Un niño nace, oh!! Que alegría, todo es alegría, felicidad por doquier.
Muchas felicitaciones, a cada paso una, es difícil contener tanta dicha acumulada durante los meses de gestación, todos esos momentos compartidos, en la felicidad y en la tristeza, con encuentros y disgustos, pero todo continua.
El tiempo pasa, con él crecemos todos, las cosas cambian, él también cambia…
– Papá, que somos?
– Personas
– Que hacemos acá, en el mundo?
– Vivimos…
– En que consiste vivir?
– En trabajar, reír, sufrir, y amar.
– Que es el amor?
– El amor? Qué se yo, quien puede saberlo, la gente dice muchas cosas sobre el amor; que es como la brisa, un perfume, una paloma, una música, una flor.
Tal vez solo sea una forma de ser más feliz, esforzándonos por encontrar ese color en la vida, chocamos con el muro frio y severo de una cruda realidad que nos va deteriorando y cansando poco a poco hasta arriesgar muchas veces, por falta de un futuro cierto, hasta la persona que queremos y con la cual un día creímos encontrar la felicidad.
Esta es una forma muy mía de ver las cosas, tal vez alguien pueda darle un poco más de color y armonía para algo que por sí solo debería tenerlo.
– Y porque la gente sufre tanto?
– No toda la gente sufre tanto, pero si la mayoría.
Es difícil vivir sin sufrir, por lo menos un poco, sabiendo a veces, que no puedo brindarte lo que yo quisiera, la más hermosas de las vidas, con un digno porvenir, y al no poder hacerlo, como no sufrir.
No es fácil vivir, o sobrevivir en un mundo tan hostil, donde la gente, día tras día va perdiendo (obligada por la situación) el calor humano, la delicadeza; en pocas palabras, el amor por sus semejantes.
– Hay mucha gente que piensa como vos?
– Supongo que sí, en cierta forma.
– Y porque no se juntan y lo cambian todo? No serian todos mucho más felices?
– Hay hijo mío, si fuera todo tan fácil.
El mundo hace siglos que trata de unirse para lograr esto, pero existen los que dedican más del tiempo de que disponen para hacer lo contrario.
Tal vez, no queremos reconocerlos aun, pero en el fondo todos somos un poco egoístas, algunos más, otros menos, pero todos un poco lo somos.
Nos estremecemos si, cuando nos enteramos de un acto heroico, donde uno o más hombres mueren por otros hombres, pero ahí nos quedamos.
Creo que así hacemos pasar los días sin trascender mucho más en el mundo.
– Así que eso es la vida?
– Más o menos lo que yo puedo decirte, hay cosas que no se pueden expresar con palabras, solo tú las iras descubriendo a medida que crezcas.
Tal vez todo sería diferente si aprendiéramos a combinar nuestras experiencias con un poco nomas de la ternura e inocencia de ustedes los niños, pero las cosas son así, y así como yo, tu deberás también aprender a vivir en esta vida así como es, pero por favor, sin dejar jamás de luchar por algo mejor, para que no le tengas que decir mañana a tus hijos lo que yo te digo hoy de esta vida.
– Y que es la muerte?
– Es precisamente esto último que hace pasar a la gente bastante malos ratos.
Acaso nunca a alguien se le paso por la cabeza que pasa cuando se muere?
Acaso hasta el más convencido de que solo se convierte en polvo, no pensó alguna vez, si será así nomas la vida y la muerte?
Todo lo que hizo, todo lo que creó o no, ahí termina?
Uno piensa siempre cuando se acuerda de alguien que ya no está y trata de ponerse en su lugar.
El pánico, el miedo atroz a la muerte, y de un segundo a otro, no ser nada, nadie, más que algo que ahí quedo y que de vez en cuando será un nombre y una imagen que pasa por la mente de alguien y que ese alguien tratará de borrarle cuanto antes para no sufrir más, por algo que quiso pero ya no existe, o tal vez no quiso pero debió querer pero nunca supo cómo decírselo.
Es raro, quien sabe lo que pienso en el último aliento de mi vida, en las postrimerías de mi muerte, de pronto, que tan solo dejaría de sufrir. Pero hoy pienso, que no me daría el tiempo, ni encontraría las palabras justas para decirle a mis hijos todo lo que quisiera, que no temieran ante algo tan natural como la muerte; que ironía si mi miedo seria atroz.
Tal vez lo correcto sería guardar silencio y dejar que las agujas del reloj sigan marcando su tiempo exacto, preciso y esperar ese último segundo como despedida de algo que a pesar de todo fue hermoso, un desafío digno de aceptar.
Creo que en definitiva lo que nos pasa es que no queremos aceptar la muerte como parte de nuestro destino, testimonio de ello son estas palabras, temor a ya no sentir más nada, a abandonar el mundo, en quien nos encarnaremos, para que haya alguien que piense como nosotros, que sienta lo que nosotros.
Pero si así fuera, nunca lo vamos a saber, porque lógico es, que hoy no sé yo si hubo alguien que pensó, sintió o actuó como yo en otra época.
Lo cierto es que nada tiene respuesta aun, tal vez nunca la tenga, tal vez solo tengamos que esperar pacientemente el ultimo día para irnos con la esperanza de saber algo más, tal vez nos vayamos un poco más contentos, o por lo menos más resignados, pero siempre nos iremos sin descubrir nada nuevo.
– Papá? Y para que nacemos?
– Esa no es tu culpa, sino la mía, el día que naciste fue el día más feliz de mi vida, creo que por eso nacemos. De pronto conviene así dejarlo, sin analizar mucho, simplemente pensar que es algo establecido y como nos gusta lo hacemos, muchas veces sin pensar que tú sentirás y compartirás parte del espacio en que vivimos.
– Te quiero mucho papá, hasta mañana…
– Yo también, buenas noches amor…
OPINIONES Y COMENTARIOS