PARA LOS QUE NO TIENEN TIEMPO
PARA LOS QUE NO TIENEN TIEMPO
GUSTAVO GARDIOL |
ANECDOTAS EN TIEMPO DE UN CAFE
PROLOGO
Los que no tienen tiempo somos todos o casi todos los vivos de este mundo moderno. Quizá el tiempo no sea la ocupación literal de manipular acciones o herramientas y de ocupar el ingenio para actuar sobre las necesidades cotidianas. Sino más bien esa necesidad mental de poder alejarse de la toma de conciencia del dolor, de las penas, de la angustia de la realidad que nos agobia. Por eso la mejor distracción es producir, trabajar, diseñar, estar conectado a la vorágine. Solo nos quedalibre ese tiempo robado, transgredido, saltando la agenda. Allí caben las clandestinasoportunidades, de cantar, reír, jugar a la pelota o leer algo a la pasada. El Gabo ( Gabriel García Márquez 2014) decía “tengo tres vidas, : la privada, la pública y la secreta…” . Así parece estar la distribución del tiempo en esta vida actual. Algo que se parezca a esa fantasía y nos sensibilice, y nos impresione y nos ponga en el aire la posibilidad de tomar aquella mochila y caminar, caminar hacia esos atardeceres que siempre añoramos ver, sentados en la piedra o la arena de aquella orilla. Hacia aquellos espejos que nos enfrenten con nosotros mismos para recuperaresas virtudes que solo nosotros nos conocemos.
Estas historias son un paseo por esas cosas que todos los días nos pasan que vistas desde la letra son los ladrillos con lo que está construida nuestra existencia.
No importa cuando, siempre la vida nos pone a revisar y allí, en esa nostalgia, somos felices de haber vivido.
Todas estas historias me las contaron amigos, duendes e insomnios, asi que nunca sabré cuanto de verdad tienen pero sí que son muy humanas.
Las historias me manipulan, confiesa Eduardo, que escribe pequeñas historias.
A quienes de ocasión me lean les pido mil disculpas. Y no es un descompromiso ni deslindar responsabilidades. Lo que escribo me manipula. Fluye, es la forma de explicarlo, otras veces dije que me intoxica, por ello lo descargo. Pongoun cepo a lo biográfico estricto y a lo razonado y se me rebalsan las letras emocionales, y en este papeldigo: las historias se escriben solas. Eso es lo que disfruto. Si tuviera que inventarlas no podría, basta y sobran ponerse a mirar en las calles y en las caras. Realmente no pareces creerme. No importa, tal vez si te arriesgas, pueda pasarte lo mismo. Primera persona, segunda o tercera, da lo mismo. Si buscas conocerme no quieran conocerme por esto que lean. Con las acuarelas mojadas las mezclas son infinitas, imprevisibles e inesperadas.Escribo no lo que pasa, ni lo que te pasa ni lo que les pasa. Escribode lo que se escapa de lo que tal vez no pasa de lo que tal vez no te pasa y que tal vez nunca les pase. Aquí está la fantasía con su coherencia,a pesar de la incoherencia de la realidad. Si tienes dudas, piensa que los humanos matamos a Jesucristo. Hicimos mierda los bosques de Europa. Derretimos varios hielos , aplastamos a miles de pueblos en nombre de algo. Nuestra historia, la real, la consistente ,es superior a la fantasía. Viajar a la luna, tirarle el avión a un edificio, matar millones de tipos por si fabricaban armas de destrucción masiva….etc……etc.
Las historias me manipulan, me conectan con tus ojos y tus oídos. Como un irresponsable las escribo y de mala gana a veces, otras veces no tengo ni el tiempo para hacerlo y por ahí quedan. Alguien tendrá que hacerlo.
Eduardo el egocéntrico.
28 de noviembre de 2011
A Jorge C.de 1961
Una puerta de maderas resecas y sin pintar le pone a realidad que está en el San Juan reseco y desértico. Caminó por Comandante Cabot al este de Mendoza Sur. Estaba semiabierta, el calor de la siesta, se filtraba al oscuro interior. Paredes de ladrillo con piedras estéticas sostenían polvo y telarañas finas. Entró con cuidado, a tientas. Silencio fresco. Se percibían cosas ocultas mirando. De pronto un viento de ruidos y locura lo avasallo. El techo estallo con luces verdes y amarillas. Un ruido de motores de máquinas con música imprecisa casi lo volvió loco. Todo estaba en movimiento semi vivo .Con esa actitud de acciónque tienen los museos donde todo trata de ser real peroignora llanamente al que mira. Levanto su cabello de los ojos y sabía que debía ver todo eso. Paso a un sector de automóviles que ordenados funcionaban muy suave. El Dodge Polara borra vino, El Citroen 3CV cuando celeste, La Suzuki 400, El Torino del Mona, La citroneta 2 CV celeste del negro, el Mondeo , la Strada, y solo una de las Toyota, la más chica de motor. Toco cada una con un cariño maternal .Le siguieron frentes de casas, la de comandante Cabot, la de Barrio Retiro, La prefabricada, El edificiode Caracas, la Mansión del Viejo guacho, la tía de Calle Brasil, la de ella 1, ella 2y otras ellas que casi había olvidado, la de calle Libertad, la del Rubén Martin, la del carpintero de enfrente, la de la Bruja del 68, el barril del Chavo parecían no terminar nunca de aparecerse. El Rancho de venta de lomitos de la calle Sarmiento en 1981.Una galería de hoteles de todo el mundo. Quien pudo hacer esto? Preguntó
En el Sector de ropas se encontró el mismo de maniquí de plástico vestidoen varias versiones con las zapatillas All Star, Adidas, botas de cuero, la remera pengui, la remera rosada, la celeste. Los vaqueros Levis blancos, los wrangler azules, vestido de blanco para jugar al tenis, vestido de traje en Italia., para el Mercurio de Oro……… Bateas con Discos de Bee Gees, Seru Giran, Queen, Vivencia, Elechtric Light Orchestra, Pastoral, Vox Dei y ta tan ta tan : Los lentos . Todos ofrecían su música pero sonaban al mismo tiempo, siguió avanzando para no ensordecer.
Había un sector de grupos Sociales con carteles prolijos, Grupo UVT, Grupo Enología, Grupo del Barrio, Grupo Esc. Comercio, Grupo del pool en la carpintería,
Grupo Campo Afuera, Grupos Venezuela, Grupo salidas los profe, Grupo amigos de Gustavo y en el cartel Grupo Varios cientos de personas saludaban su paso.
Se detuvo en el sector “Historias”, allí había una cómoda butaca para ver pasar las presentaciones, miro el reloj y se le hacía tarde, hojeo rápidamente algunas por su título.
Cumpleaños de 15 colados, Casa España, Sirio Libanes, el quisquito, 500 noches de sábado,tardes de domingo a tomar el té, los boliches de Marquesado, la nafta para el Citroen, el choque de Mendoza y Laprida, el viaje a Chile en Semana Santa 1985. Se detuvo y detuvo todo. Tenía mareos, su cabeza le pesaba. Se fue corriendo a la calle, tomo al oeste, en la tarde podían verse recortadas las montañas de Zonda siguió corriendo varias cuadras. Mojado de transpiración y si aire se detuvo jadeante. Volvió a correr otro tramo más, sabía que no podía más, y siguió. Al llegar a una gran Avenida dio un gran salto casi como para morir allí donde fuera le tocara caer. La gente se juntó alrededor, su cara manchada de polvo, la boca con tierra. Algunos dijeron que cayó desde el cielo. Una ambulancia azul lo llevo a su casa. Los chicos sonreían alrededor de su cama, se tocó todo el cuerpo, se fregó los ojos sorprendido. Todos ya sabían que pasó, el 28 de noviembre era el día y era hoy.
Arroyo Pantanoso
Solo veintitrés años después comprendí que el tiempo es sagrado en su momento y que no podemos dejar nada para vivir después. Ese después que irremediablemente llegara con su carga de dura realidad. De este modo se construirá nuestro pasado, sólido y contundente para relamerse en la nostalgia esas mañanas de nubescomo esta mañana de nubes.
Cuando decidí aceptar ser el entrenador adjunto del ProfesorJacintoSapina y que ello implicaría viajar con la selección de juveniles de nuestra federación de Balonmano a Arroyo Pantanoso en el partido de Gral. Pueyrredón no quise ni plantearme lo de la nostalgia. Pasadas esas décadas festejoaquella aventura de no dejar nada para después. Poco tiempo disponíamos entre entrenamientos y partidos, comidas, agasajos y reuniones de debate. De hecho este encuentro Nacional es un icono anual que convoca atodos los estamentos de nuestro deporte. Los muchachos revirtieron la vieja costumbre de derrotas y con inmejorable conductay aguerrido juego en cancha nos llevaron aun destacadísimo segundo puesto con ascenso a la división «A» .De a ratos y ya con la nostalgia gatillada por una lluvia larga de primavera reviví el bullicio de enero de 1987 cuando los 600 turistas de este Hotel Nº 4 quedaban en cuarentena ante una gastroenteritis ocasionada por la comida en mal estado. Mi hermano Guillermo estuvo entre los confinados a un gigante hospital de ocasión durante una semana. Nuestra función era visitarlos y proveerles de agua mineral estéril. El llanto de los chicos al perder la final me partió el alma, su sueño y su posibilidad estaba, el deporte te da meses de derrotas a cambio de segundos de triunfo pero por sobre todo les enseña a luchar. A la tarde escampo y bajando por las viejas barrancas como lagartos le dimos al mezquino sol unos ratos de solaz mientras el mar socavaba otro milenio más la orilla de la playas de arena amarilla. Mágico era para esos jóvenes la arena y el mar, su origen en los desiertos de San Juan por contraste hacían más fascinante este rato. Me impacto Luciana desde la tarde que le vi, había llegado a visitar a una amiga y su gusto era caminar sola por la playa en las tardes como juntando caracoles, la busque varias tardes jamás estuve tan confiado de mí, hoy hace 23 años que estamos juntos y aquellas playas fueron el comienzo de esta mitad de la vida. El Hotel Nº 5 me conmovió con su silencio, en la noche húmeda se erigía como un barco en alta mar, algunas luces de seguridad le daban destellos de nuevo, baje a la playa el frío me hizo temblar las piernas, necesitaba el cobijo de la piel. Me sentí acompañado y habiendo rendido el
homenaje de rigor volví al fragor del café donde los eufóricos funcionarios del deporte se ahogaban en cerveza y humo queriendo retener la noche para siempre. Arroyo Pantanoso tenía muchos pedazos de mi carne dispersos por sus praderas, bosques y playas. Recuerdo que volví al año siguiente con un campamento de la cátedra «Tiempo Libre» de la carrera que cursaba de Educación Física. En el 99 estuvimos de pasada con Luciana ya con nuestro hijo de 6 años, junto nuestros amigos Jorge y Verónica que insistieron en invitarnos a su depto. de Mar del Plata cercano 30 kms de allí. La copa de Segundo puesto fue llevada sin descanso todo el viaje de vuelta de 20 hs en brazos de los jugadores por turno y vitoreada con cánticos divertidos. Aquel 13 de marzo de 1987 en un día muy nublado a las siete de la mañana monte mi moto Zanella 125 de 1980 y me fui de Arroyo Pantanoso con mil recuerdos y un saludo del corazón que deje pegado en una nota en la ventana de mi pieza para todos los que quedaron y que no me anime a despedir por miedo a llorar.
Al fin lo estoy haciendo me dijo Juan. Otro escritor artesanal.
