La manera en que te amaba.

Llevo tanto tiempo dejando esto de lado que realmente parece imposible la escena que ahora está sucediendo. Mientras con las yemas de mis dedos acaricio todas y cada una de las teclas del portátil, mi mente no puede dejar de viajar al pasado y aunque ya no duele como solía, en mi interior puedo sentir un vacío inexplicable.

Mi nombre es Ellen y tengo veintiún años. Aunque parezca una edad lo demasiado corta para saber de la vida y el amor, no lo es, me parece haber vivido más de una eternidad.

La primera vez que lo vi fue en el 2012 y jamás creí que una persona que en su momento me parecía completamente indiferente, fuera todo para mi unos años después. Era alto, blanco, cabello cobrizo, ojos verdes (que fácilmente puedes perderte en ellos) y de labios carnosos, unos (labios que pueden derretirte con su simple roce y besarte deliciosamente).

Y justamente eso fue lo que me sucedió; me perdí en lo cálido de sus abrazos y en sus delicados besos. En este momento me parece sentir la opresión de ellos sobre los míos y sé que simplemente es un recuerdo, no lo veo desde hace más de un año y siento que han pasado más de dos vidas enteras. He cambiado y él por supuesto que lo ha hecho, me he enterado de cosas que la verdad me hacen dudar sí sigue siendo el que una vez amé y me dijo que me amaba.

Estoy consiente que cuando el amor se va es mejor retirarse con la frente en alto y dejar que las cosas con el tiempo se acomoden. Pero ¿qué pasa cuando tu corazón no encuentra paz? Me ha pasado y es un sentimiento que jamás le desearía ni a mi más grande enemigo.

Quiero, quise y querré siempre decirle muchas cosas que tal vez en su momento se quedaron atoradas en mi garganta o están en mi mente latentes esperando el tiempo adecuado para salir, pero sé que ese tiempo no llegará jamás. ¿Por qué? porque me ha desterrado de su vida y yo a él de la mía. Es gracioso como las cosas pueden cambiar en sólo un segundo.

Jamás quise que las cosas terminaran de esa manera , “A”. Y como lo escribí en aquel mensaje instantáneo “no fue tu culpa, ni mía, fueron las circunstancias”. Las circunstancias; distancia, soledad, celos, ansiedad, anhelo y amor. Quise serlo todo y no pude. Te pido y me pido perdón. Perdón porque no te valoré, porque creí estar bien cuando no era así. El perdón hacia mi porque debí tener más dignidad y amor propio, porque debí dejar de hacer las cosas que sólo te daban gusto, que solo te hacían feliz a ti.

Querido “A”, cuando terminé de escribir esta historia será el ultimo día que te mande un mensaje. Será el ultimo día que derramaré una lagrima por ti. Será el ultimo día que mi corazón y mi cuerpo se estremezcan al escucharte, leerte o verte. Porque estoy cansada… Cansada de ser la única en estar triste, la única que no sigue adelante, la única que se martiriza todos y cada uno de los días. Y sé que es estúpido, estúpido porque he tomado terapia, he ido a muchas juntas del grupo de apoyo y aunque he mejorado, aún no es suficiente.

He pasado muchos meses pensando cual sería la mejor manera de sacar mis sentimientos hacia ti. Intenté hacerlo de muchas maneras y ninguna resulta ser la mejor, porque siempre quedan las pequeñas espinas en mi. Siempre termino pensando que eso no es lo mejor y tal vez no lo sea. Pero necesito sacarlo, porque estoy a punto de volverme loca.

¿Cómo odiar y amar a una persona al mismo tiempo? Ni yo misma me puedo responder, pero sólo sé que es posible y es un sentimiento tan agridulce que no sabes como responder o actuar a eso.

Querido “A”, espero que algún día puedas leer esto y te des cuenta de como yo veía las cosas y como las sentía, de como me ilusionaste, me amaste y me destruiste.

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