Hay días tan malos que dan risa.

Hay días tan malos que dan risa.

Alcaiaga

30/10/2025

Hoy comenzó el día… y todo mal. No oí el despertador, lo apagué sin darme cuenta o el universo confabulaba contra mi.

Tenía un mensaje de voz, de Susana, con quien hablé hasta las tres de la madrugada, nos bebimos unas copas de vino… y repentinamente, sin mayor escusa, según ella, necesitaba más tiempo…  terminó lo poco que estábamos viviendo. Arrepentida de habernos besado, dictaminó no vernos más y se fue. Desconcertado me bebí un par de copas más y di por finalizado el día. 

Pero ese mandato al cerro, había sucedido en la madruga del presente; presente donde me había quedado dormido… donde no se si yo mismo había apagado el despertador o no lo había oído. Llegué atrasado dos horas al trabajo. Y una jaqueca que me partía la cabeza en dos, la cafetera, para colmo, no fusionaba y solo me bebí un café instantáneo que sabía a cualquier cosa menos café. Lo más patético es que oí el mensaje de voz de Susana por tercera vez: Trata de no llamar… ni escribir porfa… 

Genial… Loreto me recordó que de las 8 horas que trabajó, llevaba tres horas y media sin hacer nadan, solo bebido el café el rancio… y no había vendido absolutamente nada… (continúa)

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