Ancestrales figuras,
monstruosas y míticas,
sinuosas y sutiles como anguilas
renegridas intentaron
rodearme y distorsionar mi ser…
No se,
era inseguro de mi mismo,
en esa dura transición,
en donde parecía acomodarse
mi propia identidad,
la cual tenia piezas inconclusas,
y allí es donde se quisieron
meter las sombras,
susurrando, chiflando,
confundiéndose con la voz
de mi conciencia,
induciéndome a proceder
incorrectamente, irracionalmente,
descolocado en mi mismo,
y sentía que algo no estaba bien,
que no cuadraba y se quería hacer
parte de mi,
pero no se terminó de asimilar.
No repetir la herencia,
los errores de mis antepasados,
no equivocarse en lo mismo,
y no seguir la misma linea
¿Podré escapar de lo que estoy formado?
Admitir lo que eres y puedes ser,
y lo que quieres ser y no repetir,
y lo que quieres cambiar,
y no sabes si a fuerza de voluntad
lo podrás cambiar…
He sido perseguido y acechado,
por algo invisible invadido,
solo se que por momentos
sentí terror y agonía,
como si me viera en un cristal
deformado por un sonido
altisonante, agobiante y constante.
Siempre me preguntare
si he percibido lo sobrenatural
maligno de este mundo
y las profundidades infernales
vagando por este mundo
o si simplemente me traiciono
mi mente rayando la locura.
Decisión persistente
de salir…
En mi pesadilla:
Había un hombre arcaico,
en ruinas y en harapos,
hundido en el fango,
allí trabajaba, allí estaba acostumbrado,
era su hábitat en medio
de una gran oscuridad
que todo lo tiznaba y allí había
otros hombres…
De pronto una luz potente
cruzó en el cielo lo encegueció
y luego le hizo ver todo
lo que no estaba bien en su vida,
como una revelación,
lo entendió, lo aceptó
y procedió…
Buceó hacia las profundidades
de un océano junto a un iceberg,
y en el fondo halló
una esfera luminosa,
la abrazó y se la llevó,
creció, maduró y de pronto
unas manos rompieron el epitelio
y salió un nuevo ser
que se venia gestando,
capaz de lidiar con las sombras
y como no se pudieron alimentar
de él
entonces la vida de las sombras
se fueron extinguiendo
hasta secarse y convertirse
en fósiles de un antiguo museo.
Puedo entrar allí y verlas
inmóviles en poses feroces,
cuando vivían y dominaban,
y ahora ya no,
dependió de mi que se fosilizaran,
creí amarlas,
me hicieron creer que las necesitaba,
que eran parte de mi inteligencia
y me hacían interesante…
He ahí tan feroces
que eran en su tiempo,
y ahora son sombras fósiles,
estatuas inertes de un pasado
que no revivirá.
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