Hace unos 4 años, enuna tarde de verano de 2005,en el Café » Estación» con ansiedad y temor en una agenda roja cuadriculada comencé a escribir, más bien a vomitar prosas que tenía atoradas en la cabeza. Escribí en lápiz por si tenía que borrar. Siempre estuve atenido a la poesía, al verso, a su estructura, a su ritmo. Tal es así que me consideraba descalificado antes de empezar en la prosa y en el texto. Me martirizaba con la dificultad de manejar las historias que se me aparecían con conflictos tan pueriles como el manejo de las verdades y sus confesiones, los protagonistas, su preexistencia y pos existencia, etc., etc. Hurgando en los autores que leía me fui soltando, más aun con la certeza, de plantearme el ejercicio de escribir el opúsculo o lo que fuera en un marco de desintoxicación personal, jugarle a la historia el juego de la fantasía, y ponerme encima algunos atisbos de carácter y autoestima que me permitieran al menos justificar la «notebook» que había comprado con el propósito de estar listo cuando apareciese la inspiración. Como «buen» escritor me impuse leer a los autores latinoamericanos con excepción de los quese presentan como textos de la «especie» autoayuda. García Márquez, Benedetti, Sábato, Cardenal, Allende, Neruda, etc. y de Cortázar y Borges lo que pude .A losuniversales más contemporáneos que pude conseguir incluidos Franz Kafka en español. Confieso que soy el que solo compra los libros manchados y/o asoleados de las bateas de librerías y supermercados, . Siempre necesite que ellibro sea el tomado sin permiso o el pagado por confusión en 10 veces menos de su precio, comprenderán porque jamás leí un best seller sino unas décadas tardeYa de joven le había dedicado muchas siestas a Emilio Salgari, y todo lote de libros de aventuras que mi madre gozosa nos arrimaba a riesgo de que faltara el pan, y porque no a las revistas de caricaturas varias como Intervalo, El Tony, D`artagnan, y otros que se movían en el ambiente familiar cercano y no tanto.Con todo esto dando vuelta a los 15 años ya planteaba interrogantes en verso, en poesías poco menos que útiles para mi intimidad y de risueña lectura en la actualidad. Por suerte mi viejo, hábil mecanógrafo, tuvo la paciencia e transcribirlas en una Olivetti, que nos daba de comer con sus servicios de «Copias a Máquina y Encuadernación». Hoy subsiste el único ejemplar de «NOSOTROS» un libro de poesíasque proclamaba ser la voz de los adolescentes en cuyo interior todo era hecho por mí y en su portada dibuje un juego de caras de la feliz a la triste en fibra azul sobre cartulina blanca. Tal vez Mariana Románico, aquella amiga del verano del Balneario Picas Blancas con quien mantuve un par de veranosde platónica amistad mereció la
poesía que más me gustaba, que hoy recuerdo de memoria y que fue usada como herramienta de seducción en ciertas ocasiones con rotundos fracasos en el sector femenino. Vale recordar que la amistad de marras tenía 1.500 kilómetros dedistancia Puerto Mont-Antofagasta y que lamentablemente nunca pudo»…. de mi carne enfurecida ser la calma…..» y dice así:
«Has venido en la savia de un poema
a enterrar la codicia con la rima
que no cabe en vocablo ni lengua
solo en púberes corolas blanquecinas
Has plateado lo que opaco otrora
te buscara sin saberte existida
que lamenta llegaras con demora
tanto tiempo sin nombrarte dormida
Sos bandera que enamora sos presencia
de mi carne enfurecida sos la calma
de mis dudas terrenales sos la ciencia
sos cual madre por ser amiga sabia
Sos en cristo la amada a ley divina
de mi hombre ese brazo con calor
de alabarte te nombraría diva
si no existieras te soñaría cual sos »
Siguiendo este camino de apasionado escritor y empírico filosofo de los dolores de la pubertad, avance sin pausa manchando papeles con versos de distinto calibre, encuadernando libros con portadas hechas por mi mientras me mimetizaba con
García Lorca, Benedetti, Campus y otros junto a mi propia soberbia de despegar solo. ¡Cómo me enoje! aquella vez que mande una poesía al «Concurso sobre el Agua de la Cordillera» del Municipio de Tiernos Arroyossobre la cual estimaba avasallaría con las demás ; hoy 60 años después aun espero una carta deal menos información sobre su destino. La poesía ganadora tenía como premio la publicaciónen el Diario «Ahora» del domingo 24 de septiembre. Allí leí una desteñida reseña de 12 versos que no decía al final nada interesante que recibió al fin los honores.Tan empírico es lo mío que he compuesto canciones con sus letras, he escrito libros de poesías, prólogos, prefacios sin preguntar, sin consultar, sin respetar pautas, normas ni reglas literarias. De una vezme pongo a escribir con la difusa esperanza que una económica correctora o corrector de textos (me salve) me financie su tarea y me habilite en el universo de las letras inéditas. Ya es tiempo, mis vista está muy deteriorada. Lo años me han hecho el octogenario que quiere escribir mas antiguo, quiero serescritor antes de ser historia, de una vez.
Soy Juan y esta es mi historia
Desconectado
Tal vez pensó que desconectando una neurona podría soportar mejor el fracaso de su plan de vida. Hay distintas formas de suicidarse, de hecho siempre nos prodigamos puntuales auto castigos en forma conciente o inconsciente. Alcohol, grasa frita, tabaco, droga, paranoias, culpas, obsesiones,…….. y desconectar una neurona. El busco que fuera cruel para sí y su gente. Desconectar la neurona significaba bajar la guardia y no luchar más contra las dificultades, la soledad y él no sé qué de futuro. Su aspecto era de la mirada en todas las cosas y en ninguna, era incapaz de planificar su suicidio, lo que paso fue que ese primer paso desencadeno un efecto dominó que termino con todo. Como jamás se le ocurriría programar una muerte y menos la suya, a final dejo que esa muerte se tomara su tiempo y le dejo la puerta abierta para que llegara cuando quisiera. A punto estaba de desconectar la neurona cuando otra vez fracasó, pensó que no dejaba nada ordenado como se espera de un digno suicida. Los saquitos de mate cocido usados del tercer cajón del escritorio de la oficina, el lápiz negro cortito, que tal vez soportara una vez mas de sacapuntas estaba arriba de la biblioteca y no en el lapicero, mover los expedientes de» Compras librería» sin su firma no irían al sector de Galiano y tiraría la bronca el lunes. Tal vez Tito Pérez no le reclamara la deuda de medialunas de la otra semana, pero igual se angustió. Tito se cobraba con sus anécdotas del Mundial de Fútbol de 30 «Uruguay Campeón» y del 50 » el Maracanazo». Por primera vez no le importó que Reus le marcara su tardanza, 25 años seguidos llegando 15 minutos antes dan algo de crédito.
El clic le sonó dulce casi agradable. Aquel cruel mundo se transformó en un presente de dos mundos: uno hueco y con ruido de vísceras y otro tumultuoso tras la puerta de ese hogar de viejos locos. Había una separación más, una pared que no dejaba filtrar voces, miradas, roces de piel, esa pared era la más sólida. No parecía maloese mundo interior, de hecho, eratan sencillo como ir de la cama al comedor, al baño y a la cama de nuevo, ya no había nada más. La fe ya no era la fe, la justicia no importaba que fuera injusta, el amor un pasaje de historia antigua o medieval. Los absolutos se quebraron en mil pedazos tal y como él quería. El instinto de supervivencia estaba ausente. No parece tan grave se dijo, se sentía bien. Ya no había nada que soportar, ni siquiera el vivir. Se dejó llevar y como Juan Salvador Gaviota nunca supo en que momento atravesó con su vueloa la otra dimensión. Se salió con la suya.
DESTINO: SAN JUAN
Me lo conto JE
Relato a mis hijos.
San Juan 2010
Prologo
Una vez más la Argentina del regazo grande mereció una anécdota y entre la vorágine de una posguerra denigrante y los ojos mansos y ancianos posados en este siglo 21 se desarrolló esta historia de siembras y siega
Salir de aquello.
Todavía no me mata la porfía de la muerte, ni cede mi cuerpo frágil, humano. Arrastro mis cicatrices y mis miserias. Mi último carcinoma fue de colon de esa me quedo una incomodidad, de la que ya me acostumbre. Sigo siendo un ser móvil modelo 1935, para esa edad no creoestar mal, he visto miles peores. No puedo demorar mucho puesto que esta tarde 14,30 hs. salgo de viaje a Termas de Río Hondo junto a las chicas ( jubiladas) no me tomo tiempo de lamentar esta vejez .Mis dos hijos cuarentones , me traen los domingos a Romi y Angelita,las nenas de Jorge, que son amorosas y a Balti el nene de Roberto, mis tresnietos son el matiz de alegría de estos últimos años. Les confieso que mis hijos a veces parecen más viejos y porfiados que yo misma, pero bue………………………..
No me olvido, corría abril de 1950, mama era un escuálido ser que partía antes del amanecer cuando aún dormíamos y volvía para despertarnos con lo que más se pareciese a comida, aprendimos a preguntar poco y arecibir respuestas obvias. La masacre de Usrah nos había puesto la guerra en la propia casa, o lo que ahora quedaba de ella. Nos acomodábamos los 5 en un rincón de la pieza grande que aún conservaba medio techo sobreviviente a las llamas. La mesa era el techo de noche y de día la mesa de todo. Nuestras camas eran un conjunto arremolinado
de frazadas y ropas. Esedía mamá no llegó sino hasta el mediodía.Traía en su miradael aura de la decisión tomada y unas bolsas grandes de tela. Embolsasolo las ropas, me dijo, solo las ropas sanas.Yo iba a cumplir 15 años la siguiente semana, mis hermanos, Juan de 10, María de 9 y Sixto de 5………… Perdonen que llore mientras les cuento, aun no término de trabajaren mi interior un consuelo para aquellas duras horas.
El barco me pareció algo imponente, estaba impresionadapor ese gigante hecho de acero, tan perfecto, tan simétrico. Mama iba y venía con los trámites, la guerra había desordenado todo, las oficinas de aduana estaban improvisadas en galpones con mesas por todos lados. Los chicos dormitaban montados sobre las tres bolsas y la única valija.
Buenos Aires parecía ser el lugar mágico, el sitio donde recuperar la sonrisa. Esto nos mantenía motivados y fuertes. Traje un poco de pan para repartir, unos simpáticos pasajeros melo ofrecieron al vernos tan chicos y solos. Seis horas después mama exhibía el preciado trofeo de unos papeles sellados delante y detrás, sonreímos y cargamos bultos rumbo al muelle.
Mama fue costurera desde chica y el plan era dedicarse a esto apenas llegados para procurar el techo y la comida lo más rápido posible. Nada fue como lo planeamos, las empresas de administración de colonos tenían un costo altísimo para asignarnos un lugar en las zonas fértiles de Santa Fe, Buenos Aires o Córdoba. En elMinisterio nos informaron que había posibilidades en el interior del país, recibimos boletos para un tren que salía de inmediato por Mendoza Destino final: San Juan, mil doscientos kilómetros al oeste.
La oficina delMinisterio en San Juan era una pequeña sala calurosa, la gente se movía muy lentamente, eran muy curiosos y amables. No entendíamos palabra de manera que solo intercambiábamos sonrisas y algunas señas.»Don Leonardo Jofre»decía un papel,abajo nuestros nombres y luego un texto y una firma incomprensibletodo en español. Los espera para alojarlos, ya sabe de vuestras habilidades en costura, él tiene planes para ustedes es lo que aparentemente nos expresó con mímicasun empleado de mangas cortas. Partimos en una vieja camioneta, nuestro estado era de total shock pero…… era al parecer, el modo de empezar la nueva vida.
Hacerse un lugar
Don Leonardo era dueño de una casa de ropas de bajo costo que vendía en el centro de la ciudad, fabricaba pantalones fundamentalmente en serie. Tenía un galpón en el fondo de su casa con 4 máquinas de coser donde trabajaban 3 señorasy un caballero muy refinado marcando y cortando las telas. De acuerdo a nuestra experiencia sus técnicas eran bastante rudimentarias de modo que rápidamente pudimos darle mayor rendimiento a la fabriquita creando moldes más versátiles, regulando las máquinas de coser, ordenando la secuencia de costura y otros secretos del oficio. Mama no paraba más que para asegurase que los chicos comieran. Para no cesar, yo la cubría mientras ella verificaba que salieran para la escuela. Don Leonardo puso algunas lucespara que rindiera más y se trabajaraen la noche. Susana era una joven de confianza de Don Leonardo, vecina del lugar, tuvo la paciencia día a día para descubrir los primeros nexos de comunicación con nosotros.
Con Susanahicimos amistad de tantas horas de taller, tuvo la paciencia de enseñarme el idioma a su manera, yo le trasmitía esos datos a mama y casi me convertí en su intérprete y de alguna manera Susanaque nos entendía, era la intérprete frente a Don Leonardo. A Susana le sorprendía nuestra contracción al trabajo. Para el resto del taller éramos un molesto modelo que los obligaba trabajar más horas por la misma paga. Al año siguienteentendíamos bastante y nos hacíamos entender, chapuceábamos el español cometiendo algunos errores para la risa a lo cual correspondíamos con otra risa nosotros,confundiendo masculinos y femeninos, construyendo de frases al revés, etc. incluso no faltaban los que nos enseñaban palabras soeces por buenas. Los que más rápido aprendieron el idioma fueron los chicos, la escuela y la calle los integraron, El 15 de febrero de 1957enfermo decáncerDon Leonardo nos llamó a mama y a mí y nos dijo que cerraba la fábrica, su hijo no continuaría con el negocio, había abierto su consultorio de médico en el centro a 2 cuadras de la plaza. Para ese momento mamaya trabajaba en la casa haciendo ropa, Juan ySixto trabajaban en el comercio del centro y María estudiaba su profesorado para ser maestra. Con una nota que me entrego Don Leonardo fui ver al dueño de «La Casa del Traje». Pase la prueba y me dedique al corte de pantalones, chalecos y sacos, tenía 22 años.
