SANANDO HERIDAS
Fuiste puro aguacero, que limpia antiguas creencias, disuelve tristezas y aclara con paz sagrada la vida.
Lluvia vibrante que desata viejos nudos, para sanar heridas profundas y tantas batallas perdidas.
Llegaste, incondicional y cierta, para disipar temores y dudas, y creaste canciones entre promesas tan vivas.
Como un poderoso viento que arrastra con fuerza lo viejo y caduco, mientras un renacido horizonte se atisba.
Aguas renovadas y claras, que derramas a tu paso, tranquila y luciente, anunciando amplios mares de miradas sentidas.
Francisco Gallardo Perogil

 
         Sanando heridas
                                    Sanando heridas                                
OPINIONES Y COMENTARIOS