Porque eran tan sólo susurros de amor lo que había entre usted y yo…
Le conté a la luna:
Querida amiga, he estado llena de melancolía estás últimas noches, mi alma no ha descansado porque siente el lugar vacío que él antes ocupaba; disculpa no haberte contado esto antes, pero estaba tan ocupada pensando en su regreso que no pude hacerlo. Me he ocupado de mis actividades tratando de sacarte de mi cabeza, he conciliado un sueño ligero, aquel largo pero tan irreal sueño dónde está a mi lado. Extraño su olor tan peculiar impregnado en mi piel, comenzando por mis labios; el sabor de sus besos que eran tan dulces y frescos, como el olor de las rosas. Mis caderas y mi espalda podían estar marcadas, eran esas marcas que excitan, sus manos, sus dedos y sus uñas hacían de tan sólo una marca, algo parecido a una firma donde sólo podían estar ellas. Extraño mi tacto sobre su piel. Le extraño, extraño cada parte de él, cada palabra, cada sentimiento que me demostró al tenerme cerca.
Querida luna:
Jamás creí que esto pasaría… Ahora no hay nombres, las cosas no son perfectas, pero él… Ha regresado, lo pude sentir apenas hace unos días, cuando menos esperaba su llegada, él estaba parado frente a mí, despertando nuevamente el amor que tengo para él.
OPINIONES Y COMENTARIOS