El Último Brillo Entre Las Sombras

El Último Brillo Entre Las Sombras

Gussito018

21/11/2025

Capitulo 1: Vagando por la oscuridad

El protagonista de esta historia se encontraba en un viaje de descubrimiento, el volver a descubrirse a si mismo, una mente llena de dudas, un palacio en su interior que se deterioro a causa del inminente derrumbe de su pilar central. Aquel que se encargaba de mantener esa estructura intacta durante mucho tiempo dentro de si mismo, su llama interior se apagó como si se soplase una vela, su alma se siente vacía, su persona apagada, lágrimas que no caen y sonrisa que no aparece.

«Todo sigue igual», pensó. 

Sus hobbies, sus actividades casuales, sus amistades cercanas, nada lograba llenar ese vacío, pensó que no tenía mas para dar, sus metas y aspiraciones se desplomaron, cayó en un pozo que no tenía fin. Su cuerpo estaba de pie, pero mentalmente estaba de rodillas, su cuerpo débil, sus cansados brazos que sostienen aquellos escombros del palacio que se derrumba poco a poco. Su vida actual ante los ojos de los seres humanos, pudiera verse normal, una persona común y corriente, trabajadora, un adulto que se hace responsable de sus acciones, el echo de querer avanzar y seguir creciendo pero para este mismo, no es así.

El protagonista tenía su frente apoyada en el vidrio del colectivo donde este se encontraba, la música que sonaba en sus auriculares, sus ojos observando aquellos edificios enormes, tan grandes como su dolor, una ciudad con seres humanos, unos distintos de otros, pensamientos que viajaban mas rápido que aquel transporte.

«¿Donde encuentro el color si desde tu adiós vivo en un total daltonismo?», se preguntó. 

Una chispa que no se encontraba en su interior, una fuerza de voluntad que saca lo mejor de él, una persona fuerte y con convicciones, alguien que quedo atrapado en el pasado, sin poder avanzar. Sonrisa rota con el paso del tiempo, heridas que no cierran, buscando sentido a la vida. Tantos pensamientos en el transcurso del viaje sin rumbo.

Capitulo 2: Sombras que conocen ese camino.

Esta persona se encontraba en un colectivo de camino a su trabajo como oficinista, un hombre de mas de 30 años, persona que lleva una mochila mas grande que cualquiera, una carga en sus hombros como ninguna otra, experiencia, pasos agigantados y mente fría. Este mismo observa a nuestro protagonista subirse al mismo trasporte, él observa a lo lejos parado, sosteniendo se de aquellas barras, viendo como este se sienta a pocos metros de distancia. En un instante cruzaron miradas, ese momento fue suficiente para que el trabajador pueda sentir que el estaba recorriendo el mismo sendero que ya recorrió tiempo atrás.

Ese sendero que trajo un eco que tardo años en callarse, y aun así, hoy, algunos días, vuelve a gritar en su interior. Alguno puede pensar que una mirada no basta para entender, o comprender a una persona ajena, pero están equivocados, este reconoció el vació en esos ojos, un vació interminable que provoca que te encierres en una celda de la cual no puedes escapar.

«Justo como yo en el pasado», pensó el trabajador. 

Desvió su mirada hacia la ventana, observando aquellos edificios junto a esas personas, ansiedad de querer bajar y fumar un cigarro, su mente recordó aquella vieja sensación, una amargura que seguramente este recorriendo a aquel muchacho, pero a el no, era diferente, el tiempo no cura, solo acomoda las cosas en su lugar, trabajar en si mismo es parte del proceso, vagar por esa oscuridad llena de llanto, tristeza, odio, rencor, tu chispa es débil y tus fuerzas sientes que son inútiles. 

«No será un viaje fácil para el chico», pensó. 

«Bueno, para ninguno de los dos, quizás no está tan solo en esa oscuridad», pensó sonriendo sutilmente.

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