¿Qué lleva al hombre buscar la verdad?

¿Qué lleva al hombre buscar la verdad?

Jorge passetti

15/07/2018

Introduciéndonos en el texto “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral” de F. Nietzsche podemos apreciar como desde un principio el autor plantea la idea de que el hombre carente de aptitudes físicas como garras o robustez, en contraposición con los demás animales, desarrolla el intelecto como medio de existencia a través del cual finge, se engaña y crea un mundo de fantasía antropomórfico, pero aun así inconcebiblemente tiene una inclinación pura y sincera hacia la verdad. De aquí el problema que plantea Nietzsche que se resume en las siguientes preguntas: ¿De dónde proviene ese impulso hacia la verdad? ¿Qué lleva al hombre buscar la verdad?

Siguiendo con lo arriba expresado, el hombre naturalmente utiliza el intelecto para desarrollarse, relacionarse, y existir con otros y la mayoría de las veces lo utiliza para fingir y crear ilusiones, pero al mismo tiempo tiene el deseo innato de poder existir en comunidad por lo que le es necesario hacer un acuerdo que garantice el funcionamiento de la vida social según una manera de vivir con el objetivo de evitar lo que Nietzsche llama bellum omnium contra omnes, es decir, una guerra de todos contra todos. Ese acuerdo tienen su base en designar las cosas de manera uniformemente validas y obligatorias. Estas designaciones son arbitrarias y antropomórficas por lo que no se puede tener certeza de que representen a las cosas en sí, por dos cuestiones: la primera es que el hombre solo infiere que debido a un impulso nervioso recibido existe algo externo a él que lo genera, por lo que nunca podrá acceder a la cosa en sí y suponiendo que por un instante accede, es decir supera los intereses que lo guían en la búsqueda de la verdad, no podría soportarlo, automáticamente perdería la conciencia de sí mismo ya que está en su naturaleza reemplazar esos espacios “vacíos” de la realidad por ilusiones, farsas y fantasías que, por decirlo de alguna manera, le fascinan.

Y la segunda cuestión es que éstas designaciones se forman por equiparación de casos no iguales, es decir se generaliza dejando de lado la particularidad de las experiencias, en otras palabras, al abstraernos de las intuiciones nos alejamos de la realidad. A partir de estas designaciones el hombre crea el lenguaje quien delimitara lo que es verdad y lo que es mentira y será verdad aquello que el hombre haya cargado de utilidad y de valores, mientras que las mentiras serán aquellas designaciones que hacen pasar lo uno por lo otro generando molestias en la sociedad. En el texto, el autor propone una concepción de la realidad diferente a la que percibe el hombre de razón, ésta es a través de la pura intuición, el arte que lleva en sus metáforas una lógica diferente con la que logra transmitir la particularidad de la experiencia, a diferencia de la ciencia que critica, que crea conceptos rígidos reuniendo casos no iguales, generalizando y matando detalles de la realidad que le daban su riqueza. En un sentido extramoral podemos decir que el hombre racional busca las mentiras cuyas consecuencias le son agradables o benéficas y las llama “verdades” y se contrasta con el mentiroso que atenta contra esta convención social y es excluido por no ser conveniente a lo establecido. Cuando el hombre se olvida de que ha inventado su concepción del mundo, es decir el conocimiento, cree que está en presencia de la verdad. Quien lleva a cabo esta tarea de olvido en el ser humano es el orgullo generado por el conocimiento, la vanidad ciega al hombre haciéndole creer que lo que él invento, las formas y categorías para encasillar la naturaleza, son verdades.

Según el problema planteado ¿De dónde proviene ese impulso a la verdad? podemos concluir que: el hombre busca la verdad como medio organizativo de una sociedad y como herramienta para establecer la forma más conveniente de existir olvidándose de que lo hace fingiendo y siendo este engaño producto de su arrogancia y en afán de creerse centro del universo. No la verdad absoluta de la cosa en sí, esta no le interesa, sino que busca aquellas verdades que son metáforas de lo que limitadamente puede llegar a percibir y tienen una utilidad. Las formas de percibir el mundo serán correctas en tanto tengan una utilidad o posean valores para el hombre y Nietzsche nos dice que existen diversas perspectivas desde las que podemos ver el mundo y que al acotar nuestra percepción nos estamos perdiendo de las más ricas particularidades que tiene la realidad.

Passetti Jorge Nicolas

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