Historia de amor
El hombre vestía impecable traje azul de diario, camisa blanca firmemente almidonada, corbata gris a cuadros, chaleco estricto, sus zapatos brillaban de un negro espejado, sombrero infaltable. Afeitado en forma impecable, cara de pícaro, hasta altanero. No lo vi llegar porque estaba subida a una escalera
guardando la bobina de tela que acababa de cortar. A la altura de mis pantorrillas preguntó:-¿Quiero ver a la famosa cortadora de telas que ha incorporado esta casa? Solo lo miré ¿Es usted? insistió. La arrogancia me molesto, pero no me amilane y le conteste con las frases de rigor, el hombre respetuosamente se marchó y prometió volver a brevedad. Dijo llamarse André De Martini. El domingo bebíamos una cerveza en la confitería de la plaza, su empeño conmigo terminó convenciéndome, su oficio era sastre de la «Casa De Martini» propiedad desu familia, unos italianos afincados en San Juan. El resto de la historia queridos míos, ya la conocen.
FIN
Diario de un árbol caído
21/12/2004
Querido Diario. Hoy cumplí 50 años. He decidido dejar algo más que este maloliente cuerpo tras mi muerte. La facilidad con que olvide a mi padre tras su fallecimiento el 13 de octubre de 2002 me hizo revisar la consistencia de la vida. A pesar que hice y hago esfuerzos por penar su ausencia solo llego nuevamente a la conclusión que no somos más que pasajeros cuerpos condenados al olvido. Tal vez no lo ame lo suficiente, él fue tierno, justo y valiente, humilde y algo sabio. De igual modo y en honor a su siembra he predicado la trascendencia, la espiritualidad, a todo oído dispuesto. También practiqué la vida plena y hasta una escapada de libertinaje a justa medida y ocasión. Hoy han venido unos operarios municipales a mirarme de abajo a arriba, hacían cálculos marcaban cortes, conversaban, con desinterés como cumpliendo su obligación, se marcharon como para volver enseguida. Es raro todavía tengo todas mis hojas verdes. Nací en el 54, precisamente el 21 de diciembre. Recibí de manos de mis adultosel rumor y el sopor de las maravillas de un peronismo próspero, conflictivo pero imprescindible. El culto a la pobreza en la frase «pobre, pero honrado» ese inexplicable e indefendible planteo de morir como Jesús,conmigo casi lo logran. De puro arrogante y audaz rocé otras vidas sin poder sacarme de encima ese maldito sentimiento de culpa. Que puedo decirte mi diario que pueda ser interesante, que haga historia, deje una frase en la lápida o que le ponga sobretodos a maestras e intendentes para estar en las efemérides sociales de la fecha de mi muerte. Siento las vibraciones de los primeros hachazos en el pie de mi tronco ya puedo calcular el tiempo que me queda. Es tan raro, ansiaba aquel beso en la boca y fue, y fue tan real que sabía a saliva y dejo de tabaco, ya no fue tan importante. La casa con las sillas de paja con la mesa pequeña en el living, y su olor a hogar. Estuvo allí más de 30 años. El mate se hizo amargo y amigo mientras mis hijos retiraban las últimas cosas de su mesita de noche. El último impacto ya soltó una astilla blanca y grande, sentí que andaban cerca de mi centro. No sirve pensar que tal vez me recuerden haciendo ese esfuerzo que yo hacía para sentir pena que no sentía por mi padre. ¿Volverán acaso sobre estas letras?, ¿se perderán en la primera mudanza? o tal vez en el reparto de libros, zapatos y pantalones. Soloel fracaso anticipado de este texto llamado» Único opúsculo de Bartolomé Ruiz» podría atraer a algún desocupado descendiente inquieto. No creo sostenerme en pie mucho más. El ángulo de corte es amplio, muy profundo y sé que mi caída será sin gracia ni despliegue.
Tengo la mañana toda para mí, la posición horizontal me beneficia la vista notablemente. No pierdo detalle de pájaro o avión, de insecto o humareda, de amanecer u ocaso. Ya no me molestan las hojas, se todo o casi todo lo que va suceder, la edad me dio la experiencia y la paz. Conozco todas las verdades y todas las mentiras, pero ya no me preocupa eso. Tampoco ahora saber si alguien recordara de mi algo más que el maloliente cuerpo del tranquilo y feliz árbol caído.
Bartolomé Ruiz
Doce, ocho y cuatro
Blanca la más grande debe haber nacido los primeros años del siglo veinte se casó con el Toto se fue de casa muy joven, murió de vieja sobre los noventa, vio hijos, nietos y bisnietos. Reina lasegunda más joven de los 12 no soporto la depresión y la encontraron ahogada en un aljibe del hospicio,no tenía si sesenta. Los varones se murieron todos en dos años, eran cuatro. Ninguno murió de amor pero Dardo y Renzo llegaron a los ochenta junto a sus esposas. Sidor murió de un bolo fecal mientras lo consumía su demencia en un hogar común de ancianos, Sandro al poco tiempo, de lo mismo que tú papa me dijeronmis primos por teléfono, no sé si de demencia o del intestino al fin es el mismo final.
Las mujeres que hoyviven, setentonas y octogenarias, la llevan conlorazepam, nietos, turismo y algún rencor.
Stella era muy dulce, se parecía físicamente a papa en su versión femenina. Los genes debieron ser muy coincidentes puesto que eran hijos del mismo padre dedos madres diferentes, hermanas entre sí. Mi recuerdo es claro, su casa estaba en la última colina que da al río de la Plata, en medio del campo de vacas lecheras. Esa casa casi misteriosa de noche por la escasa luz generada por un dinamo a viento y almacenada en baterías, tenía dormitorios en línea todos daban a una galería al norte. Había que salir al exterior bajo la galería para ir al baño ubicado en un extremo de la misma. Los pisos de maderaflotante crujían bajo los pies. Los colectores de techo tenían arabescos de chapa y un jardín desordenado avanzaba sobre la vieja galería filtrando la luz del sol de las mañanas frescas y de harto rocío. Todo era fantástico, todo viejo. Era el museo de un tiempo de riquezas y esplendor agrícola ganadero. Hoy la vejez y la crisis de los años setenta tenías dormidas las cosechadoras, las rastras, el tractor a kerosén, la sembradora, la rastra de pasto, los trineos de troncos, el corral de los caballos. Hasta la tía y el tío Lalo eran artículos de ese museo incomprensible. El molino de viento de la bomba de agua gritaba ruido a chapas atrapado con el bloqueador de cola. La mecedora de madera era lo máximo, no teníamos permiso más que un ratito porque la usaba solo el tío.
Como entender a Felipe, padre, después de todo murió a los 52 años de cirrosis en el año 45 calculo. Se casó con Victoria que murió durante un embarazo complicado por el año 26, tuvieron 5 hijos. A poco tiempo tomo a su cuñada Estela. Criticado por atrás como todo viudo nuevo, por el escaso tiempo de luto,con ella vinieron 7 hijos. Todos bajo el mismo techo y tal vez en la misma cama.
Edith y Mabel se casaron con comerciantes exitosos, Salva con un agricultor prospero, Silvia con un albañil, y Lía la más chica de las hijas de Victoria con el ladrillero del pueblo. Todas bien casadas.
De los doce solo 2 se divorciaron en ambos casos la falla parecía ser del apellido, Sandro era muy depresivo y Reina tuvo doble razón la del apellido y un affaire de su esposo en otra ciudad de la que solo volvió a llevar sus cosas.
Los enfrentamientos entre hermanosexistieron, y con los años se fueron marcando, muerto Felipe la casa paterna del bajo de la colina quedo en manos de Renzo y aquellas filosofías comunitarias de ayuda para levantar cosechas, para intercambiar bienes dentro de la familia y dentro de grupo religioso fueron dando acceso a una forma más individual de administrar, motivados por la diferenciación de emprendimientos en los que los prósperos no estuvieron más dispuestos a cargar con los lentos, perezosos y poco ambiciosos. Así por ejemplo el campo de Salva casada conHeliotenia excelentes rendimientos en su tambo y sus siembras de granos frente a Sandro cuyo campo inculto se perdía en el abandono, trabajaba de peón en campo ajeno. La tía Salva era muy dulce pero Helio era seco y duro de voz fuerte, a la hora de comer abundaban las cosas ricas, las comodidades de la casa y hasta TV a 20 kms de la ciudad. Su galpón estaba lleno de máquinas nuevas, los alambrados impecables, la casa recién pintada. Esa tarde el tío trajo su rifle, quedamos perplejos, la madera brillaba, tenía mira telescópica, nos mostró su precisión y de un tiro acertó en una descuidada urraca que gritaba en el monte de eucaliptos, guauu. El calibre debió ser importante del bicho se distinguían solo las plumas.
Aquel domingo había terminado estábamos exhaustos de correr por el campo de Tío Dardo a sabiendas de que debíamos volver a casa se dispuso que Mario nos llevara en el Austin modelo 1950 (traído de Inglaterra comprado cero km) de vuelta, muy complacido de conducir nuestro joven primo, cargó a dos de sus amigos y fuimos haciendo chirriar los neumáticos en las curvas, mientras cantaban «… y el gato que esta, triste y azul, nunca se olvida, que fuiste mía….» nosotros con las uñas prendidas a asiento.
Doce originalmente todos.
Los duendes de la llama ardiendo
La leña de vid es retorcida y despareja, pero bien seca da un fuego persistente y bastante calórico. De hecho allá en el valle del Tulum los encargados de finca, y aquellos obreros que viven en la misma la usan. Del viñedo o parral siempre quedan individuos secos que en la poda invernal son arrancados y acopiados. Los asados de campo con leña de vid no desentonan y a falta de quebracho o algarrobo, la brasa de «cepa» como se dice aquíanda bien. Es agosto y el frío no afloja, en este Valle de Calingasta arrojo mis huesos cada tanto, está a 2 hs de automóvil desde casa directo hacia la Cordillera. En la mañana bajo cero y después de las 6 de la tarde solo sirve guardarse cerca de la estufa. Mirando fijamente la llama ardiendo me quedo casi dormido…….”En este díadomingo estuve podando las vides de la casa, preocupado en rearmarlas pues el invierno anterior solo se desramaron sin criterio y están deformadas y desequilibradas. Los pollos se entretienen con los brotes y la removida de ramas aprovechando para obtener insectos y otros bichitos entre las hojas secas. Miriam no pudo más y salió a protestar por el tironeo que sarmientos que ponían en riesgo el rosal silvestre que estaba sin hojas. Los pollos la siguieron. Reclaman la comida que siempre les arrima. Mil novecientos cincuenta y dos no tiene nada debuen año, ya no se consigue nafta para el Ford y la última que llego ya venía a6duros el litro. La manzana no la pagan todavía y el tipo de la fábricano vuelve de San Juan a mostrar la cara. La poda del manzanar la voy haciendo solo como puedo, Los peones cuestan 48 pesos el día y nopuedo sostenerlos sin cobrar al menos un adelanto de lo que llevamos a molienda, 142 toneladas demanzana. El gallinero está ubicado en un predio de 25 metros desde el fondo hasta la calle Roca,es como un triángulo y estas vides crecen sobre una de las cercas. Miriam tiene más de 15 gallinas que comen cosas del piso, restos de comida y cada dos días una ración de maíz. Con ellas se abastece a la cocina de la casade huevos y carne sin problemas, el mes que viene traemos los pavitos para criarlos hasta fin de año, delicia de la cena de Navidad. Justamente ese día es mi cumpleaños”.Pero….Dónde estoy? y el gallinero ?, y Miriam ? y yo ? solo tengo enfrente la llama consumida sobre gran cantidad de brasas, miro a los dos costados y me acomodo en la silla de totoraHan pasado 47 años. Hoy encontréseca la segunda cepa de la pérgola, nadie la riega, ya nadie vive aquí. Los nietos mantienen intacto el silencio de la casa, el gallinero y sus recuerdos de pollos y cacareos. Paso al fondo y el viejo tablón aun cruza el canal de riego. Tres postes de acacia solos, una cubierta de camiónsemienterrada y tierra seca quedan del cañizo para secar manzanas. Los pinosestán enormes este año cumplensetenta. Adentroesta todo, intacto, detenido,
aun brilla el mango de la pala de las brasas al lado de la estufa. Acomodo el fuego y miro el termómetro de la pared, de 13 grados paso a 16, la noche será fría, traje otros palos de cepas viejas para no tener que salir. Parece mentira pero me olvide lacampera gruesa en San Juan. Mi abrigo consiste en una camiseta y un buzo de polar y por supuesto el fuego. La llama se rehízo con un tronco fino que le agregue, me puse un almohadón y mirando a la estufa………… “Miriam vuelve a aparecer, esta vez con un mate dulce, la dejo llegar, pruebo el mate y me pregunta si está bien caliente, le digo que su mate es digno de un rey, se lo lleva con una sonrisa de costumbre”……. Ya debería irme a dormir creo que andan duendes dando vueltas .La cepa arde bien pero se consume muy rápido, no soy bueno para calcularlo y temo que cuando haga más frío no tendré leña. Como el garaje, que es hoy depósito de varias cosas incluidas la leña no tiene luz eléctrica, entro a tientas y alcanzo a ubicar un tronco mediano para llevar,no es liviano. Si viviera aquí todo el invierno realmente no alcanzaría la leña. Siempre se usóla leña de manzano, el manzanar tenía 9 hectáreas, siempre en la poda invernal se sacaba importante cantidad de ramas para leña. El manzano es una madera muy buena para quemar en la estufa, muy calórica y su dureza la hace rendirmucho tiempo. Jaime decidió arrancarlo hace más de 6 años. La leña que guardo se fue usando y ya no queda nada. Mirando ya el rescoldo no puedo evitar irme otra vez………………….” Los nietos llegan hoy de San Juan, los estamos esperando con golosinas y juguetes, la semana pasada fue el día del niño y no pudimos viajar, espero que no demoren ya está haciendo bastante frío, coloco otro tronco mientras Miriam no para de arreglar cosas para los chicos que llegan”………. La leña de cepa ha templado el ambiente, la casa está en completo silencio, la noche está cerrada. Siendo las 2 de la mañana del lunes dejo guardados los duendes que me regalo la llama ardiendo, y me voy a dormir.
