ayudan. Término con un suspiro deseando con el alma que algún día lo pueda ver aunque sea de lejos y con aún más fuerza pido desde lo más perdido de la ciudad que su alma encuentre la felicidad y recobre su descanso.
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