Siempre hay algo de tristeza en las olas que regresan a la orilla,
resistiéndose a volver.
Siempre hay una premeditada sonrisa,
en los que engañan y roban sueños.
Siempre hay una plegaria perfecta,
justificando y pidiendo indultos.
De tristeza, quejas, engaños arbitrarios,
tengo mis bolsillos llenos.
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