Un paso al frente y cae

Un paso al frente y cae

DM

06/06/2018

Asco a la luz de las estrellas, porque al fin ya no hay nubes opacando aquello que más da sentido a la noche, y aún con la polución, aún con el sonido de la sórdida ciudad cerrándose bajo el poder divino de la extinción eónica, todo toma una gama de colores diferente. No, miento; mismo gris, he sido yo quien cambió.

Busco paz, una vieja paz pérdida en no se qué borrachera de ira e inseguridad. En medio de una tempestad muda (o yo sordo) todo se revuelve en el ciclo y se transmite en la sangre que corre por mi corazón que ya no sabe por qué, por quién o a qué latir. Ya no vivo por escribir, de hecho, cada vez me restrinjo más; regla sobre regla me encierro, no más poemas, no más cantos, no más musas, sólo la estática prosa insípida y el yo errante como fuente de toda palabra.

Pero no me malentiendas, creo que ya no me rodea esa antigua compañera que bañaba todo con brea. En mis venas no hay más veneno, ni odio, quiero cambiar, potenciarme, sí, de nuevo alejarme de todos, abandonarlos. Es un buen momento para eso, aunque pierdo visión, intuyo que ya llega algo, me desprenderé de todos, moriré para todos y no tengo miedo de ser olvidado, la parte más cínica de mí ser lo está deseando, pudrirse en odio, fundirse con al ira o la hipocresía.

No espero mucho más de mí que un retorno a la quietud, abandonar esta marea escandalosa de sentimientos que con su vaivén me retuercen como en el peor de los huracanes. No queda nada a traicionarme a mí mismo, está vez por paciencia, quizá.

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