Enrique Barboza
Suena el timbre de la puerta de casa, espero que María o Luisito atiendan, insisten, tal vez se vayan si no atiende nadie
El dibujo de un gaucho uruguayo, hecho a lápiz y pintado con tempera estaba puesto en un cuadro conmarco de madera laqueada muy prolijo. El poncho era azul y muy vistoso. Me sorprendía la belleza y el detalle preciso. Lo más curioso era que el mástil de la guitarra que portaba el gaucho payador o tenia levemente torcido. Enrique Barboza lo había hecho. Enrique Barboza era un personaje de la amistad de mi padre, mi memoria de niño me lo refrenda como un tipo sui generis. Viajaba por el país alojándose en casa de otros tantos amigos como mi padre. Hacía de la libertad y de la independencia un poco todo lo que los normales sueñan en algún momento como una vida de aventura. Era hábil con las manos, hacia algunos trabajos en casa y de igual modo era presto para hacer artesanías Situviera que describirlo creo que tenía un fino bigote, su cara casi indígena, sus pelos semi largos y desordenados, pómulos prominentes y una boca grande, sus ojos eran levemente alargados y su tez muy tostada por el sol en el tono del mestizo. Que será de la vida de Enrique Barboza, hoy debiera tener más de 70 años, preguntare cuando vaya a Colonia Valdense. De niño mi madre nos ponía a ver enciclopedias y libros de imágenes para hacer llevaderas las largas noches de invierno y lluvia. Reconocí al gaucho del cuadro en una imagen a página completa de la enciclopedia del Historia del Uruguay era de un conocido pintor uruguayo, pero curiosamente el mástil de la guitarra estaba derecho. Sonó el timbre por centésima vez en casa y como nadie atendía el portero eléctrico, fui a atender desde adentro y solo me contesto un balbuceo, por precaución insistí en pediridentificación, y dijeron – soy amigo de tu viejo, de Guido.-Salí a atender y me encontré con un barbado anciano canoso, no muy limpio y de alpargatas. Cuando pidió hablar con Gustavo note que tenía gran dificultad para ver. Le hice pasar al fondo, ya que se lo veía un poco agotado y deshidratado. Improvise un mate entretanto se bebía dos vasos de agua. Dijo que era un vagabundo y que solo pedía un lugar en el fondo para descansar antes de seguir viaje. Cuando se rehízo le pregunte en qué condiciones había conocido a papa, puesto que el murió en este exilio hace diez años. Dijo que no se acordabame enfurecí a punto de echarlo a patadas, pero me conmovió de algún modo suestado y trague esa que pareció ser su mentira. Durmió hasta tarde casi con el sol de mediodíaapareció por el frente, se lavaba la cara en el surtidor del jardín me vio al levantar la vista. Me toco la cara como para terminar un reconocimiento, le aparte la mano, me pareció demasiado. Le pedí que se fuera, en una bolsa le puse pan, una botella de jugo y 2 manzanas. Cerré la puerta tras de sí y no se para dónde se fue.
Un dolor de cabeza me sobrevino y casi no podía ver, el teléfono empezó a sonar y entraban mails uno a tras de otro, martirizándome ese ringstone, la cefalea no me permitía ver de quien era la llamada. Tome 4 pastillasde ibuprofeno y caí seco a dormir. Me desperté cuatro días después todo abombado. El teléfono estaba lleno de llamadas perdidas, mails sin contestar, la casa estaba toda desordenada, se ve que corrió viento en estos días y el polvo cubrió todo. Que desorden, fui al fondo y donde durmió el anciano encontré la bolsa de fruta, pan y jugo intacta, pero un rollo de papel impreso estaba dentro. Lo abrí y era la hojaarrancadade un libro con el dibujo del gaucho con guitarra de la Enciclopedia de Historia del Uruguay, quede consternado mire un mail extraño con un archivo adjunto de imagen, lo abrí y apareció el cuadro del gaucho que había pintado Enrique Barboza curiosamente con el mástil de la guitarra derecho. Salí corriendo a la calle 4 días tarde, busque por todos lados, solo el viento y el silencio metido en los ruidos de la ciudad me respondían. Varias horas pasaron, sudaba, no entendía, al volver a casa imprimí el adjunto del mail, arme la mochila con pocas cosas puse la imagen de la foto en una agenda, y desde entonces viajo buscando a un fantasma no sé si vivo o muerto, tal vez el fantasma de Enrique Barboza que eche de casa aquel día.
Era tan romántico (ETR)
ETRcomo El gorrión
Era tanconmovedor cuando el gorrión atrevido se quedaba equilibrando en la fina rama del malvón. Estallaba en mi cabeza un flash de ninfas descendiendo por mí y jurando amor eterno, voló el ave y con ella todo ese sopor.
Las aves son animales milenarios en la tierra y su jugueteo instintivo nos parece humanoide en el trino, en el celo, cuando se alimentan, hasta cuando mueren lo hacen con un gesto estoico de soldado satisfecho de su ofrenda.
Más aun cuando sé que ella no vendrá ni hoy ni nunca, me conmovió este gorrión, pero no dejo de ser otra cosa que un sepulturero de esas angustias de amor.
Hizo equilibrio unos metros más adelante colgándose del aire para tomar tal vez un insecto volador, lo espante con mi gesto como para que se llevara todo y me limpiara el dolor.
ETR como El aroma de flores
Era tan rematico el aroma de las flores del limonero cruzando en la noche de casi sin viento
Quise traerla de la mano a embriagarse junto a mí de esos vahos y le pareció mala idea, menos sentarse en el pasto, no era ella, no era la elegida. El aroma silo era, yo también lo era solo ella estaba equivocando.
Las flores de limonero son cuasi amantes para los amantes. Son motivo de amor para los desconcertados soñadores. A esta le pareció estúpido y a pesar que le insistí soplando en su oído este romance,solo quedola hierba aplastada de cuando se fue de allí.
Cayó una flor al piso, sonreía por el sacrificio, parecía hacer inventario delasdoncellas que nunca serian compañeras.
Ese Abstracto
Cuando murió su madre un nudo extraño le surgió en la garganta, incluso se tocaba y le parecía sentir el volumen del mismo. La angustia y la pena se le habían instalado, el vacío, la ausencia, las remembranzas y todo el mar de imágenes lo atormentaba. Busco explicaciones lógicas y solo logro armar odios, conclusiones de injusticias de la vida, y otros que amargaban más su existencia y afirmaban el nudo.Siguió buscando muy adentro razonando él porque del halito que deja de estar y corta una vida. Se planteó lo mismo que miles de filósofos, y hombres y mujeres comunes, llego al punto extremo donde comienza un bálsamo para seguir viviendo: el consuelo. Ese consuelo como tal se le manifestó como la dilución lenta del nudo extraño. Al revisar lo que había hecho recordó que desechando la lógica considero todo el tema como un designio de Dios. Eso lo descongestiono internamente. Nunca estuvo muy convencido de todo esto, solo participaba de las rutinas litúrgicas religiosas que lo social requería estimando que eso era lo de Dios. Reconoció que lo ayudó. Adjunto a esto la vida le avisó que era concretamente un ser frágil, vulnerable y mortal cual su madre, dato que le resulto duro para su juventud con impulso cuasi inmortal. Tal vez Dios existe. O tal vezDios se fabricó para tranquilizar el cuerpo al generar el consuelo. O tal vez para que avance delante junto a loque ignoramos explicando lo todavía inexplicable. O tal vez es una formula eficiente de mantener sujetas a grupos humanos para que convivan en paz. Que difícil. Hacer que sustancialmente el hombre deje de ser animalo se manifieste naturalmente como el animal. A saber: matar al que puede agredirle, sobreponerse por la fuerza, desechar a los débiles y enfermos, tomar todo sin restricciones. No pensar en los que fueron ni en los que vendrán. Seguir al fuerte, etc., la pucha. No está mal la idea de frenar y controlar a todos medianteabsolutos y dogmas incuestionables, esto ha hecho que 12 millones de personas puedan vivir juntas en pocos kms cuadrados de ciudad como Buenos Aires y la beligerancia sea llevada con bastante control. Vaya, su madre se desintegraba en la tierra, ella no estaba ya no es más que un insignificante ciclo de vida más que cumple la norma nacer y morir, y se quedaba con este consuelo, aparentemente de Dios. Entendió que dentro de esto era un hombre común y corriente entendiéndose por ello que llegado el consuelo se acabaron la pena y la angustia manifiestas en ese nudo extraño en la garganta, se fue a beber cerveza y seolvidó del tema mientrascon sus amigos armaban el partido de futbol del sábado próximo. Sequedó tranquilo al ceder sus planteos y preocupaciones al Dios del consuelo. Pero desde cuando existe Dios o cuando se construyó esa idea, al parecer estos humanos que somos existen hace miles de años, pero de los últimos 3 mil años hay referencias a este Dios. La Iglesia entiende que desde siempre. Tal vez siempre hubo un bálsamo absoluto tipo Dios en tanto los humanos fuimos tales. Lo
sorpresivo es que se aparecen estos absolutos bajo distintas formas según el país o zona ocontinente o grupohumanoque corresponda. Siempre como una forma de contenera los grupos metidos en comunidades grandes. Todo esto parece ser el lado abstracto del hombre que se mezcla con su ser natural, lo complica, lo conflictua.Fue a visitar su tumba el domingo a la mañana, los fantasmas anduvieron revoloteando el cementerio, al parecer quedaron adentro puesto que en la puerta la chica de las floresparecía más bella que nunca y se lo dijo al pasar.
