Y un día decidí saltar.

Donde yacía al caos,

Universo desconocido.

Palabras incoherentes,

Desnudas ante el abismo

Que habita descolorido.

Sombras en blanco y negro

Que corren descalzas

En busca de un aliento.

Gritos sordo mudos,

Palabras sin fe,

Rogando ayuda

Por supervivencia.

El mundo sigue girando.

Y aquí,

En el oscuro agujero

De esta eterna soledad,

Se acobarda el valor

Y crece aún más la ansiedad.

Ese salto,

Que perturba la existencia,

Que derrota la coherencia.

Miedo en vano,

Lucha entre tiranos.

Devora el placer de crecer

Ante uno mismo.

Sociedad caníbal,

Devastadora.

Mata ilusiones

y rompe corazones.

Sueña el éxito

Perdido ya…

Duerme en su tumba,

Bajo escombros.

No hay oportunidades,

Mueren sucias.

A palabras necias

Y escuchas sordas.

Sube el poder,

Pisando la lógica.

La juventud desaparece,

Sin sentir lo que merece.

Dolor a flor de piel,

Como única señal

De estar vivo.

Y en verdad,

Estar vivo,

Así,

Nos está matando.

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