¿A quién le escribo mi palabra muda?.

¿A quién le cuento lo que mi razón padece?.

Aun así la noche en vela progrese,

amanece sin respuesta y sin fortuna.

Pasos grises despiertan mi estigma,

nublados bosques de palabras vacías.

Todo se mueve en las ironías,

inconclusas soluciones y enigmas.

Perpetrado en la hoja vacía quedará,

el discurso involuntario del alma.

Sintético humano deseando la calma,

que tal vez nunca encontrará!.

Llorando no ha de vaciarse el pecho,

las letras resumen el tormento.

Treinta primaveras y un momento,

castigos de un sueño desecho.

La sombra es todo el anhelo,

a sabiendas del fracaso.

Las rimas se harán pedazos.

Las noches serán consuelo.

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