Fuimos por un auto
Varias veces consideramos a posibilidad de ir a Buenos Aires por un automóvil. La Gran ciudad sueletener infinidad de posibilidades y tal vez allí los precios sean menores que en el interior del país. Después de juntar 2.500 pesos consideramos que sería posible acceder con ese importe a un automóvil que a menos nos regresara a casa los 1.300 Km. al oeste, en San Juan. El departamento de Lilian estaba ubicado en el Barrio de Belgrano, ella gentilmente nos dejó las llaves en el vecino, cediendo todo como si fuésemos dos jóvenes recién casados en luna de miel económica. De pronto el monstruoso aspecto de la ciudad nos hizo ver que nuestra búsqueda podría ser más dificultosa que lo calculado. Con la Revista «Segundamano» en mano, empezamos en una calurosa cabina de teléfono a tratar de ubicar un automóvil que diera las condiciones: precio, estado,y cercanía para ir a verlo. Nada. Caminamos las calles como dos vagabundos, nos parecía ver en cada esquina o cuadra uno con un tarro arriba cuyo desesperado propietario nos llamara para casi regalarnos su vehículo en excelente estado. La remera se nos pegaba al cuerpo, la humedad de la ciudad, su hollín y su ruido acosaban nuestro ánimo. El departamento de Lilian era un resumen de lo máximo que se puede aspirar en el centro de Buenos Aires. Accedíamos por una cansadora escalera al segundo piso. Tenía un living atiborrado de cosas, un pianosin cola, un equipo de música, una mesa enana puesta a fuerza entre tres sillones de tapizado áspero. Bibliotecas colgantes forraban las cuatro paredes yamenazaban ceder ante la cantidad de libros. Las perchas de la pared, y una bicicleta fija olvidada completaban el inaccesible ambiente de 3 por 3 metros. Un pasillo llevaba a tres puertas, dormitorio único, baño y micro cocina. Cada lugar tenía la asombrosa saturación de electrodomésticos y cosas que ni un decorador barroco hubiera podido diseñar o soñar jamás. El riesgo estaba enmover una pieza y que se cayera todo por efecto dominó. Esa noche ni se habló de sexo, parecíamos estar acostados sobre autos, ómnibus y camiones de bulliciosos servicios 24 horas, y el sopor veraniego se hacía notar. Vivimos en el desierto cuyano y jamás pasamos un calor tan duro y claustrofóbico como aquel. Por supuesto nos levantamos temprano y bañarse fue al menos unos minutos de refresco corporal. En el diario por un viso contactamos a un particular que vendía un Mitsubushi del año 1982 presentado en muy buen estado. El entusiasmo disimulo el apretado viaje en el colectivo 238 por Recolectora sur. No fue al fin difícil llegar hasta la calleNicola Rodríguez 1634. EL hombre salió bastante arreglado y nos mostró su auto de apariencia normal entendiendo así alpaso de los 15 años de su fabricación. La vuelta a la manzana de prueba y la charla demagógica nos comenzó a convencer en sentido favorable. El único problema era que costaba 3.500 pesos, por ello propusimos cancelar el saldo desde San Juan en 30 días, el hombre acepto
reteniendo el título de propiedad como prendahasta la cancelación y en menos de una hora salíamos con la operación cerrada. A las 15 cuadras un taxista nos indica que salía vapor por el capot. Paramos al costado, el mediodía y el ritmo del tráfico de la ciudad revelaron que el auto mostraba su primer problema. Andando y parando llegamos a departamento a planear las soluciones. A pocas cuadras fuimos por el especialista en radiadores e hizo la limpieza atrasada 15 años del sector de refrigeración. De vuelta pinchamos una rueda, el gomero nos mostró que las cubiertas en el sector interior de rodaje ya tenían los alambresa la vista. Le compramos una usada que aparentaba estar al menos más entera que la otra que quedo de auxilio en reemplazo del ausente. Consideramos que la noche sería lo más propicio para viajar de vuelta, por ser más fresco. A las ocho del 7 de enero salimos de regreso. A los 150 Km. volvimos a pinchar, la goma recién comprada. La reemplazamos por el impresentable auxilio de los alambres a la vista reparado. Con la noche en pleno una gomería del pueblo de Chacabuco nos vendió otras dos cubiertas que sirvieron para volver sin novedades. Dormimos dos horas de nuestro estresante derrotero en una estación de servicio. Amaneció llegando a San Luis. A las 2 de la tarde nos persignábamos en el puente de Caucete. Al Mitsubishi lo vendimos en menos de un año y nunca más fuimos a Buenos Aires por un auto.
A decisión de Carlos
Había algo de placer en el mirar todo ese horizonte marrón azul mezclado de olas, espumita blanca cielo infinito. El Río de la Plata se mostraba inmenso. La montaña allá enla Cordilleranunca dejaba ver líneas rectas entre suelo y cielo. Los horizontes eran serruchados hacia todos lados por roca de cerros. Solo reparó que ambas vistastenían en común,el color azulado, tanto para la grava en la distancia como el agua que plastificaba un piso hasta no sé dónde. Para don Carlos A. Manín tenía una importancia relativa todo esto. Había llegado a los 66 años curtido por la vida, cruzado de cicatrices que aparecían en sus recuerdos de a ratos. Se tomó las manos por detrás de su espalda con los brazos estirados y volvió su atención sobre los ruidos del muelle 25 del puerto de Buenos Aires. Por allí estaría Consuelo, su mujer, seguro lidiando con algún maletero que pudiera maltratarle las cajas con regalos que llevaban. De otro lado de la orilla, les esperarían los nietos. Ya habían pasado 12 años desde que su hija mayor se largara con aquel bohemio de los anteojos raros y la barba desordenada. El tremendo barco impulsado a vapor, ruidoso y maloliente no dejaba de hacersonar una sirena estremecedora. Solo cuando se hubo rodeado de agua y distancia dejo de avisar de su partida. Vos sabes que no encuentro el llavero con las llaves de la valija dijo mientras se revisaba una y otra vez los bolsillos y giraba su cabeza en torno a mirar si se habían caído. Consuelo por enésima vez la sostenía en su mano, de tal modo que cuando giró le dijo aquí están, las dejaste en la mesa de la confitería cuando sacaste el otro pañuelo. Eran las típicas conversaciones del matrimonioque sobrevivía a los tiempos. Unos cuantos edificios miniatura quedaron del Buenos Aires de bocinas, más adelante la nada y la duda: no se hundirá este aparato? Carlos A. nació en el valle de Cornisa, en el departamento de Rió Seco, valle de Tulum, provincia de San Juan, algún díade su niñez que vagamente recuerda apareció en lo que fue a hasta sus 15 años su «casa». Niño de mandados, durmió en el galpón de herramientas siempre. Solo en los duros inviernos lo dejaban pasar las noches en la cocina viejadonde el rescoldo de los fuegos mantenía una tibieza que nunca podría tener el galpón. Eso era vivir nos contaba, no sé si estaba mal, era lo que había. Las peras hervidas, el pan casi siempre sin manteca y aquellos asados de domingo en queLucreciale dejaba unos trozos a mano para comer (por supuesto cuando yalos patrones canturreaban su borrachera). Se escapó un verano en un camión de cosechadores de uva. Había terminado en la finca de los patrones y lo invitaron a seguir en las Fincas de La Rinconada comoparte de esa cuadrilla .Terminada la temporada se quedó de ayudante del dueño del camión en el taller mecánico y no volvió nunca más. Los autos le seducían y manejó lo que pudo de los que estaban para reparación. Curioseaba apasionadamente en las nuevas versiones de motores. Se lavó las manos engrasadas de años para sentarse en el Ford de «La
Nueva de Taxis» .Se comió al mundo como taxista, conoció asílas mieles y las hieles. En 1961 se jubiló lleno de cicatrices pero también de justos placeres, su casa, su familia, su auto y su retiro. Abandonó hasta el cigarrillo de compulsivo fumador y dejó circular los años sin añorar nada de pasado salvo aquellas mujeres de la calle Santa Fe tan dispuestas a divertirse.
El vapor demoró más de cuarenta minutos en acertar el lugar para ser amarrado puesto que los operarios del muelle no acertaban con la soga que repetidamente caía al agua. El taxi lo llevó a casa amontonado con los chicos ya en ese pequeño país. Todo era verde, todo era ondulado pero bajo sin cordillera. La casa era blanca manchada de humedades pero bastante linda y amplia. Les cedieron la cama de matrimonio y ellos ( su hija y marido) se acomodaron en el piso en la otra pieza junto a los chicos. El queso estaba sumamente agradable, el salame algo crudo pero después de 2 días de viaje hacer la picada con vermouth estuvo fabuloso. Los chicos querían llevarle a pescar, a conocer, a jugar fútbol. El abuelo era el ídolo que venía de lejos. La abuela había traído los chicles «bazzooka» y tanta cantidad que parecía irreal, fantástico. Salió detrás de ellos resistiendo el tironeo de sus manos para que caminara más rápido. Eso parecía ser la felicidad así que siguió adelante. Decidió conocereste pueblo de calles con charcos de agua, tierra negra, y árboles manchados de musgos. Había menos autos que en el Valle del Tulum, y algunos de marcas poco conocidas como Austin, Crossmobile, y más conocidas como Dodge, Chrysler y los clásicos Chevrolet y Ford. Lo que más le sorprendió era la abundancia de pequeños ciclomotores de marcas como Ciao, Honda, Velosolex y otras. Luego le explicaron que los altos precios de la nafta hacían imposible movilizarse en automóvil aun teniéndolo. Estos motorcitos de 48 centímetros cúbicos alcanzaban los temibles 25 Km. con un litro de nafta muy lejanoa los 5 ó 6 litros de los motores de automóvil. De pronto estuvo en una plaza llamada Independencia y de los chicos ni rastros. Hacia abajo se veía una calle en pendiente y al Río pasar mansamente. Fue hasta allí se sentó en un banco mirando a unas islas de enfrente y se durmió no sabe cuánto. Se declaró: viejo,lejos, y hecho, y estaba cansado. Ese día decidió que de vuelta a casa de este viaje era tiempo de morir. Era la decisión de Carlos.
Detrás de la puerta.
La puerta cedió ante los martillazos, era de madera terciada, cuando pudo reducirla, prendióel fuego yesta sequemó rápidamente. Algo de angustia había desaparecido .El dormitorio quedo desde entonces sin puerta.
Cuando Matíasvolvió del baño aquella noche, sucedió. Conocía su dormitorio, el pasillo y entrar al baño con la memoria del tiempo, de manera que no prendía luces. Era invierno, erade madrugada. Aquella noche había bebido junto a su mujer y sus 2 hijas en festejo del cumpleaños de la más grande. Al final casi de postre, el licor casero de dulce de leche lo puso ebrio y feliz. Ya la vida curvaba el tiempo y las cosechas de alegrías eran escasas, pero sustanciosas.Siempre iba tocando paredes hasta ubicar la puerta del dormitorio, al traspasar la puerta sucedió. Los miedos a la oscuridad eran cosas de la niñez, pero siempre dudaba de lo que pudieraaparecer detrás de las puertas. Ya no temía ni a los ruidos de la ciudad, ni a los sospechosos. El barrio estaba lleno de sonidos que en la nocheera mejor no averiguar. Caminó con pasos cortos, ubicó con su mano el picaporte y suavemente traspuso la puerta sin soltarlo de manera de poder cerrarla por el otro lado. Algo como un brazo le rodeo el cuello desde atrás y un fuerte golpe en la parte baja de la espalda lo puso acostado elpiso, todo esto produjo un estruendo ensordecedor, el piso cedio y comenzó a caer al vacío con alguien detrás aferrándolo casi hasta la asfixia, trato de girar a uno y otro lado y fue imposible era muy fuerte, siguieron cayendo acompañados de un silbido que no cesaba. Mientras trataba de sacarse del cuello ese brazo que le ahogaba sin poder moverlo se estrellaron contra un piso, lo último que sintió era su piel romperse como estallando. De lo oscuro a un raro ruido en el extremo de sus pies, no veía nada, pero entendió que era arrastrado boca abajo .Sintió que unas ataduras de alambre le rodeaban bajo los brazos y de él tiraban sin compasión. Se detuvieron en una sala maloliente donde algunas decenas de personas lo insultaban por su nombre .Se le acercaban y lo escupían, algunos lograban golpearle. Estas muerto le dijo un voz grave y autoritaria. Aquí todos gozan de tu exceso de confianza por no mirar detrás de las puertas. Aquí están los protagonistas de tus culpas, de tus cargos de conciencia, tus abandonos,tus desamores, tus malos tratos, tus egoísmos. EL nooooo fue larguísimo, el terror, la sangre dejándolo ciego, las puntadas de los huesos quebrados por la caída eran lanzas de fuego incrustadas por todo el cuerpo. Se acerco Maria, que quedo embarazada , le dijo, fue un aborto, tu ya te habias escapado, pero asi fue, maldito. Se acerco Martin,yo que era tu garante y era tu amigo, le dijo, vendi la casa de mi madre, pague tu deuda y los abogados, tu desapareciste, maldito. Se acerco Rocio, le dijo, me dejaron abandonada tus amigos y tu en el pinar, porno ceder ,cai al canal y mori ahogada ,púdrete, maldito. Cuando pudo ver un poco mas vio que la hilera de reclamantes era larga y ruidosa. Se acerco un desconocido y le dijo, me encerraste
cuando giraste apurado con el auto, choque con el poste y me quebré la tibia, tu escapaste, cobarde, maldito y le dio un golpe con los nudillos en la cabeza. La voz grave y autoritaria le dijo, querido, esto recién empieza. Vio que seguían sus primos, el abuelo Roberto, los vagos de la otra cuadra, el vecino al que le tiramos la basura por el fondo, la hinchada de San Martin, el colega al que le quite el cargo escondiendo la carpeta de su curriculum, unos tipos a los que bocinee excesivamente en la avenida, hasta 4 perros que reclamanque atropelle con la camioneta. Un tipo salio de la hilera enfurecido blandiendo un maza de acero hacia el para golpearle , no recordo nada mas. Siguio caminando con pasos cortos, llego hasta la cama, se metio y tapo lentamente, estaba todo transpirado. Mirando el oscuro e invisible techo, se seco el sudor con las sabanas. Al otro dia saco la puerta y muy temprano la llevo al baldío de la otra cuadra.
