¿Cómo terminará este siglo?
Aturdidos por el ritmo vertiginoso de la vida, los constantes cambios tecnológicos y el bombardeo de información por tantos canales que, queramos o no, están abiertos y mostrándonos constantemente novedades, reinvenciones, o más de lo mismo, ya hemos olvidado que la realidad es más de lo que entra por nuestros sentidos; que este planeta es un gran ser vivo, cuya salud ha mermado considerablemente por causa de los humanos. Sí, hemos sido considerados por muchos de nosotros mismos como “el gran virus” que enferma a la tierra.
Hay tanta ciencia-ficción que habla sobre la futura lucha del hombre contra la inteligencia artificial que él mismo ha creado, lucha por la supervivencia, en la cual gana el más apto. No siempre con resultadosfavorables al ser humano. Ya existen androides con funciones específicas, tanto para trabajar en líneas de producción como para dar compañía y satisfacción sexual. La meta de los equipos de especialistas que en Asia, Europa y América han desarrollado esta tecnología es lograr que sus creaciones evolucionen, aprendan y puedan tener auto-consciencia. Así que esta posible lucha por la supervivencia cada vez es una idea menos descabellada.
¿Quién recuerda a Julio Verne? Ese genial escritor francés nacido hace casi dos siglos mostró en varias de sus obras, que en la época se consideraban de aventuras pero ahora podemos enmarcarlas dentro de la más precisa ciencia-ficción, cómo lo que un visionario imagina puede convertirse en realidad. Así, planteó desde la idea de viajar al fondo del mar en lo que ahora llamamos submarinos, hasta la llegada del hombre a la luna… En un salto de cien años, entre los años 60’s y 80’s se transmitía la serie animada llamada “Los Supersónicos”; que mostraba las vídeo-conferencias, los robots y la domótica, como elementos cotidianos en el futuro: todo ello considerado como cosas fantásticas y hasta utópicas por el común de las personas en esos tiempos.
Para los humanos nacidos en los últimos 20 años es perfectamente natural que haya una aplicación para todo, el deber de actualizar perfil y compartir constantemente información en redes sociales, la necesidad de disponer de aparatos electrodomésticos de última generación, que en poco tiempo caen en la obsolescencia. Afortunadamente hay sectores que se están ocupando de promover la consciencia de responsabilidad como especie “dominante”tenemos con respecto al futuro de todos los seres vivos que habitamos este planeta. Los temas como las consecuencias de generar tanta basura electrónica, la constante creación de transgénicos, la brutal competencia por ofrecer más poder –que hoy en día puede traducirse para cada persona en términos de “likes”, seguidores, dinero, implantes corporales, compañeros sexuales, lo último en dispositivos electrónicos, y una larga lista de elementos que por sí mismos no implican una verdadera satisfacción a genuinas necesidades humanas, sino que funcionan de acuerdo a un contexto creado por humanos para esclavizar sutilmente a otros humanos– son tópicos controversiales cuyos estudiosos son vistos en no pocas ocasiones como personas que están alienadas. ¿Acaso no se ha generado una suerte de alienación con todo el esquema consumista en el que vive gran parte de la humanidad de hoy? La RAE define alienación, en una de sus acepciones, como: “Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición”. Vaya, pues de la condición humana podría esperarse una mayor identificación con el medio que la rodea, con gran cuidado por todo lo que le permite mantenerse con vida, así como una mayor consciencia de lo que hay más allá de la satisfacción inmediata que se busca y no siempre se obtiene a través del constante esfuerzo por encajar y mantenerse dentro de las tendencias actuales.
En vez de proponer que abandonemos todo el progreso tecnológico, el gran reto que se plantea para nuestra especie estriba en armonizar el gran potencial de creación e inventiva con el respeto por todos aquellos que viven en nuestro amado mundo. Este desafío implica salir de la zona cómoda y comenzar a enfocarnos en un desarrollo que realmente sea sostenible y no se sustente a expensas de la salud ambiental. La buena noticia es que hay variedad de especialistas trabajando en ello, realizando investigaciones y estudios. Se seguirán escribiendo las páginas de la historia de este siglo, en la que todos somos protagonistas. ¿Qué estáis haciendo vosotros al respecto?
OPINIONES Y COMENTARIOS