A veces me pierdo en la fantasía de mi delirio, te llevo tan cerca como puedo, tu nombre es un mantra que me da vida, y al mismo tiempo me consume en medio de un bosque iluminado por luciérnagas que alumbran el camino.
Anhelo tu voz, tus ojos, tu aliento y murmullo entre sombras palabras que nunca escucharás de mi boca, presiento caricias inexistentes, la humedad de un beso que solo existe en mi pensamiento mientras lágrimas acompañan este insomnio.
Ahora mismo tú estás aquí presente, aunque otros vean tu mano llevada a otras manos que no son las mías, por está y otras diecinueve vidas más seré tu luz y buscaré tu rostro en medio de multitudes hasta encontrarnos y poder ser.
La decisión de quedarnos será mutua y el mundo será nuestro, solo tienes que mantener la fé y acercarte, está vez sin miedo, porque yo no tengo otra intención que no sea amarte.
OPINIONES Y COMENTARIOS