Laura siempre existió
Siempre. Antes era un presentimiento, casi un hecho, en realidad tan borroso que es mucho más fiel a la historia decir que siempre existió. Por es que nos dedicamos a considerarla dentro de todas las cosas .En realidadno se trata de un mesías o de contratiempo, no es una imagen ni menos, un dogma .Decir que siempre existió es decir que viene desde que nos recordamos, desde la hora en la que se construyen los recuerdos. Ella antes, sin duda, y sin nosotros ya existía. Jugaba entonces a ser mujer cuando nosotros jugábamos a jugar. Se preparaba tal vez para existir siempre en nosotros. Es casi extraño pensar de otro modo. Primero fue un objetivo, luego un objeto conquistado, desde allí se integró a los actos cotidianos hasta dejarnos intoxicados de ella, tomo el timón y ya nada volvió a ser como antes. El manojo de llaves siempre quedo a la vista pero nadie como ella conoce y administra las cerraduras. Se sentó frente a nosotros a charlar de sus hijos y sus conclusiones, de los contratiempos y los planes de mediano plazo. Al bajar del auto no hizo pie y a pesar que trato de aferrarse de asiento se deslizo, y luego alcanzó a sostenerse del cinturón de seguridad pero nos pudo soportar el peso del cuerpo y desordenadamente se desplomo a un vacío oscuro apenas una fracción de segundos y desapareció su cabello rizado en la profundidad sin luz. Raspo violentamente contra unas ramas indefinidas que le marcaron debajo de las axilas luego de rasgar la camisa amarilla. Comenzó a girar en el aire y ponerse en posición horizontal. Preveía caer un tiempo más, pero en esa posición golpeo muy fuerte contra una superficie de agua que le dolió muchísimo más tiempo del que podía imaginarse. Luego sería el dolor de muchos meses más, combinando en forma indefinida lo físico con lo emocional . En cada noche soñaba que nuevamente caía al agua. El fondo de ese líquido era muy cercano y lodoso,con cierta dificultad llego a una orilla desconocida. Casi en shock quedo boca abajo sin moverse oteando en la oscuridadlo que podía depararle aquel alrededor. Pensó que no moverse era más seguro hasta ubicarse. Le dolía todo. Se fue levantando y golpeo la cabeza contra un techo de roca para comprender que estaba en un lugar sumamente estrecho. El lobo la olio y también olio ella al lobo , hedía a putrefacción, quedo paralizada. Gruño lo suficiente y de un salto le
mordió las ropas de la espalda y la arrastro sin poder evitarlo por una tierra mojada y oscura hasta un nidal de pastos más seco y tibio que todo lo que había vivido hasta allí. Cuando intento levantarse, el segundo gruñido fuetan terrible que desistió. Lloro desconsoladamente, busco su teléfono entre las ropas, una piedra, algo en el piso o la pared, no había nada, siguió llorando. Un cuchicheo y jugueteo de cachorros la despertó, no era un sueño, tres pequeños lobitos le lamían la cara y las manos. Mordisqueaban sin herir sus pantorrillas, se animó a acariciarlos, el juego continuó siendo cariñoso. Junto a ellos y al juego se fue arrastrando hasta una tenue luz ala izquierda. Poco a poco percibió brisa fresca. La salida estaba allí, pero era muy estrecha, con los cachorros jugando aun con sus tobillos rasco el piso blando y húmedo sacando incómodamente la tierra por el costado de su cuerpo casi una hora. Cuando pudo estirar un brazo afuera jalo fuertemente, sintió lastimarsela piel de su cadera pero no se detuvo. Salió de espaldas, pudo parase. Al girar se encontró con la loba que jadeante le miraba. Ya no le temió, avanzo despacio sin dejar de mantenerse frentea frente, ojos a ojos. Se rodearon mutuamente cambiando de posición. La loba ingreso a la cueva en reversa y no se vio más. No corrió se fue caminando. Así fue, no hizo falta explicarlo ni dimensionarlo. Curo sus leves heridas y volvió a ser la que siempre existió.
Los ojos de Beatriz
Me lo conto casi borracho Elias
Los ojos de Beatriz y lo que nunca le dije están fundidos en esa zona llamada corazón como una sola cosa, soplo, añoranza, resistencia.Ese deseo de cruzar el tiempo y pasar por su casa a las 6 de la tarde cuando volviera de la escuela con ese aroma a guardapolvo blanco, la sonrisa colgada de esa boca y ese envidiable abrazo a los cuadernos » arte» para dejarle ya no una esquela ni una flor, ya no una mirada ni un suspiro. Acorralarla contra la verja suavemente y no dejarla pensar, atiborrarla de verbos de amor hasta que me odiase o me tolerase, me echara o me condenara a muerte Que me acusase de todo menos de tímido. Que el portazo del living me diera en la frente para volver destruido a casa, destruido pero nunca con la duda.
Junte libros con excusas, llene de poesías el blanco delos papeles que me rodeaban, para qué ? Me incinere hasta las cenizas, repte, sostuve que era amor, todo amor, tanto amor que perdí el coraje, la voluntad y caí deprimido en las sabanas de la noche sola, mordiendo la soledad, me flagele merecidamente. Que pelotudo, que pelotudo. Las cicatrices me persiguen, como serán de hondas que bien vale extenderlas frente a este vaso de vino, de humo y de tarde-noche treinta años después. Después me fui con otros y otras y salvamos al mundo, ayudamos a los pobres, matamos a los dictadores, trajimos a los demócratas, hicimos la patria, fallamos mil veces, hasta nos olvidamos de ser mortales. Fuimos y no fuimos a la plaza, se nos murieron los vivos, nos sostuvieron los mitos……… Pasamos a la trastienda y yano nos sorprendió como eran los mecanismos, ahora solo nos queda no ensuciar a los jóvenes que son nuestros hijos. Y Beatriz, que será de ella?, en realidad no importa, caerle a su mundo con todo lo que no fue ?, es otra pelotudez.¡ Qué lindo y que duro es relamerse en esta nostalgia, que sabroso es recorrer los dolores, valga me Dios la memoria me ataca se da un festín y yo la dejo consumir mis minutos, mi horario! Ojos de Beatriz: los nombro embajadoresprincipales de mis recuerdos, estaránen todas las desazones y serán los duros representantes de las horas en que lamente por enésima vez nohaber arremetido a ganar o morir.
Mano propia
Hace más de 8 años que en la calle Güemes y Esmeralda a muy pocas cuadras del centro está un edificio dormido en el tiempo de construcción. Sus balcones son hermosos, curvos aun sin la baranda , una escalera moderna y serpenteante de entrada da a un portal aun en material crudo. Los ventanales sin terminar con el marco de cedro incrustado totalmente reseco. Dos `pisos tienen el revoque grueso terminado el resto aun muestra los ladrillos cerámicos. Las cocheras tendrían un acceso subterráneo. Varias historias y varias teorías lo habían dejado detenido, la más consistente habla de una demanda de la familia del constructor muerto contra los propietarios, la familia Ritorni.
El andamio estaba realmente muy desprolijo, no era confiable para subir al primer piso. Ya con esto German no cabía en sí, parecía que el cuerpo le quedaba chico, la ira era de un volumen superior a su envase cada cosa que veía estaba defectuosa o atrasada El edificio tenía una demora de 4 meses según contrato y de 1 año según lo charlado que era terminar adelantando el contrato y alzarse con un plus del 20 %. En estas cosas las excusas son tan aberrantes como poco creíbles, así que el ida y vuelta de llamadas telefónicas, de esconderse , de no contestar el teléfono, había dejado la relación a punto de colapso. Esa tarde se juntaban a las 14,30 en la obra. El silencio del lugar confirmaba que otra vez no había gente trabajando que podría haber sido un atenuante que German esperaba al menos , seguro el muy hijo de madre los tenía en otra obra . Cuando German le envió un SMS para decirle que estaba allí, se aseguró de no llamarle sino mandarle un mensaje de texto para evitar el silencio o la escapada. Ramírez cumplió,apareció a los 20 minutos y rodeando el montón de arena no se animaba a subir por el andamio. German de apariencia tranquilo le hizo señas que subiera, al igual que él llego con dificultad a la primera planta. Allí recorrieron la obra revisando el plano, corrigiendo plomos y niveles, diseñando el cronograma dellegada de materiales. Ramírez sabía que estaba en deuda por todos lados y realmente le hubiera gustado estar en ese momento en la obra con al menos unos albañiles avanzando en el revoque o algo, picando o haciendo algo,
siguieron subiendo. Al llegar al sexto piso German le quería mostrar la necesidad de eliminar unos árboles que ya a esa altura quedaban por debajo de la vista y que impedían ver la calle Güemes. Sonó el teléfono celular de Ramírez, y este lo atendió, sin duda otro drama igual que este le reclamaban en otra obra, la charla se extendió varios minutos . Ramírez recorría el piso dando explicaciones y moviendo las manos con el aparato apretado a la oreja . Llego hasta el borde del balcón sin baranda y miraba en lontananza compenetrado de la tertulia telefónica. Quedo de espaldas y la tentación junto a las iras, las innumerables mentiras, los contratiempos los gastos extras por negligencias, la inconformidad de los inversoresfue más fuerte. Ramírez cayo sin emitir grito rompió el andamio precario del primer piso y se estrelló con un ruido seco .Un pequeño polvo de cal selevantó. Ocho años después no hay marcas ni explicaciones. Los familiares de Ramírez creen que tropezó y se cayó, el fiscal cree que había alguien que o empujo. El juez tiene a causa demorada por falta de pruebas para ir a juicio. German Ritorni vive en la calleCaseros al 228 a media cuadra doblando la esquina del edifico de la calle Güemes. El edificio sabe, todo nadie más lo sabe. Saben quién soy yo, soy el fantasma del edificio.
Me lo conto un joven introvertido.
Empecé a escribir prosa hace pocos años, es un espacio fantástico. Tal y como dije es una espacio que me es muy difícil de llenar, me cuesta desparramar la palabras alrededor de la idea. Me es muy complicado extenderme en las descripciones tan necesarias para la prosa para su riqueza para que dé claros signos del mensaje a trasmitir.
Como que manejo un ritmo interno mal acostumbrado a la poesía corta y relampagueante, a frases, a ritmo, a imágenes, a metáforas. Pero insisto quiero integrarme a esta propuesta, pensé en contratar a un literato que me corrija y extienda los contenidos ya planteados. Por el momento estoy llenando de primeras células el borrador, hasta que tenga la audacia, acomode el ritmo y me anime a revisar y corregir cada anécdota o cuentito iniciado.Mi poesía ya casi tiene una identidad, esta prosa aun vagabundea por las biográficas, las mágicas, y más aún por la confusiones que salen de cada inspiración cual vomito de propuestas. También está todo atado a mi ritmo de vida diario que es sorpresivo, zigzagueante, de mucha táctica, y aún más de mucha especulación. La energía que me demanda mi trabajo es sin duda la postergación concreta de todo esto que aquí planteo. Aspiro a tener retiros de escritor, un tiempo cada tanto, lo más periódicamente posible para abocarme a bajar a un ritmo que permita sacar adelante estos atrasos que tengo.
Manuel como cualquiera
Manuel sorprendió a todos, desenvolviéndose con soltura en los actos de la escuela, lo elegía para recitar esas poesías marcando el fin de las frases en los actos .Soportaba la vergüenza y terminaba la rimada obra en verso con facilidad. Llevo la bandera cuando faltaba el primer promedio. Siempre fue común y corriente. Siempre quiso ser especialista en todo. Escribió varias cosas trascendentes sin que trascendieran. Fabrico muñecos de madera tallados a mano con los defectos del que ignora a técnica. En su fantasíafue director de teatro y de cine grabo incompletas historias y paisajes. Reparo automóviles y lavarropas, portalámparas y radiograbadores. Fabrico una cama y una lámpara de botella. Fue agricultor incompleto de tomates y malezas. Nunca se avinagro aquel ensayo de aceto balsámico. Ni a su madre le vendió un libro cuando salió a la calle. Al final se hizo especialista, en soluciones rápidas. Pero no cobraba por su trabajo, es más cuando pidió un arancel, buscaron a otro, más especialista.
