No te detengas.

Mi soledad no la provoca el hecho de no estar contigo.

Siempre habrá una luna que ilumine mis noches,

Siempre habrán estrellas parpadeando cuando la luna se ausenta. 

Mi soledad y mi tristeza son como las teclas del piano de Chopin.

Son notas, vibraciones, latidos tecleando desde el corazón.

Mi alma regresó a esta existencia a existir desde la tristeza.

Mi alma vino a este mundo a renacer desde la tristeza.

La tristeza en mi, es como la latencia de una flor en el desierto.

Si tan sólo Amara, jamás me sentiría sólo y triste…pero,

pero mi corazón es como un rosal lleno de espinas,

…y a la mano inocente por efecto, la araña y lastima.

Cariño… no te detengas.

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