Cuando era pequeña vivía en la zona norte de Veracruz, estaba sola con mi mamá, yo estaba jugando y mi mamá fue a llamarme para que me suba a mi cama porque iba a trapear, pero se dio cuenta de que mis juguetes estaban desordenados; mi mamá me dijo que no lo haga porque me iba a resbalar, pero le dije que no fui yo, mi mamá no me creyó, acomodo mis juguetes y se fue; cuando regreso paso lo mismo, a la tercera vez yo le contesté: no fui yo fueron los niños y dicen que no les caes bien.

Mi mamá asustada me saco de la casa y espero a que llegue mi papa para acompañarnos, al día siguiente mi mama me llevo a una psicóloga para saber si era real, cuando salí la psicóloga dijo que realmente veía niños (duendes) y dijo que tenía que sacarlos ya de la casa para que no me atormentaran

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