Un puñal para Ringo
“Que sigas siempre dulce………” decía el texto en face booky era una de las ventanitas de decenas que parecían bendecidas por Ringo. En el equipo lo cargábamos con su impresionante poder de conquista con las mujeres. Había una fórmula que la respetaba religiosamente. Ringo era lo más lejano a un tipo fiel y atenido, su debilidad por seducir es máxima, lo más notable era que a l parecer podía generar el más tolerante grupo polígamo. Sus amigas era capaces de pasar la noche con él y luego compartirlo con otras iguales aun con su esposa en una ruedamágica de convivencia con sus pactos de silencio y la entera disposición a un próximo touch. Convengamos que a su belleza de varón cara de niño, le sumaba alguna moto importada, la ropa que daba el look casual oportunoy seguramente fragancias y billetes completaban una propuesta irresistible. Para la junta de comunes, semi reprimidos, monógamos, culpables, como nosotros esto era más que envidiable. La tarde que lo vi llorar, se lo veía también muy descompensado de aspecto, algo poco común en el. “Los negocios se agotaron…”,me dijola depresión se lo comía . Aclaro que así como encantaba mujeres, también era atractivo para inversores a quienes llevaba sus proyectos y solían apostar a ese simpático tipo de palabras tan convincentes. Contarlo no pretende ser esa novela de final ajustado al bien moral de los occidentales, cristianos y bien nacidos, pero algunos contratiempos graves tuvo que pasar. El 4 de febrero de 2003, su hija de 13 años se tiró del balcón del departamento, estaba sola, deprimida, su columna no soporto el impacto, la visita los miércoles, la pasea su silla de ruedas. Es el más cruel puñal , se sumó a la lista de hombre común. Los que convivimos con nuestros muertos ,nuestros drogadictos, nuestro viejos con Alzheimer, nuestras esposas que no entienden, nuestros puñalesAyer lo vi en el café de Laprida y Mendoza ,está intacto, una morocha de anteojos clipers verde oscuro le cedía todo mientras él hablaba.
Refugiado.doc
Pensó que a los 43 años era un momento adecuado para ser refugiado político, de cualquier manera no había otras opciones. EL gobierno militar tras plantear el «Estado de Sitio» el 23 de noviembre de 1972 con sus insanas consecuencias, hoy se dedicaba a desmenuzarcuadra a cuadra, casa a casa, el perfil de los habitantes en busca de “contaminados” de ideas de cambio desdesu nacimiento, el de sus progenitores, de su entorno y cualquier cosa parecida cierta o no armando las consabidas y conocidas” listas negras”. El no dudaba que estaba en las listas por lo tanto, salirde allí era más que imperioso. No durmió en toda la noche del 3 de febrero de 1973, se le aparecían soldados en cada una de las ventanas aun en la de los chicos que dormían en la habitación contigua. Su resistir interno era durísimo de sobrellevar. El despertador le dio tal sobresalto que estuvo jadeando unos minutos y luego salto con el cronograma de acciones a realizar revuelto en su cabeza. Movió a Isabel que siempre lograba mejor dormir y ambos se conectaron en el hormigueante movimiento de cerrar bolsos y volver a revisar documentos a llevar. No dejo el río Uruguay de tener olor a río en puerto,tibio, apestoso, silencioso y semi abandonado, deFray Bentos. Este puerto fue hecho para la pujante época de los cereales y las carnes, todo de cemento, alto y cómodo con grandes grúas de millonario costos, sector de silos para 1,5 millones de dm3 desemillas, sistema de conducción de cargas, oficinas, estacionamiento para camiones, etc. La depresión de finales del 60 y el 70 había transformado todo incluida la ciudad y el ánimo por supuesto en un esqueleto sin carne, alma ni explicación. El puerto actualmente debía conformarse con recibir pocos botes a remo de pesca artesanal y bohemios pescadores de seguro desocupados del Frigorífico o del puerto que fumaban cigarrillos armados a mano mientras esperaban que pique una boga o un patí .De los grandes cargueros que venían por granos no se supo jamás. Oscarcito, de 5 años lloraba al borde del atracadero hasta que lo llevaron a bordo después de acomodar bultos, bolsos, y a los dos niños más grandes, Carlitos y Emi. Su ansiedad era tal no podía dejar de temblar aun cuando ya la lancha iba pasando el canal central del río. La Carapachay era el único servicio para cruzar a Gualeguaychu, una lancha colectivo de 40 personas muy poco
confiable de aspecto, toda de madera, cuya empresa no registraba accidentes fatales en su haber. Hoy existen 3 modernos puentes sobre el Río Uruguay, uno de Fray Bentos-Puerto Unzue, llamado Gral. San Martín, que une Fray Bentos con Gualeguaychu, otro de Paysandú-Colon llamado Gral. Artigas que une las ciudades que le dan nombre. También se puede cruzar por Salto- Concordia y en el Brasil porUruguaiana-Paso de Los Libres pero ya en el Brasil. Buenos Aires estaba tan mal oliente como siempre la recordaba, el tren tenia mal aspecto pero era de la única manera económica de llegar a San Juan. Empezar de nuevo era el desafío, tal vez, o la posibilidad de seguir libres o mejor aún : vivos. Hoy sabemos que así fue,se murió de ciudadano común inmigrante y de cualquier cosa menos de «desaparecido».
Roldanoctubre 2011
No arranca es muy raro planteo Juan,…… pero el motor solo hacia un seco clack en el burro de arranque, sus ojos perdidos tras los lentes engrasados se quedaron mirando nada y al instante dijo a Marcos que pusiera un cable de maza entre el chasis y el motor. Solo entonces arranco la camioneta. El Piola había olvidado atornillar la maza propia de la camioneta cuando volvió a poner el motor. Los cuatro festejamos a media bandera. Todo estaba cancelado, el tiempo ya no daba. Era imposible seguir. La duda de más roturas mecánicas se había instalado. Ahora tan solo deseábamos que la Explorer nos llevara de vuelta a casa.
Enero de 2011, estábamos afuera del café, tres fumadores de los cuatro es mayoría, pasábamos calor a cambio de calmar el vicio de inhalar humo.Mil quinientos km de ida y mil quinientos km de vuelta, destino playa Pinares. La mística, la que nos dio vuelta la cabeza la que puso en su momento nuestros cerebros quemados por el stress en una paz única 2 años atrás. Esta decidido, no hay marcha atrás salvo muerte súbita, nos vamos en octubre.
Los cuarenta grados de la siesta entre Pocito y Media Agua le pegaron mal a la camioneta, se sentía pesada sin potencia, en el Servicentro pudimos ver que le faltaba agua pero nada más. Varios curiosos al ver el vapor nos vaticinaron corta vida, nuestros destino era muy fuerte con agua fresca rellenada seguimos hasta Libornia, cantábamos juntos sudando a música de García de los 70.
Chorreaba un poco por abajo cuando paramos, en un viejo poste de luz seposó un cuervo negro y gritón con pico anaranjado. La piedra que le tiro Ariel lo espanto hasta los eucaliptos vecinos y ya no le prestamos atención. La manguera que perdía agua la reparamos y seguimos por la ruta interior para cortar camino unos 20 kms y evitar el tráfico de la ciudad.
Manejaba Javier y al pasar una zona semi poblada no pudo evitar un gato de pocos pelos negros que quedo girando tras nosotros, el ruido seco nos asustó a todos. Atrás no lovimos más. Al llegar al cruce con la Ruta Nacional tomamos por arriba del puente. Poco a poco fuimos tomando altura y ya el motor no hacia ruido, Javier intento maniobrar y logro que girara a la izquierda que era nuestros destino, suavemente giro y
comenzamos a viajar paralelo a la ruta pero a unos 40 mtsde altura. Estábamos asombrados, mirar para abajo era fantástico, y hacia delante pudimos ver como abandonábamos a zona suburbana y nos metíamos en la solitaria ruta Nacional. Tendrá que ser así nos dijimos, bueno mantenga el curso piloto, ojo con el combustible. A la media hora de andar Fabián observo que dejábamos caer agua en cantidad importante, Javier toco el freno y suavemente comenzamos a descender, reconocí el poblado de La Paz . Averiguando fuimos hasta lo de Rodríguez que con el mate en mano cerraba su taller, era casi de noche. Con su linterna recorrió todo el motor por arriba y por abajo sin poder ver nada. Luego de poner gesto de reflexivo dijo, “cola de carpintero con sal”, sus palabras sonaron raras, nos miramos desconcertados. Si, dijo un curioso, el camión de la cosecha anduvo meses con ese menjunje en el radiador y nunca más perdió agua. Nuestro destino no se negociaba, compramos un pote le agregamos sal y el mismo Rodríguez le puso la mezcla al depósito con el motor andando, a los segundos no perdía una gota. En lo alto de galpónuna lechuza blanquecina chillo y se dio vuelta como no queriendo ver. A “volar” dijo el negro. Si, volemos de aquí. Solo veinte pesos recibió el mecánico por su “ a voluntad”. Traspasamosya de noche el peaje interprovincial y sin que nadie nos viera esperamos recuperar el vuelo. El cartel indicaba baden próximo, perfecto, a manera de rampa podría funcionar. Nos afirmamos en el asiento esperando el vacío abajo y nada solo un ruido extraño de fricción adelante y oscuridad total. Que pasa, estamos avanzando, por las ventanillas laterales pasaban trozos de piedras, raíces recién cortadas y oscura tierra húmeda nos rodeaba, pero avanzábamos a casi 90 kms por hora. Tendrá que ser así volvimos a decir, mantenga el curso don Topo y fíjese en el combustible. Agotamos el GNV y para no perder ritmo conectamos la nafta. Luego de unas horas la tierra comenzó a ser más oscura y las raíces más frecuentes ya no había casi piedras. Era indudable que transitábamos la pampa húmeda. Con las últimas gotas de combustible decidimos subir, la camioneta salió ante el suave toque del freno. Estaba por amanecer, el humo de los cigarrillos y su brasa acompañaban lo rosado del este .Desayunamos, la lluvia intensa, el café era atendido por extraños mozos vestidos de negro y con la cara no visible, nunca vimos un cartel con el nombre de la ciudad ni de sus calles. El agua del radiador seguía a nivel. Con tubo y tanques llenos, seguimos, adelante durante un rato buscamos un badén o un cruce de ruta, algo donde aprovechar o el vuelo o el subsuelo. Manejaba Ariel la lluvia era cada vez más intensa, la velocidad bajo a 60
kms por hora. La música que traía el pen drive aún no se había agotado sonaba bien. No pudo evitar un charco gigantesco que hacia perder la ruta de vista, perdimos un momento el control y de inmediato lo recuperamos con un silencio externo raro, nos rodeaba el agua, pero avanzábamos. Desesperados casi estuvimos a punto de abrir las puertas y salir, pero respirábamos sin problema y avanzábamos. Tendrá que ser así insistimos por tercera vez. Yo manejo dijo el Viejo y se cambiaron con Ariel andando La claridad del día se metía por arriba debíamos andar a no más de 1 metro de la superficie. Dos peces oscuros nos acompañaban, se adelantaban y se atrasaban, eran raros tenían a cabeza girada y no podíamos verle los ojos.
A las 12 hs justo del sábado la temperatura del marcador se fue al máximo. El viejo me dijo mira el termómetro y le dije nos paremos. La laguna quedo atrás, aun llovía pero muy fino. El motor tiraba humo con olor a hierro y trapo quemado. En el alambrado el cuervo de Libornia aleteo para que le viéramos el pico naranja. En el segundo poste la lechuza blanquecina giro la cabeza. Entre los pastos asomo la cabeza el negro gato de pocos pelos negros. En un auto sin puertas pasaron a gran velocidad los tipos del café iban de vuelta. Habían viajado 900 kms con nosotros. Adelante había sol, un mecánico llamado Juan nos esperaba en la puerta de su taller. Cuando miramos hacia atrás había solo campo verde de avena. Los días pasaron y solonos quedó volver a casa en silencio.
Otra mentira Sin sentido
Fue un ruido de explosión, de munición, de arma. En realidad fue medio ruido el que el escucho, luego la otra mitad, el ruido completo lo escucharon algunos vecinos sin darle mayor importancia. La sangre, las conjeturas, lo policial, lo patético es harina de otro costal. “Te dejo una lista de sugerencias…….” Rezaba una nota doblada en el bolsillo del pantalón del muerto………. “……que no me acuerdo si están todas pero ya no importa. La caza de mentiras no es oficio feliz entre nosotros, todos mentimos, es un mecanismo de protección, verás la verdad (mi verdad), cuando te atengas a la suma de gestos, atenciones y arrepentimientos, en tu pesquisa de mentiras solo marcas las distancias. El pecado cultural de la mentira es una falacia, el humano probo debe presentar un dibujo tolerable en lo social y en lo íntimo, mal puede desembarcar con un relato lineal, todo debe tener un orden afectivo, oportuno, apropiado, hasta ordenado. Aquellos fundamentalistas que no “mienten”, no criaron hijos felices o mintieron, no acompañaron ancianos moribundos, o mintieron, no marcaron defectos horribles con el dedo o mintieron, no fueron fieles o mintieron. Otro que me duele es el prejuicio de mi forma de hacer las cosas……adiós, …..estoy muy mal” el papel estaba arrugado como apretado por un puño cerrado en su parte final. El oficial la hizo un bollo y la tiro al piso en un montón de mugre barrida de hace tiempo en un costado del galpón. Los hijos arreglaron todo con el Juez Sánchez, amigo de toda una vida. Con el certificado de defunción versando, “…fallecido por paro cardiorrespiratorio” ,del Sanatorio Brown lo administrativo quedo redondo. Fue otra mentira.
