Yo no puedo olvidar.
Se lo dejo al tiempo,
al dios de los minutos y segundos,
al engranaje de días y noches.
Yo no puedo olvidar, no puedo luchar,
solo dejo que el río arrastre nuestra historia,
dónde… él sabrá dónde… y será lo mejor.
Me declaro incompetente en olvido,
me declaro un corazón adicto a ti.
Sabes amor, no debiste exclamar… te quiero,
mirarme tan profundamente y besar mis labios.
Era un adiós, no un hasta pronto.
Me dejaste inmóvil, petrificado, pausado,
mientras todo al rededor seguía sucediendo,
y el día a día se transforma en un rutinario silencio.
OPINIONES Y COMENTARIOS