Por qué comenzamos a mirarnos así (8)

Santino, Santino… la noche está estrellada y titilan los astros a lo lejos. Tu copa está llena y la vez vacía. Tu corazón late y todo tu ser vibra… bebes unas copas de vino y tan cerca y tan lejos ella te piensa, pero no está aquí con sus ojos claros y esa traviesa sonrisa que adoras. 

Santino, Santino… no se escriben versos en el cuaderno de otro poeta. Aunque las hojas en blanco te supliquen tus letras… aunque la pasión suplique tus poemas.

Santino, Santino…No la mires así… ella, te lo dicho siempre, desde aquella tarde, de las dos primeras veces que compartieron en la cafetería y las dos veces que luego, los superó el deseo… y se entregaron a la pasión que superó las expectativas de ambos… Santino, Santino… uno más uno es siempre dos y no tres.