Esta vez pudimos llegar a destino
Fueron ciertos contratiempos que pudimos superar. La lechuza gris del año pasado no pudimos verla pero si preguntamos por ella en la estación de Bermejo, los soldados de la patria miraban para otrolado cuando nos vieron pasar, solo un viejo caminando por el borde de la ruta creyó haberla oído chistar hasta 9 meses atrás, la helada de junio debió haberla matado. Cuando vino el agua y toda a lluvia, el auto se corrió, y de a rato hacia ruidos raros abajo, esta vez no miramos hacia el costado, mantuvimos la vista fija en el aparato GPS. Tampoco miramos hacia atrás, sabíamos que los hombres sin rostro, los peces sin ojos y aquel gato flaco y negro insinuarían de alguna manera. Nunca tuvimos miedo solo tomamos precauciones, mandaron un auto de frente, alteraron el satélite durante algunos minutos, arrojaron agua todo el camino. En la rampa de despegue fuimos prolijos y el auto volvió a volar bajo control quedando todo del lado del río que acabábamos de dejar. Y aquí estamos cumpliendo fantasías con más de un año de vejez. Abrazar a la tía, comer las lechugas tiernas del primo Alfredo, revisar ese extraño galpón de la niñez donde desordenados y superpuestos están los olores de tierra mojada, la tierra mojada, los trapos húmedos, el musgo de las paredes y de las maderas. El inventario de los vivos y de sus muertos, la nostalgia de la música y de los pinos, la nueva forma de hacernos viejos siendo tan jóvenes. Ese rato mirando al horizonte tan incompleto y hasta tan incómodo, esa fuerza por traer sobre esta arena a los monstruos y doncellas que no pudieron esperar. Voy , mientras mis otros duermen, reencontrando en forma extraña al tipo que cambia el dinero, a la mujer que vende en la playa, al mecánico de mi apellido materno, al chico que fue con nosotros al Centenario a ver Peñarol en el 98 y no se había olvidado, y tengo miedo de las preguntas entupidas que nos hacemos con todos los que saben quién soy y no entienden por qué no estoy o tal vez internamente tienen sacadas otras conclusiones. A la tarde descubrimos que los contratiempos algo habían logrado: una parrilla de plástico del frente del auto esta doblada y un poco rota, los fuelles de la homocinética estaban rasgados y perdida su grasa hacían un ruido extraño y preocupante. El mecánico de mi apellido materno prolijamente los reparó y muy prolijamente le pagamos un caro precio por su trabajo. Nunca se sale intacto de las batallas. Hoy llueve y el mismo café que tomas mientras me
lees lo tomo esta mañana de lluvia interminable sabiendo que me rodean todos los recuerdos hasta los de mañana que ya me animo a presagiar. Fui a la playa temprano y estoy tranquilo, es toda mía. Enseguida cuando los otros caminen los mates de desayuno todo volverá a ser normal. El regreso será de bajada, los contratiempos están muy débiles sabemos que será duro pero eso será otra historia.
Tres siglos
Cuando conocí al viejo Lucas Gilera ya octogenario, estaba vestido de traje gris sin brillo, camisa blanca y corbata roja muy fina y opaca, su bigote estaba impecable alineado con su delgada y prolija figura, parecía un juez de pueblo. Me incomode frente a su aspecto, contrasté muy mal, yo vestía pantalón de deporte y remera sin cuello, zapatillas usadas y campera al tono del pantalón deportivo. Para Lucas conocer al novio de su nieta preferida era, tome conciencia, un acto solemne al que de pronto llegue sin la ropa de rigor. Disimulo bien y le conformo en buena medida mis estudios agrícolas de secundaria. El tema le apasionaba y nos volcamos de inmediato a la tertulia de intercambio. En gran medida me dedique a responder a su satisfacción, estaba armando el curriculum que me llevaría a la aprobación del referente más importante de la familia de Luna María. Lucas me contó que había nacido el 25 de diciembre de 1899 por ser la Navidad siempre su cumpleaños era un suceso, sustres hijas nunca se casaron, la más chica murió de niña en un infortunio de tránsito, Luna María erala primera hija de la del medio. Por los avatares de la vida cumplió la función de padre, abuelo y hombre de la casa. De muchas maneras las décadas pasaron, fue empleado del campo de sus padres hasta 1919, pasó 2 años en Buenos Aires conscripto en el Ejército. A la baja continuo estudios administrativos que lo llevaron de cadete de la oficina de Correos hasta Secretario del Juez Civil de Villaguay en un lapso de 50 años. Fue jubilado en 1968 después de rechazar varias veces su retiro. Vivía intensamente la realidad cotidiana, físicamente estaba muy bien, puteaba 2 o tres veces a día contra los peronistas y al menos una contra los obreros temporarios del campo. Leía el diarioy escuchaba las noticias religiosamente. Paso la prostatitis, la tuberculosis ylas amarguras varias . Los primeros días de marzo de 2001 quedo impedidode caminar, me llamo al hogar de abuelos donde vivía y me dijo.-No voy a llegar a diciembre a cumplir los 102 años.
– He vivido 3 siglos, qué más puedo pedir. En agosto de ese año una simple gripe lo durmió para siempre.
Volví en ómnibus
Es terrible pensar que en un papel blanco de esta índole lleve demorando más de 40 años mensajes que debí escribir entonces. La falta de responsabilidad es notable y por lo tanto he de iniciar con mucho esfuerzo estas notas. Con la certeza que tengo mucho por decir es que me convenzo y no con menos voluntad le indico al chofer que bajo en la esquina. El ómnibus no prevé la bajada por delante, pero nuestro habito latino nos puede y con simpatía me despido del muchacho agradeciéndole le viaje con el coche aun en movimiento. El auto no pudo más, el chorro de aceite de su motor me llevo a pensar que en cualquier momento colapsaría todo. Hace varios días que admite más de 1 litro de aceite fresco. El mecánico no solo determino que debía cambiar el retén de la bancada de la caja si no que de paso la pata del motor estaba rota y se agregó una perdida menor por la subtapa de válvulas. Me miro como cuidando su alocución para avisarme que debía disponer de trescientos cincuenta pesos para retirarlo el martes próximo. Mi silencio lo hizo poner incómodo y agrego, para persuadirme, que dentro del importe estaba incluida la regulación de válvulas y todos los repuestos. Antes irme le consulte por el aceite de caja y motor y no tuvo más remedio que meterlo también en el precio. Camine con la satisfacción de haber ganado algo en el gasto irremediable del contrato de servicio. El 147 de la marca FIAT modelo 1995 me dio varias tardes deentretenido quehacer. Aclaro que disfruto observando los percances, un poco más descubriendo el problema y gozo notablemente cuando mi oficio de aficionado me permite repararlos. Entonces pasaronel cierre de las puertas que se descolgaban, el motor notablemente acelerado, una pérdida de gas de equipo de GNC, los asientos sueltos, la luz del tablero, el cierre del capot, el cierre de la baulera, el silenciador suelto haciendo ruido, la regulación de los asientos y las luces delanteras, por dios. El tipo me dijo que estaba impecable. El entusiasmo de comprarse un auto nos pone tan ciegos, como permisivos en el diagnóstico de su estado (aquí se dice que «se calentó con el auto»). Por las dudas una cubierta de la rueda trasera tenía los alambres a la vista. Mi mal negocio se sostenía con las satisfacciones de reparar la mayoría de las vejeces del coche decatorce años y 196.525 kms recorridos. El ómnibus es un medio que uso poco, mi locura por la libertad y la independencia me han llevado
a moverme en todo transporte posible a saber, a pie, bicicleta, bici moto, auto roto o lo que sea antes de tomar el colectivo. En este caso quedó el tallera 2 cuadras del centro de la ciudad y por consiguiente de una parada de suficientes y frecuentes servicios como para admitir usar el medio. El poco hábito complica las cosas puesto que no conozco cual servicio habrá de acercarmede modo más adecuado. Pregunte por la plaza de las Rosas y no tuve problema para llegar hasta 5 cuadras de mi casa, esquina donde despedí al apresurado chofer que nunca detuvo el vehículo. Mi suerte quedo echada de a pie hasta el martes, que tal vez sea un poco más con el típico ”se me complicó” de nuestros amigos de la llaves inglesas y la grasa. Comencé a negociar con mi socio el uso de su moto para poder llegar en tiempo y forma a la clase de catacion de vinos que pague la semana pasada y no quiero perder el importe. De cualquier manera esto es harina de otro costal e historia de otro historial.
Angie
-Suave su piel del tostado del mar, como ceroso, marrón roble tostado la tez, así la recordaba. Podría describirla en un identikit y seria encontrada al instante.
La saliva se le derramaba en la mesa,por la comisura de la boca, con la cabeza apoyada de ladohablaba por encima del sueño soporífero de la borrachera. German hablaba y balbuceaba.
– Espera me dijo, sus ojos eran verdes como lasaceitunas quese ven en los frascos. -Angieme hablaba despacio, casi susurrando, se semisonreia y yo moría en ese coctel de ojos brillando, boca semifina y blancos dientes. No quiero olvidarla( repitió), eso me alcanza para vivir. No quiero ni que venga, ni que vuelva, ni que muera ni que me recuerde. Solo no quiero olvidarla.
Me tomo por los dos hombros y me planteo entre un aliento al alcohol asqueroso: -esta semana empecé a olvidarla, a olvidar su rostro, sus dedos finos, su peso sobre mi, su pelo lacio, suruido a mar. Todos estos años la lleve muy presente. LaAngie, la hija del intendente, te lo dije no? era muy desenvuelta, simpática, dulce, de gran personalidad pero atacada por los males de la costa.
Muchosjóvenes de las ciudades super turísticas de la costa Atlántica tienen un verano intenso y fantástico contrastado con un invierno doloroso y solitario. Como marineros sin mar ni barco deambulan por las veredas vacías y boliches tristes, embriagándose y probando lo angustiante de la vida.
Y siguió -Angie salio del baño luego de vomitar y se encontró frente a frente conmigo, se cayó encima de mí. La lleve hasta unos sillones, le convide gaseosa de lima limón. Me miraba sin entender, sin mirarme. No te acordas de mi,la playa, el hotel, la moto, soy German. Giró la cabeza hacia el otro lado y volvió a vomitar.- No se quien sos, pero pareces buen pibe-, me dijo . -Ahora ándate que ya llamaron a mi viejo y seguro llega enseguida.- Angie ( replique yo)….me vine de Catamarca para verte, para seguir con lo que planeamos.
– Vamos pedeja reventada,- así le dijo el viejo-mas un tiron del brazo fue lo que siguió mientras se la llevaba sosteniéndola en su desequilibrio.
-Y yo me quede con los brazos vacíos, partido………………………………..
– Ahora solo quiero recordarla, no la quiero olvidar. No quiero ni que venga, ni que vuelva, ni que muera ni que me recuerde. Solo no quiero olvidarla, mantenerme vivo en su vivo recuerdo.
Lo senté de los hombros del mismo modo que el me había tomado a mí y se dejó llevar hasta la silla con los ojos mirando nada.- German querido, me haces acordar a algunas penas duras de mi historia.
-Vasco, Vasco, -tráete otro Caballito Blanco, que le voy a contar a German mi historia de amor.
No se quien nos llevo a casa a los dos esa madrugada.
Angie murió de sobredosis cuatro días después, lo supimos de casualidad porel Facebook de un amigo. Nunca se lo conté a German .
Gustavo Gardiol nació el 15 de marzo de 1963 en el Departamento de Colonia República Oriental del Uruguay.
Hasta el año 1973 residióen su país de nacimiento, luego se radicó la en Provincia de San Juan Argentina que es su residencia actual. Cursó estudios Secundarios de Enología graduándose como Fruticultor Enólogo en 1982.Cursó elProfesorado de Educación Física graduándose como Profesor Nacional de Educación Física en 1989.
Desde su adolescencia comenzó a escribir con mucha dedicación, siendo autor de innumerables poesías, cuentos cortos y canciones populares, todos en borradores personales y ediciones caseras. Hoy pone a consideración un trabajo maduro de tiempo y contenido.
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
Se terminó de imprimir en………………….
Impreso en Argentina
Primera Impresión
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