Lo que queda después del abrazo 0.0

2.1  La costumbre de esperarla

Me descubro revisando el teléfono sin sentido.

Deslizo la pantalla una y otra vez,

como si en algún momento la vibración que no llega pudiera aparecer por arte de magia.

Sé que no va a escribir.

Sé que ya no me busca, que no piensa en mí cuando se levanta ni cuando se acuesta.

Y aun así, la espero.

No por esperanza, sino por inercia.

Esperarla se volvió un reflejo,

una forma de seguir respirando en su dirección.

El amor, cuando se queda sin cuerpo,

se vuelve una superstición.

Yo sigo creyendo en ella

como quien espera milagros sabiendo que no existen.

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