Ahora me encuentro en Estados Unidos, soy un alumno universitario becado por la universidad de Duke.

Es mi primer día en esta universidad y estoy bastante emocionado ya que viniendo de una familia noble pude lograr este gran logro el cual mi familia se encuentra bastante orgullosa, hace 1 semana que me encuentro acá.

Voy a la universidad y me encuentro con bastantes personas, me puse muy nervioso, pase las clases normales pero ahora llega el momento por el cual me becaron, sí, me becaron por jugar baloncesto. En el país en donde vengo no es tan reconocido el baloncesto pero aún así lo pude lograr y con 18 años me encuentro acá midiendo 1.81 jugando en la posición de base.

Antes que todo les contaré mi época en la universidad…

Era un adolescente tranquilo que solamente quería mantener bien sus notas y jugar para un equipo de baloncesto para mejorar, sí me enamoré, era una chica muy hermosa, atenta, algo loca pero aún así fue importante para mí. Me ayudó bastante en todo, aunque tuvimos varias peleas y sí, nos alejamos por varios años, les seré realista aún la amo…

Acabó mi entrenamiento, puedo decir que me fue bien pero todavía me falta bastante, la banca es buena y el quinteto titular ni que decirlo, será complicado pero no imposible.

Llegué de noche a casa y entonces tuve una llamada, ajá es la chica que yo les mencioné se llama Adriana, me contó todo lo que le pasó me sorprendió, ahora ella también se encuentra en una universidad pero en Lima y estamos alejados otra vez.

Después de esa noche que hablamos hasta amanecerme puedo decir que estoy feliz de saber que se encuentra bien y que tuvo el interés de hablar conmigo…

Allá en Perú soy reconocido por haberme ido a Estados Unidos a estudiar por una beca en el baloncesto, gracias a mí lo están tomando más en cuenta y me siento muy bien por eso, luego de eso bastantes chicas quisieron estar conmigo pero yo no acepté…

Luego de pasar un mes y seguir manteniendo contacto con Adriana, le conté que tenía mi entrenamiento para ver el equipo que jugará en la liga universitaria, ella no desconfío se mí y me dijo tú puedes, eres el mejor.

Acabó el entrenamiento, adivinen que… Sí, pertenezco entre los 12, aparecí en el número 8.

Llegué a casa a contarle a Adriana, ella se emocionó conmigo y no paramos de hablar…

Tengo 2 hermanos uno llamado Flavio y otro Rafael, Flavio es el mayor, una persona determinada, que nunca se deja caer, lo amo mucho. Rafael desde pequeño ha sido destacado, responsable, algo frío, también lo amo…

Les cuento a mis hermanos y se emocionaron demasiado que compraron pasajes para ver el primer partido en el cual hasta capaz no entre pero aún así quisieron ir.

Ya estamos en la fecha del partido, hice bastantes amigos pero con uno coincidí más, se llama Ricardo y es un Africano becado también el cual va en la posición de pívot con 2.14, es chistoso porque en Perú soy alto pero acá, uno de los más bajos jajajajajaja.

Falta 1 hora para el partido y ya me encuentro en la cancha calentando, veo a mis hermanos llegar y nos damos un gran abrazo, pienso en lo que me dijo Adriana

Termina el primer cuarto vamos 56 – 76, perdiendo por 20 puntos. El entrenador desesperado nos pone a Ricardo y a mí, deja su confianza completo a nosotros. Sacamos nosotros y entonces quedo totalmente en blanco pero algo me hace recapacitar, doy botes tranquilo, calmo el juego y mando la jugada que estuvimos practicando, aproveché de Ricardo y entonces me hace la cortina, yo paso, doy un bote hacia atrás le doy pase y la clava!

Eso nos alentó más, faltan 10 segundos para que acabe el juego, vamos 103 – 105 es un triple o una canasta normal para dar esperanza al juego entonces mando un aclarado, me la juego, doy bote, cambio de dirección veo un espacio para tirar, me acomodo de 3 y tiro… Entró! Entró!

Todos felices festejamos la primera victoria de la liga, mis hermanos corrieron hacia mí y me abrazaron todos sudados…

No les conté pero en Estados Unidos pasan por televisión los partidos…

Llega una chica con un micrófono a entrevistarme y me dice: ¿Cómo un chico de primer año puede hacer algo como esto? Le respondo: Hago lo que necesito para ganar.

El jugador del partido es Ricardo con 40 puntos, 12 rebotes y 3 tapones; es una bestia, yo lo seguí con 21 puntos, 14 asistencias, 3 robos, 1 rebote; puedo decir que es un buen inicio para nosotros.

Llego a casa y le aviso a Adriana, me dijo: lo vi por televisión, estuviste magnífico. Ella era la única que siempre estuvo ahí conmigo, por eso la amo.

Continuará…

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