El miedo inunda mi mente,

mi corazón no puede tomar un descanso,

solo cuando recuerdo respirar

mis pulmones se sienten libres,

tu presencia me alimenta,

pero tu ausencia me amuralla.

No tengo miedo a morir,

ni miedo a sofocarme.

Tengo miedo a vivir en la misma fantasía,

con el mismo final,

en que tu partida es inminente.

Dos mundos están separados;

tú perteneces a la tierra

y yo a la nada.

Y esa brecha que separa tu corazón del mío

se hace grande.

Cada latido de esta bomba en mi pecho,

me recuerda que no estás,

Cada día más lento,

cada vez más vacío.

Entiende

que si tu mirada no se clava en mí

lo hará la aflicción.

¿Miedo?

Sí, y mucho

por que te he visto directamente.

¿Pero tú lo has hecho?

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS