Por:
Campos Mendoza Juan Marcos Abel.
Castillo Sosa Miguel Ángel.
Rodríguez Sánchez Emerson Edmilson.
¿Cómo puede un pueblo avanzar si la educación, que debería ser un derecho básico, se convierte en un privilegio inaccesible para los más vulnerables? La respuesta a esta interrogante se encuentra al reflexionar sobre el mensaje que transmite la película El milagro, dirigida por Mahsun Kirmizigül, reconocido por su talento como actor, director, cantautor y compositor musical, lo que lo convierte en una figura multifacética dentro del cine turco. Si bien alcanzó importantes ganancias económicas en la cúspide de su éxito, decidió enfocar su obra en problemáticas sociales poco visibilizadas de su país, produciendo películas con una propuesta crítica y reflexiva. El film analizado fue estrenado en el año 2015 en Turquía, en su idioma original (turco), logrando romper el récord de la mejor apertura de taquilla de la temporada de invierno 2014–2015, con 642 187 espectadores en su primera semana. Asimismo, superó a otras producciones de alto perfil, como The Water Diviner. Al respecto, consideramos que Kirmizigül busca demostrar, a través de esta película, el poder transformador de la educación, la empatía y la inclusión social en una comunidad marcada por la pobreza, la ignorancia y los prejuicios.
Un primer aspecto visible en la película es la empatía y la inclusión social que se evidencian cuando el personaje principal es integrado en el aula. El maestro interviene de manera firme frente al acoso escolar, imponiendo su autoridad para proteger a Aziz y otorgarle un rol representativo dentro del grupo (Kirmizigül, 2015, 01:00:25). Esta escena constituye el primer acto de inclusión en el filme, ya que el maestro Mahir deja de ser un observador de la violencia y actúa para frenar el maltrato. Al nombrar a Aziz “presidente” de la clase, no solo lo protege, sino que le concede un lugar simbólico de reconocimiento y autoridad, obligando a los niños (reflejo de la ignorancia de los adultos) a modificar su percepción sobre él. En nuestra opinión, este es uno de los momentos más relevantes de la película, ya que demuestra que la inclusión no surge de manera espontánea, sino que requiere liderazgo, decisión e intervención docente. La acción del maestro resulta acertada, pues comprende que detener la agresión no es suficiente, sino también generar vínculos de convivencia dentro de la comunidad escolar. Al respecto, Otálora-Buitrago (2018) sostiene que la empatía constituye un medio esencial para promover la inclusión y el reconocimiento del otro como sujeto digno, condición indispensable para alcanzar sociedades más equitativas y justas, donde el desarrollo no puede desligarse de la justicia social. Desde esta perspectiva, la película nos exhorta a asumir un rol activo frente a la exclusión escolar, comprendiendo que educar con empatía implica transformar no sólo al individuo, sino a toda la comunidad.
Un segundo aspecto que refleja la película es la educación como agente de cambio fundamental en El milagro, trascendiendo la alfabetización básica para convertirse en una fuerza que dignifica a la comunidad. Esta perspectiva establece que la educación es un pilar esencial para el desarrollo y la esperanza de vida en un contexto caracterizado por el aislamiento y la pobreza. El maestro Mahir, al enfrentar la hostilidad del entorno y la carencia de infraestructura, no sólo enseña contenidos académicos, sino que impulsa en sus alumnos la valentía de expresarse libremente. Esta idea se evidencia cuando invita a Aziz a dibujar sin miedo (Kirmizigül, 2015, 01:01:25), utilizando el arte como un medio de comunicación alternativo que no requiere palabras. Esta escena posee una profunda carga pedagógica, ya que permite que Aziz, inicialmente mudo y excluido, libere sus temores y prejuicios. Consideramos que esta acción evidencia una pedagogía transformadora que prioriza la confianza y la expresión artística por encima de la memorización mecánica… Esta idea coincide con la crítica especializada, cuando se destaca que el maestro actúa como un verdadero agente de cambio, impulsando tanto la construcción de la escuela como la inclusión de las niñas en el sistema educativo (Rooster Reads, 2022). Compartimos la postura de que esta doble dimensión material y ética es fundamental, pues el progreso pierde sentido si no se acompaña de un compromiso con la equidad. En la película, exigir que las niñas asistan a la escuela representa un acto revolucionario que redefine el futuro de la comunidad.
No obstante, este proceso de transformación se enfrenta a una realidad estructural innegable: la pobreza y el abandono estatal. El diálogo de los aldeanos evidencia una sensación de exclusión prolongada, al manifestar que las mejoras llegan tarde tras años de olvido gubernamental (Kirmizigül, 2015, 00:11:34). Esta situación revela que la pobreza no se limita a carencias materiales, sino que implica marginación social y desinterés político. A pesar de ello, la comunidad conserva la esperanza de que la educación sea el motor del progreso negado por el Estado. En relación con esto, Chuchon Vilca (2024) señala que el estatus socioeconómico influye directamente en el rendimiento académico, especialmente en contextos rurales y de pobreza extrema. Esta afirmación confirma que la desigualdad educativa sigue siendo un problema estructural no resuelto. Resulta injusto que el acceso al éxito educativo dependa de una lucha constante contra la pobreza, cuando debería concebirse como un derecho fundamental que garantice igualdad de oportunidades. La película demuestra que, frente a la pobreza material y la escasez de oportunidades, el verdadero cambio comienza con la inversión en el potencial humano. La falta de recursos es compensada por el compromiso, la vocación y la empatía del maestro Mahir, quien observa a sus estudiantes no como víctimas, sino como agentes de transformación. La evolución de Aziz, de objeto de burla a sujeto digno, evidencia que la inclusión auténtica se alcanza cuando el conocimiento se ofrece sin condiciones ni prejuicios.
En definitiva, El milagro de Kirmizigül constituye un testimonio cinematográfico de profunda humanidad que respalda la tesis central de este análisis: la educación y la empatía como motores de inclusión social en contextos de pobreza extrema. A través de la dedicación del maestro Mahir, la película demuestra que la educación se presenta como el único camino viable para superar las barreras del aislamiento y la precariedad. De este modo, el film subraya que educar es, en esencia, un acto de resistencia y esperanza. Por ello, recomendamos esta obra del cine turco, no solo por su carga emotiva, sino porque recuerda con fuerza el papel fundamental de la educación como herramienta transformadora, dignificadora y promotora de la equidad. Al observar este “milagro” en la pantalla, surge una reflexión inevitable: ¿estamos haciendo lo suficiente para que la educación deje de ser un privilegio y se convierta en un derecho accesible para todos
Referencias
Chuchon J. (2024). políticas públicas y educación inclusiva en comunidades rurales del perú. Chakiñan, Revista De Ciencias Sociales Y Humanidades, 24, 212-236. https://doi.org/10.37135/chk.002.24.11
Film Plus Emotion: Español. (2023, 13 de enero). El Milagro // Película Completa Doblada // Drama // Film Plus Español [Video]. YouTube.
Otálora-Buitrago, A. (2018). La inclusión social y la empatía. Equidad y Desarrollo, (32), 9-10.
https://doi.org/10.19052/ed.5412
Rooster Reads. (2022, 24 de febrero). Review #9.
https://roosterreads.com/2022/02/24/review-9/
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